Por Juan Ezequiel Landreau

Expreso mi apoyo incondicional a tod@s los trabajador@s, artistas y técnic@s, que ayer por la noche se jugaron la vida sin saberlo, en el Frank Romero Day.

Soy Juan Ezequiel Landreau, un ciudadano de a pie y trabajador del sector audiovisual. Anoche cenabamos en familia, cuando nos sorprende la noticia de la caída de la parrilla de luces y a los pocos minutos el colapso del camión grúa en los ensayos de Vendimia.

Mi hija mayor tiene 15 años, es bailarina de clásico y desde hace un par de años viene esperando ansiosa poder incorporarse a la realización del Acto Central. Ya descartados heridos, según informó Canal 9, pensé en las vidas de todos los allí presentes (muchos de ellos amigos) y en la posibilidad de que Ludmila, mi hija, fuera una de las presentes. Se me llenó el alma de preguntas… ¿Vale la pena una sola vida en honor a la “tradición” vendimial? ¿Vale la pena una sola vida, por el tremendo ajuste presupuestario? ¿Vale la pena una sola vida, por negligencia de unos pocos funcionarios? ¿Vale la pena una sola vida, por mostrarle “al mundo” la expresión más “acabada” de nuestra cultura? La respuesta es clarísima. No.

Cuando asumió el Nuevo Gobierno de la provincia, vi con muy buenas expectativas la llegada de Diego Gareca a la Secretaria de Cultura, pues hago una valoración positiva de su gestión en la Municipalidad de Godoy Cruz durante varios años. Este juicio se funda en haber sido un seguidor de muchas de las propuestas de su gestión, además de haber trabajado en contadas ocasiones prestando servicios al municipio. Pero el derrotero de accidentes (y como tales situaciones evitables) con grandes costos para el patrimonio provincial, en la órbita de la Secretaria de Cultura, ha cambiado sustancialmente mi visión sobre su trabajo como empleado público. Como ciudadano exijo la renuncia de Diego Gareca y Alejandro Pellegrina y responsabilizo al Sr. Gobernador Alfredo Cornejo de cualquier accidente que hubiera en caso de realizarse el evento.

Esta carta tiene por objetivo pedirles a todos ustedes, queridos artistas, que evalúen la posibilidad de NO participar en el Acto Central, al menos no en el Frank Romero Day, más allá de lo que decida el Gobierno. Creo que con esa decisión estarán poniendo en valor su trabajo y honrando a todos los artistas. Se los pido como un ciudadano que no quiere ser cómplice de una sola muerte, avalando la fiesta con el pago de mis impuestos. Nadie mejor que ustedes sabe las condiciones en las que vienen trabajando. El día en que pongamos el valor de la vida por delante de todos los otros, pues habrá empezado el cambio.

Un cálido abrazo a tod@s y no duden en que cuentan con el apoyo del pueblo mendocino en la decisión que tomen.