Desde las oficinas de Andrés Lombardi, gerente general del Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC), envían mails y ejercen presiones para “autoconvocar” a los trabajadores. El objetivo: forzar un plebiscito en favor de la propuesta salarial que ya rechazaron los sindicatos.

Fotografía de pantalla.

EL OTRO pudo acceder a los correos electrónicos que la última semana recibieron trabajadoras y trabajadores del Casino de Mendoza, mediante los cuales la gerencia del IPJyC intenta instruirlos para que realicen un “plebiscito espontáneo”, que fuerce a las conducciones sindicales a aceptar la última oferta salarial del gobierno.

Andrés Lombardi, la espada fuerte de Alfredo Cornejo dentro del Instituto, es quien comanda la estrategia. El objetivo principal: evitar que el gobernador pague el costo político de imponer –una vez más- el aumento de sueldos por decreto.

Andrés Lombardi Foto: Prensa Gob. de Mza.

El 15 de febrero pasado, la Unión Personal de Juego y Casino de Mendoza (UPJCM) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), rechazaron en paritarias el ofrecimiento de incremento de haberes en dos cuotas para todo el 2017, (17% según el gobierno, 13,5% calculan los sindicatos). A partir del día siguiente, empleados afines al Directorio del Casino recibieron, desde cuentas oficiales, correos electrónicos con el detalle de las instrucciones de Lombardi para deslegitimar la decisión de los gremios.

María Florencia Gracia fue la encargada de expandir los mails a todos los mandos intermedios para que promuevan el plebiscito. Quizá por la urgencia, esta administrativa de máxima confianza de Lombardi, dejó “pegadas” a las autoridades en la maniobra. “Estimados: Les reenvío mail, enviado desde el Directorio…”, escribió Gracia en los correos recibidos por los leales al gerente.

Además del personal jerárquico de IPJyC, militantes del partido radical que trabajan allí, visitaron oficina por oficina para lograr la mayor cantidad de firmas posibles, en este intento de crear una voluntad paralela a la expresada por los representantes sindicales en la mesa paritaria.

Las bases del patrón

Violentando cualquier sentido básico de construcción de democracia sindical, la orden de arriba busca “autoconvocar” a las bases. “Trabajadores auto convocados solicitando se baje a las bases por medio de un plebiscito, las propuestas tratadas en la paritaria el día 15 de febrero de 2017. Ya que entendemos que si no se acepta lo propuesto en dicha paritaria, se dictará el aumento por decreto…”, se argumenta en los mails distribuidos por la patronal que siembran, además, el temor de la pérdida de haberes. “Ante la falta de acuerdo y teniendo en cuenta que dicho decreto va a otorgar sólo el 16,5% sobre el sueldo de gobierno y sin el aumento de los adicionales” (sic), advierte el correo eléctrónico. Dicho en criollo: “agarren esto si no les va a ir peor”.

Fotografía de pantalla.

En las casillas de mail los empleados también recibieron las planillas ya confeccionadas para comenzar la junta de firmas que, a contrarreloj, deberán llenar para acelerar el “plebiscito”.

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Damián Hidalgo (derecha), es señalado por los sindicatos como el militante radical más activo de Lombardi dentro del IPJyC.

Un 17 que es 13,5

EL OTRO consultó a Martín Cain, secretario general de la UPJCM, el sindicato con mayor representatividad en el juego oficial. Para Cain, quien confirmó a este medio estar al tanto de la existencia de los mails, las maniobras de Lombardi demuestran que el gobierno no acepta que un gremio le diga que no. “Estas paritarias son una puesta en escena, donde ya sabemos cómo todo termina. El gobierno monta una farsa democrática para engañar a la ciudadanía, y cuando un sindicato les dice que no, lo que hacen es presionar a los trabajadores a través de los funcionarios del Instituto, los jefes de cada departamento, gerentes, subgerentes, y militantes oficialistas rentados, a fin de intentar torcerle el brazo a nuestro sindicato”.

Martín Cain. Foto: Cristian Martínez

El gremialista refuta el porcentaje de la pauta salarial del gobierno con una cuenta sencilla: “Ellos dicen que el aumento anual será del 17%, pero mienten. Si un trabajador, por ejemplo, cobra $ 10 mil, recibirá primero una cuota de 10% desde febrero (o sea $ 1000) y después otra cuota en julio de 7% ($ 700). Si uno anualiza esos porcentajes el promedio no es 17% sino 13,5%. Y esto no alcanza, por eso lo rechazaron los trabajadores en distintas instancias y en un plenario de delegados, el mismo miércoles pasado en la Subsecretaría de Trabajo”.

Para Cain, las presiones dentro del organismo del juego, además de representar “una maniobra patronal desleal”, intentan ser una señal de disciplinamiento para el conjunto de los trabajadores. “Nosotros no somos un sindicato grande, pero está claro que el gobierno teme que el ejemplo cunda, se desmonte la farsa, y que el gobernador se vea obligado a imponer otros aumentos por decreto”, cerró el secretario general de la UPJCM.