De la mano de EL OTRO, el escritor y músico Carlos Acosta acerca los cuentos que componen Casa de Amar, un libro/disco íntimo y lleno de poesíaLos hermanos es el cuarto texto de este libro sentimental.

Foto: Jo Thomatis

Los Hermanos

Habían pasado casi 7 meses de la llegada de Los Albarracín, los 3 hermanos , Susana , Miguel y Alberto.

Los hermanos varones eran mellizos, aunque no se parecían en nada, tenían 19 años y Susana 21,  vinieron a vivir a la casa una semana después de que muriera su madre, un cáncer les llevó a su viejita querida que tanto había trabajado de sirvienta para criarlos, a su padre no lo conociero, aunque sabían que lo metieron preso, nunca hablaban de eso.

El Alberto era aprendiz de pintor de autos , trabajaba en un taller grande en Dorrego , Susana era azafata de ómnibus de larga distancia de la TAC y viajaba cada dos días a Bs. As. , el Miguel  estaba por recibirse en la Nocturna, los dos hermanos le hicieron el aguante hasta que fue perito mercantil.

Yo tenía 18 en el 78 y me hice amigos de ellos, con el Miguel y el Alberto estuvimos  de amigotes un par de años y con la Susana que tenía unos ojazos verdes tremendos nos pusimos de novios durante un año y dos meses.

Al Alberto le tocó  la colimba en la aeronáutica, el Miguel zafó por hermano mellizo, siempre le salían mejor las cosas, tenía suerte, apenas terminó la secundaria empezó a trabajar en una agencia de turismo y después de unos meses entró en el Banco de Previsión gracias a un cliente  que le dio una mano, tenia una “ cuña” en el banco y entró , ahí se empezaron a separar los hermanos que hasta esos días habían sido muy unidos.

La Susana empezó a salir con un abogado de Maipú, y se casaron en el 81 , ese abogado lo hizo entrar al Alberto al banco BUCI , pero duró unos meses , lo pusieron de cajero y con un amigo falsificaron unos cheques , los descubrieron , zafó por que  era cuñado del abogado , devolvió la plata y lo echaron, luego se fue al sur avergonzado, ya para esa época se asumió como el peor de los hermanos y empezó a tomar mucho.

Al Miguel le dieron el retiro voluntario del banco en los noventa y se puso un locutorio, pero al tiempo se fundió y entró como cajero en el Colegio de Abogados, para ese entonces había engordado mucho y petiso que era , parecía un barrilito, se había casado con la hermana adoptiva del abogado y los suegros tenían mucha plata , tuvieron dos hijos y nunca la pasó mal.

Susana en cambio se separó después de 20 años de casada y, como el abogado era un vivillo y el casamiento solo fue una gran fiesta para la sociedad maipucina , terminó de cocinera a finales de los noventa en un restaurán del centro.

El Alberto volvió del sur a principios de los noventa , ya para ese entonces era alcohólico, en el 99 lo encontré pidiendo en la calle, lo llevé a mi casa y ahí comiendo me contó que a su padre lo metieron preso por que había matado a un boliviano en  el ferrocarril en una pelea callejera, y que era alcohólico como él, y que nunca había vivido con ellos, cuando lo despedí le dije que volviera y viniera cuando quisiera , me dijo que lo había tratado como un hermano y que al Miguel hacía años que no lo veía, tiempo después me avisaron unos amigos que se había muerto tirado en una acequia de Las Heras , que se había escapado del hospital con un tubo que le salía del pulmón por las costillas y que estaba lleno de barro. En alguna charla que tuvimos con el Alberto nos contábamos que cuando éramos niños nos gustaba jugar a las carreras de barcos en las acequias con pedacitos de madera , caminábamos muchas cuadras mirando nuestros barquitos, lo imagine ahí tirado como un barco encallado en la acequia con los ojos mirando al cielo.

Los tres hicieron la primaria en la Escuela Hogar , la secundaria solo el Miguel la terminó, un mellizo cargó con toda la mierda y se asumió perdedor, la mayor pensó que la vida la premió casándose con el abogado , vivió y se desilusionó.

El único que zafó se casó con la más fea y vivió hasta que se jubiló contando plata  ajena de lunes a viernes de 8 a 16 hs.

 

Los Hermanos

Gritos de notas y años

Sacarse en vena

Matar la pena

Van los hermanos

Van los hermanos…

Van…

 

Mazo  trampiao a los hermanos

Tres de destino les ha tocado

Siempre la mala ni una buena

Será de Dios toda esta pena. ..

 

A Ella su mejor sueño

Un día le dijo adiós…

A uno en una acequia

De noche la muerte rotunda

Lo encalló…

Y el otro cada día se pasaba

Contando la biyuya que nunca gastaría…

 

Gritos de notas y años

Sacarse en vena

Matar la pena

Van los hermanos

Van los hermanos…

Van…

 

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Casa de Amar: Los cuatro