La banda de rock Desastrónomos lanzó su tercer disco, Piel Partida, en un contexto complejo de aislamiento social preventivo y obligatorio. EL OTRO entrevistó al guitarrista Darío Castellani.

Fotos: Leandro Fernández para Desastrónomos

La producción de un disco continúa siendo una quimera de artistas que confían en poder compilar ideas y canciones en lo que fue material (Compact Disc) y hoy es conceptual.

El esfuerzo, la falta de políticas públicas y sus fugaces apariciones, la ilusión de compartir síntesis de alquimias grupales con la sociedad.

Conversamos con Darío Castellani (guitarra) que acompañado por su hermano, Fabián (bajo y coros), Cecilia Salinas (voz), Álvaro Alaniz (guitarra y teclados) y Gastón Cirvini (batería), grabaron Piel Partida.

Los músicos contaron con un aporte del Instituto Nacional de la Música (INAMU) que ayudó a que la banda pudiera concretar el disco.

¿Hay una vinculación entre el teatro y la formación de Desastrónomos?

Sí. Mi hermano es director de teatro. Surgió la idea de juntarnos de nuevo a tocar -tuvimos una banda de pibes- y Fabián sugirió que hiciéramos la música de una obra que iba a dirigir.

Fue como una excusa y lo que salió nos gustó y nos pareció que podía funcionar en el vivo, a pesar de que era una formación particular de dos guitarras y un bajo.

Seguimos juntándonos y componiendo hasta poder tocar en vivo y un poco ahí surgió todo.

Ese repertorio se transformó en el primer disco, sin voces, con algunos coros y solo una batería digital en un tema.

Pero la banda se fue ampliando…

Sí, justamente, en la presentación de ese disco convocamos a Gastón Cirvini, que es el actual baterista de la banda. A él le gustó y a nosotros nos gustó su estilo.

Habíamos probado con otros bateristas pero Gastón fue el que sonaba con las sutilezas que necesitábamos y de ahí en más seguimos los cuatro.

Después, en ocasión de tocar en una muestra que presentaba Leo Pedra -artista plástico-, propuso que hiciéramos algo con Cecilia Salinas y se dio algo parecido.

Nos juntamos a ensayar. Ella ya había escuchado la banda y le interesaba y a nosotros nos gustó cómo sonamos juntos.

¿Este disco sintetiza a la banda?

Sí, es muy colaborativo el laburo que hacemos normalmente. Llevamos propuestas a los ensayos que se desarrollan o no. Esqueletos que luego se van armando.

En este caso, a diferencia de lo que venía pasando, las canciones surgieron todas de zapadas y creo que eso se percibe en este disco.

El 27 de abril lo lanzamos en todas las plataformas.

¿Influye el estudio en la materialización del laburo? ¿Un año de trabajo tomó Piel?

No parece pero toma mucho trabajo y esfuerzo hacer un disco. Desde mi punto de vista lo mejor que tiene grabar es todo lo que se aprende. Tomás contacto con gente nueva y te enterás de cosas que no sabías.

En este disco descubrimos otro estudio, porque hasta ahora no habíamos trabajado con Fede López del estudio Espejo de agua, que nos brindó su perspectiva junto a Diego Álvarez quien ya había trabajado con nosotros.

¿Cómo se estrena un disco sin vivos?

Mirá… es una mezcla de sentimientos. Después de tanto laburo tenés una ansiedad de que el trabajo circule y puedan tomar contacto con el material.

Hay algo de cansancio también porque ha sido un año intenso, pero más allá de la ansiedad porque no podemos tocarlo en vivo, nos ha tenido bastante ocupados el tema de la presentación en este contexto.

Como es una banda independiente, la masterización, la prensa, la subida a las plataformas, es todo un trabajo.

Por otra parte, como todos trabajamos desde nuestras casas, también hemos podido dedicarle un buen tiempo a esto.

¿Cómo han sido las devoluciones hasta aquí?

Hemos tenido muy buenas impresiones de las personas que han escuchado el disco. Por suerte, en general, las personas se muestran impactadas por lo pulido del sonido.

El disco se está escuchando bastante, por suerte. El tema de presentación tuvo muchas reproducciones en la primer semana, sobre todo para una banda under.

También contando con un contexto complejo hasta para hacer prensa, porque muchas radios y medios no tienen mucho espacio para la música ahora.

¿Qué sensación deja el saber que ya se está escuchando?

La verdad es que, luego de mucho esfuerzo, la sensación es de satisfacción porque la gente lo está disfrutando que es, en parte, algo que uno busca con la publicación de un disco. Sobre todo, es satisfacción lo que se siente por estos días.

 


 

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