Mientras el intendente Daniel Orozco sostiene la clausura de la planta de reciclaje de la Cooperativa de Recuperadores de Mendoza (Coreme), abre las puertas a Alengo, una empresa privada alemana que promete convertir la basura del Gran Mendoza en combustible para Europa. Modelo Cambia Mendoza o cómo el pez gigante extranjero se come al pequeñito lasherino.

Por Negro Nasif

Foto: Coco Yañez

A comienzos de setiembre pasado, más de 40 trabajadoras y trabajadores de la Cooperativa de Recuperadores de Mendoza (Coreme) se quedaron sin su planta de reciclaje de residuos, a raíz de una decisión de la Municipalidad de Las Heras. El intendente de ese departamento, Daniel Orozco, ordenó la clausura del establecimiento que la cooperativa construyó con recursos propios, sobre un terreno fiscal cedido en comodato en 2013 por el propio municipio.

“Nos quieren echar porque nos negamos a que la Municipalidad tome el control de la planta”, sostuvo el presidente de Coreme, Mario Camperos, en una reciente entrevista con EL OTRO. “Además de la UNCuyo tenemos otros proveedores particulares, empresas de turismo y hotelería, bodegas, hospitales, barrios privados, y otros comercios. Trabajamos con cerca de 90 toneladas de materiales mensuales que, después del proceso en nuestra planta, se convierten en 50 toneladas de productos que entregamos a nuestros clientes”, sintetizó entonces el dirigente de esta importante empresa social.

Foto: Coco Yañez

En principio, desde la comuna que gobierna Orozco se argumentó que la cooperativa estaba incumpliendo normas de higiene y seguridad: “Nos reclaman una habilitación municipal que no se terminó de realizar porque en el medio hubo cambios de normativas –explicó Camperos-. Además, el mismo municipio se comprometió en el contrato a colaborar con Coreme para que se concrete la habilitación, pero no hizo su parte. Por otro lado, nos exigen un sistema de tratamiento de aguas servidas, cuando en realidad nosotros sólo tenemos baños para el personal con sistemas de digestores que desagotamos con camiones atmosféricos. Aquí no tenemos cloacas y eso no es responsabilidad nuestra, sino del municipio”.

Sin embargo, con el correr de los días fueron quedando en evidencia los intereses económicos y políticos del intendente Orozco, los que se terminaron de desnudar el jueves pasado durante el anuncio de una inversión multimillonaria de una empresa alemana, que se beneficiará con el monopolio del reciclaje de residuos del Gran Mendoza.

Una solución europea para los problemas de Las Heras

Foto: Municipalidad de Las Heras

A través de un comunicado oficial, bajo el título “Orozco trae la solución al tratamiento de los residuos urbanos”, se dieron a conocer los detalles del lanzamiento: “Esta mañana (por el jueves), el intendente de Las Heras, Daniel Orozco, presentó junto a directivos de la empresa alemana Alengo, un innovador proyecto que prevé la construcción en 2023 de una planta de tratamiento de residuos urbanos, en el relleno sanitario de El Borbollón, que permitirá transformar la basura del Área Metropolitana provincial en energía”.

La presentación fue acompañada por el ministro de Planificación e Infraestructura de la Provincia, Mario Isgró, el jefe partidario del intendente, Julio Cobos, y los representantes de Alengo Germany, Wilhelm Dieckmann, Gerhard Portl y Pablo Michelin.

Foto: Municipalidad de Las Heras

“Sabemos que 1.200.000 habitantes del Gran Mendoza colocan la basura en El Borbollón y queríamos buscar la forma de brindar una solución en su tratamiento y mitigar la emisión de carbono.  Con este proyecto podremos transformar la basura en pequeñas municiones que serán trasladadas a Alemania para que puedan generar calor y energía limpia. Así también reduciremos la contaminación, en agua, tierra y aire, así como los problemas de Salud que podemos llegar a tener”, destacó el candidato a la gobernación por la UCR, quien además confirmó que la empresa europea invertirá 110 millones de euros para instalar una moderna planta, que convertirá 420 mil toneladas de residuos por año en “combustible alterno”, que finalmente será exportado a industrias alemanas.

Foto: Coco Yañez

Aunque no hizo falta que Orozco lo explicara, quedó bastante claro que el pez gigante alemán se comerá de un bocado al pequeñito lasherino Coreme, con el “costo” de más de 40 familias que quedarán definitivamente en la calle.

 

 

Las Heras: Coreme resiste la clausura de Orozco