Nuestra bandera argentina fue enarbolada por primera vez el 27 de febrero de 1812, a orillas del Río Paraná, en la Provincia de Santa Fe, por las tropas de Manuel Belgrano. Ocho años más tarde, un 20 de junio, murió el creador de este símbolo de lucha y de la Patria que hoy homenajeamos.
Fotogalería de Coco Yañez, Seba Heras y Cristian Martínez
“Soldados de la patria; en este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional; en aquel [señalando a la batería Independencia, que se hallaba en la isla, frente a Rosario] nuestras armas aumentarán sus glorias. Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores y la América del Sud será el templo de la independencia y libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo: ¡Viva la Patria!”.
(Proclama de Belgrano de 1927)
“…basta la desunión para originar guerras civiles, para dar entrada al enemigo por débil que sea, para arruinar el imperio más floreciente. Por el contrario la unión ha sostenido a las naciones contra los ataques más bien meditados del poder, y las ha elevado al grado de mayor engrandecimiento, hallando por su medio cuantos recursos han necesitado en todas las circunstancias o para sobrellevar sus infortunios, o para aprovecharse de las ventajas que el orden de los acontecimientos les ha presentado. Ella es la única capaz de sacar a las naciones del estado de opresión en que las ponen sus enemigos, de volverlas a su esplendor y de contenerlas en las orillas del precipicio…”
(Manuel Belgrano, 19 de mayo de 1810)
“El sexo femenino, sexo en este país, desgraciado, expuesto a la miseria y desnudez, a los horrores del hambre y estragos de las enfermedades que de ella se originan, expuesto a la prostitución, de donde resultan tantos males a la sociedad, tanto por servir de impedimento al matrimonio, como por los funestos efectos con que castiga la naturaleza este vicio, expuesto a tener que andar mendigando de puerta en puerta un pedazo de pan para su sustento”.
(Manuel Belgrano, Segunda Memoria al Real Consulado de Buenos Aires)