Andrés Casciani inaugura “Semillas” en el Espacio de Arte de la Universidad Tecnológica Nacional. “No se puede ser neutro porque no existe la neutralidad”, señaló tajante el artista visual que expondrá hoy junto al poeta Richard Quevedo y el fotógrafo Alber Piazza.

Fotos: Coco Yañez

La muestra “Semillas” de Andrés Casciani nació en 2014 y en los últimos cuatro años se nutrió de distintos hechos sociales que se emparentan, en algún punto, con experiencias compartidas junto al abogado Pablo Salinas. El especialista en Derechos Humanos invitó al artista a vivenciar y transmitir las audiencias de la llamada “Megacausa” en la que se juzgó y condenó delitos de lesa humanidad cometidos en Mendoza durante la última dictadura cívica, militar y eclesiástica.

Con el apoyo de Xumec, ese trabajo visual se transformó en la muestra itinerante que hoy vuelve a inaugurar Casciani en J. Rodríguez al 273, a las 20.30 horas.

“Lo más nuevo” que presentará Andrés será el “Tríptico de la Dignidad” (pinturas casi muralistas de 2 metros por 1,80), pero también exhibirá una crítica al momento actual de violencia estatal, trazando paralelismos con el Terrorismo de Estado.

Además de tu muestra presentan “El Resplandor”, ¿cuándo nació este grupo de creación artística?

Alber Piazza es fotógrafo y Richard Quevedo poeta. Venimos tejiendo una relación creativa desde hace un año, más o menos, y en este caso, presentamos una instalación collage que lleva el nombre “Desechos y  humanos”, en clara referencia al sticker que los genocidas difundieron en los 70, que se concentra en la denuncia de la tortura. Básicamente es un mural compuesto por fotografías realizadas por Alber, una poesía de Richard, y bocetos y dibujos míos (muy abocetados) que retratan la violencia sobre los cuerpos, la violencia sobre la mujer…

Es una muestra muy fuerte…

Totalmente, la idea es pegar un grito ante lo que está pasando, aprovechar un espacio oficial como es la UTN, y un poco es -y esto es algo que vengo pensando- no prestarse a ese juego que hace el gobierno de estar de acuerdo con algo cuando lo considera un poco anulado. Acá en la provincia se condena la dictadura oficialmente pero, a su vez, están asociados a civiles que colaboraron, están aceptando cosas extremadamente parecidas.

Santiago Maldonado está en un cuadro de esta muestra, Rafael Nahuel, el cartonero al que atropelló el policía con la moto en diciembre, Damiana que es la chica que manosearon y tuvieron detenida tres días por considerarla sospechosa de protestar contra la reforma previsional… La idea es una muestra con datos recientes, muy ligada al fotoperiodismo. Algo poco habitual en esta provincia.

Richard Quevedo, poeta.

¿Qué costo tiene dar este grito ?

Se paga un precio inevitable. Yo, en el terreno de la ilustración no puedo sustraerme a la pulsión vital de enfrentar la injusticia. Pretender ser neutral cuando le pegan un tiro por la espalda a un chico de 11 años, más que ser neutral es ser un hijo de puta. Como no expresarse ante el aborto o no decir nada respecto del 2×1 a los genocidas.

Y por supuesto que caés en el juego de la mal llamada “grieta”. Y justamente ahí es donde surge la fuerza de esto. Leía en redes hace poco que “el arte no debe descender al nivel de la política” y, si bien yo laburo historietas, dibujos y otra parte de mi obra, me parecía bueno tener un espacio desde donde opinar sobre la realidad.

Albert Piazza, fotógrafo.

En este sentido no es tan nuevo esto en Mendoza porque acá tenemos una tradición muy fuerte del dibujo expresionista. No solo son mis padres artísticos Alonso, Tejón y Scaffati, sino que trato de ser un eslabón de ese trabajo que hacían.

A mí me parece inevitable esa coherencia si hacés expresionismo, si hablás de la violencia de la vida, si contás las desigualdades. No se puede ser neutro porque no existe la neutralidad.

Hay dos frases que me ayudaron mucho en este proceso. Bertold Brecht dijo que “el arte no es un reflejo de la realidad sino que es un martillo para darle forma” y Capusotto, que es un Discépolo moderno a mi entender, dijo que “la comedia es la manera de devolverle la piña a la realidad”. Lo dice para la comedia pero es extensible al arte.

Entonces, en un contexto en el que estamos amordazados mediáticamente hay un proceso en el que la sociedad parece zombie aceptando cosas que antes no hubiera aceptado. Yo creo, como artista, que hay que aportar un granito de arena a la crítica, ayudar a pensar.

¿Cómo convivís en el ambiente artístico con las personas que piensan muy distinto a vos?

Yo admiro mucho a Daniel Santoro, pintor peronista. Él hablando de Borges en una entrevista dice que es un error poner a los artistas en la otra vereda, que lo que tenés que hacer es apropiártelos.

A mí me parece un error este tema que se viene instalando en la provincia de juzgar a los artistas. Veo mucha gente diciendo: “Cómo le va a dar la mano a Gareca” o “Cómo va a tocar en tal lugar”. Y me parece que es un juicio muy fácil. Creo que hay que tener más cuidado. Vivir del arte es una tarea muy compleja y no digo que justifique cualquier miseria, pero hay que tener cuidado.

Y también creo que no hay que perder los espacios. Yo me tiento muchas veces, pero en realidad los espacios son nuestros. Es un error decir no voy porque no me gustan. Sí debemos tener la valentía de decir en esos espacios lo que pensamos y no morir de miedo ante el poder.

 

Este martes 13 de marzo a las 20.30 horas, Andrés Casciani inaugura la muestra “Semillas”, junto a Alber Piazza y Richard Quevedo, sus compañeros de “El resplandor”. La convocatoria es en el Espacio de Arte de la Universidad Tecnológica Nacional (Rodríguez 273, Ciudad de Mendoza).