El traslado del Centro de Asistencia para Personas con Discapacidad en la capital de Mendoza dejó sin talleres y encuentros recreativos a sus asistentes. Los afectados y sus familias luchan para recuperar un espacio emblemático y fundamental para la salud integral.

Por Redacción EL OTRO 

La futura Casa del Discapacitado Foto: Gentileza

La decisión del intendente Ulpiano Suarez de reubicar a la Casa del Discapacitado mantiene en vilo a las personas que participaban de los talleres recreativos y de inclusión laboral que ofrecía ese centro. Para las familias afectadas no se trata de un simple traslado de edificio, sino que sería parte de un ajuste en el área, ya que en el último año también se recortaron las becas económicas.

Hasta marzo del 2020 la Casa del Discapacitado recibía a aproximadamente 80 jóvenes y adultos en las distintas actividades que ofrece la Dirección de Atención a la Persona con Discapacidad de la Municipalidad de Capital. El edificio, ubicado en Perú 762, funcionó durante décadas con talleres de oficio como panadería, mimbre, tejido, informática, y cursos de apoyo terapéutico.

 

Foto: Coco Yañez

Por las medidas restrictivas dispuestas a raíz de la pandemia, la Casa se cerró y se suspendieron los talleres que allí se dictaban. Luego, en octubre de 2020, las autoridades municipales decidieron el traslado del centro recreativo a las ex instalaciones del ferrocarril, un edificio antiguo y con muy poca preparación para las necesidades de las personas con discapacidad.

“Estamos muy preocupados porque es un lugar que no está preparado para el acceso de las personas, es un edificio con  muchas escaleras y habitaciones en distintos niveles y baños en estado de derrumbe. Nos reunimos con el actual secretario de Discapacidad, Nicolás Reinaga, y nos informó que se decidió el traslado porque el otro edificio estaba en mal estado. También  nos dijo que por error no se les avisó a las personas que asistían, ni a sus familias”, explicó a EL OTRO Fátima Delvitto, familiar de un joven que desde hace 22 años participa en los talleres de la Casa. La arbitrariedad disgustó a las miembros de la comunidad, por la relación afectiva que mantenían con el espacio, y porque también supieron que en el traslado se desecharon obras artesanales realizadas por los aprendices.

Foto: Coco Yañez

“Hay que tener en cuenta que en 2020 el Municipio además suspendió las becas para las personas con discapacidad. Eran aportes mensuales de $1.000 que a muchos les servían para contribuir en el presupuesto diario. Evidentemente hay un recorte en el presupuesto”, remarca Fátima quien, junto a otros miembros de la comunidad de la Casa, se ha organizado para reclamar por la restitución del espacio.

“En diciembre del 2020 nos citaron para avisarnos del traslado de la Casa y nos prometieron que durante enero de 2021 se iban a hacer las modificaciones en el nuevo espacio porque no está en condiciones, es un lugar inaccesible para las personas con discapacidad visual y motriz, tiene muchas escaleras,  las aulas no están en condiciones, tiene un baño en el sótano y el otro afuera. Nos dijeron que el 3 de abril iban a comenzar los talleres, pero la realidad es que hasta el momento no hay personas trabajando para acondicionar el lugar”, contó Orlando González, que padece una enfermedad en la vista y que asiste a la Casa del Discapacitado desde 2003.

El baño disponible no se ajusta a las necesidades de las personas con discapacidad. Foto: Gentileza

“Tenemos mucho miedo de que cierren el lugar o que lo abran de manera diferente. Nos dijeron que el taller de mimbre se iba a sacar porque está obsoleto, pero para nosotros es importante como salida laboral y también como terapia. Es muy recreativo ir a un lugar 3 o 5 veces por semanas, a mí la Casa siempre me sirvió como contención. Es muy saludable, se descansa la mente, charlamos, nos reímos, nos sentimos útiles, podemos trabajar”, recalca Orlando en su relato, en el que también subraya que los pedidos que vienen realizando “no son en contra de nadie, sino para recuperar nuestro espacio de recreación y reunión”.

La organización de las personas que asisten a los talleres y de sus familias ha servido para que el reclamo llegue a las autoridades del municipio quienes, a raíz de la demanda, se han comprometido a que la Casa estará en funcionamiento y con las modificaciones necesarias el próximo 3 de abril, como también en completar el equipo interdisciplinario de apoyo terapéutico.  Por el momento la concreción de la promesa se ve lejana.

Foto: Coco Yañez

El reclamo también llegó al Honorable Concejo Deliberante de Capital y por iniciativa del concejal Ernesto Espeche, el bloque del Frente Todos – Partido Justicialista presentó un pedido de informe para que se expliquen las razones del cese de las actividades del Centro de Atención para Personas con Discapacidad durante la pandemia, el motivo del traslado de la sede, el estado de las instalaciones donde se pretende que funcione y el programa de trabajo para  2021.

Del mismo modo, el pedido de adhesión para que se reestablezcan las actividades de la antigua Casa del Discapacitado llegó a Defensoría de Personas con Discapacidad de Mendoza, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.

Foto: Gentileza

Por el momento, la recuperación del espacio de capacitación y recreación para las personas con discapacidad  en la Ciudad de Mendoza parece lejana. El gobierno se muestra dispuesto a sostener la decisión que, según afirmaciones de las propias autoridades, tiene como objetivo restringir los servicios a un grupo reducido de personas, que son las que residen en Capital. El grupo que asistió en los últimos años está compuesto por personas de departamentos cercanos.

En conclusión, otra demostración de mezquindad y abandono de la gestión del gobierno de la Capital. Hay pruebas suficientes que delatan el retroceso en la atención de las necesidades de los habitantes en distintos sectores.  Ulpiano Suarez representa una escalada en el proyecto político que inició su tío Rodolfo, ahora gobernador de la Provincia.

Foto: Coco Yañez

El proceso de transformación de la Ciudad en una urbe de corte internacional, que implicó el retiro del Estado de las grandes barriadas del oeste y el crecimiento del volumen de la población social y económicamente marginada, marcha a mayor velocidad. En un repaso rápido por la gestión que se inició en diciembre de 2019, se puede enumerar despidos, persecución y empobrecimiento de los y las trabajadoras municipales, abandono de los servicios básicos en los barrios precordilleranos, con graves restricciones en el acceso al agua, cierre de programas de asistencia al vecino y recortes presupuestarios en áreas sensibles.

 

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