Sin previo aviso, Ulpiano Suarez suspendió el pago de un “estímulo” de $2000 que percibían las y los empleados de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Mientras la suba implementada en febrero fue ampliamente difundida por los medios oficialistas, su eliminación en abril fue silenciada en la prensa disciplinada por la pauta.
Por Negro Nasif
“Capital depositó un bono de 2.000 pesos a sus empleados”, anunció el 21 de febrero la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza a través de un breve comunicado de prensa difundido en su página web. Inmediatamente, los medios hijos de la pauta oficial amplificaron la buena nueva sin ahorrar elogios hacia Ulpiano Suarez.
“Un intendente se anticipó y dio un aumento a cuenta a los empleados”, tituló auspicioso el portal oficialista MDZ, el 21 de febrero pasado. En la misma línea se refirió Sitio Andino cuando informó, con una elocuente fotografía, la prórroga del “beneficio” al mes siguiente: “La medida tiene como objetivo aliviar el impacto producido por la crisis económica, que ha llevado a un aumento sostenido de los precios, e incentivar la colaboración de los empleados municipales”.
Efectivamente, el intendente Suarez, mediante el decreto municipal 149/2020 dispuso “el otorgamiento de un estímulo excepcional no remunerativo ni bonificable, a cuenta de futuros aumentos, por la suma de pesos dos mil ($2.000,00), a los agentes municipales escalafonados”. Dicha medida fue extendida a través del decreto 336/2020.
El plus no registrado fue acreditado durante febrero y replicado al mes siguiente, con la promesa de mantenerse hasta tanto se habilite la demorada paritaria municipal que fijará la pauta salarial del presente año.
De manera sorpresiva, pese a la continua pérdida del poder adquisitivo que sufren las y los trabajadores de la comuna más opulenta de Mendoza, quienes cobran una parte significativa de sus haberes en vales alimentarios, el intendente Suarez dispuso suspender el pago del “estímulo” de $2000 que él mismo fijó para “morigerar el impacto producido por el aumento sostenido de los precios”.
La ingrata novedad jamás fue comunicada a las y los empleados que esperaron en vano a fines del mes de abril la acreditación del adicional en sus cuentas sueldo. Como ya es costumbre en estos casos, las autoridades municipales no dieron explicaciones a quienes efectuaron los reclamos, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Capital -conducido por el concejal radical Dugar Chappel- miró para el costado, y la prensa obediente optó por el silencio.
“Austeridad” -en el lenguaje oficial- siempre significa ajuste contra las y los trabajadores.
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