Con persistentes números rojos en el saldo comercial, nuestra provincia vuelve a disputar -esta vez con CABA y Misiones- el fondo de otra tabla de indicadores nacionales. Según la Fundación Pro Mendoza, televisores, celulares, automóviles y Netflix son los productos que encabezan el “festival de importaciones”. El titular de esta entidad aclaró además que los insumos extranjeros tienen una escasa gravitación en nuestras exportaciones, objetando así los dichos del ministro de Economía, Enrique Vaquié, quien días atrás denunció que las restricciones del Banco Central para importar terminarían afectando las ventas al exterior.
Por Redacción EL OTRO
Desequilibrados
El análisis del Celag (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) sobre el ritmo de las importaciones y exportaciones de las provincias, que presentó la vicepresidenta Cristina Fernández para advertir sobre la fuga de divisas y el desequilibrio en dólares en los conglomerados productivos, develó un nuevo aspecto negativo de la economía de Mendoza.
El estudio mencionado asegura que nuestra provincia es la segunda en el orden de las que menos contribuyen en corregir la escasez de dólares. Entre las 15 jurisdicciones que presentaron déficit comercial, es decir que exportaron menos de lo que importaron, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la primera con 7,6 mil millones de dólares, y luego le sigue Mendoza con 760 millones. CABA es la principal consumidora neta de dólares y genera 60% del déficit, en tanto que 6% corresponde a Mendoza.
Los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), principal insumo del análisis del Celag, explican el “festival de importaciones” al que hizo referencia Cristina. Según el organismo, en mayo las compras al exterior en Argentina crecieron un 53% respecto al mismo mes de 2021. A este ritmo, en diciembre la cifra subiría a 85 mil millones de dólares, cuando el promedio anual de importaciones -desde 2015- es de 58 mil. El crecimiento, explican, tiene tres componentes: 1) el aumento del precio de la energía, 2) el crecimiento industrial, 3) las importaciones especulativas, es decir: los que compran para stockearse.
Mendocita
Para controlar la fuga de divisas estadunidense por esta vía, el Banco Central estableció a fines de junio un límite para acceder a los dólares que se necesiten para abonar lo que supere más del 5% de lo importado en 2021. Y por otro lado, le pidió a las empresas que consigan sus propias divisas mediante financiamiento.
El análisis del balance comercial divulgado por la vicepresidenta y las nuevas disposiciones del Central generaron revuelo y en cada punto del país hubo desiguales repercusiones. En Cuyo, San Luis registró 1% de déficit, mientras que en San Juan el Gobierno de Sergio Uñac sacó a lucir -con 1,6% de superávit- que es la única provincia cuyana que presenta saldo positivo entre las exportaciones y las importaciones, y subrayó que “la minería, es la clave de la buena performance”.
En Mendocita el Gobierno persistió en el relato de expectativas limitadas y victimización, tomando el desgastado camino de los “perjudicados” por el Gobierno Nacional. Desde el Ejecutivo salieron a criticar las medidas: Las restricciones a las importaciones “lleva a muchas fábricas a mermar su producción, lo que se traduce en desabastecimiento y posteriormente en caídas de consumo. Lo más paradójico, es que gran parte de las compañías que tienen problemas para producir, son las mismas que elaboran productos para exportar”, sentenció categóricamente el ministro de Economía Vaquié en medios locales.
En ese mismo sentido se expresaron a coro representantes de las cámaras de empresarios más importantes. “Lo permitido para poder importar es muy bajo para poder acceder a dólares y pagar insumos. Así no se podrán generar productos y entonces la industria en general se va a ver resentida”, vaticinó Alfredo Cecchi, presidente de la Federación Económica de Mendoza. “Con el cepo del Banco Central están afectando a la industria, a los que comercializan autopartes, la vitivinicultura, y hasta a la construcción. Afecta a toda la cadena productiva, porque los que compraban alguna maquinaria para producir hoy están paralizados. Argentina está en una debacle, en un momento terminal y va hacia la nada”, profetizó Daniel Ariosto, titular de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza.
Dime qué importas
Desde otro punto de vista, la Fundación Pro Mendoza brindó su análisis sobre el estado de la balanza comercial de Mendoza desnudando aspectos importantes de su economía. En una nota publicada por diario El Sol, el titular de la entidad, Mario Lázzaro, destacó: “Mendoza importa más de lo que exporta, pero hay que ver en qué, y es en productos que no produce pero demanda, como televisores, celulares, computadoras, automóviles, Netflix, maquinaria, entre otros. En tanto señaló, refutando al ministro Vaquié, que “en nuestras exportaciones el nivel de insumos importados es relativamente bajo”.
Lázzaro aclaró que “importar en sí no es malo, lo que hay que hacer es crecer en las exportaciones”. En ese sentido Mendoza viene generando números negativos ya que, según indican especialistas de comercio internacional, Mendoza no ha podido crecer en exportaciones en los últimos 10 años.
Por último, el titular de Pro Mendoza, con más sensatez y responsabilidad que el jefe de la cartera de Economía de la Provincia, resaltó las medidas restrictivas del Gobierno Nacional para evitar la fuga de dólares en importaciones especulativas, “Es una medida lógica, no sé si necesaria, en medio de un proceso de anticipo”, y confirmó que muchas “compañías optaron por stockearse”.
