Este martes en el Senado, el radicalismo mendocino tuvo una jornada legislativa a pedir de boca. Con votos propios, la bancada oficialista logro la sanción final para el proyecto de rescate financiero de Osep, que tiene como punto central un aporte anual de sus afiliados de 2.301 millones de pesos. El programa se completó con la aprobación de un proyecto para que una histórica calle de Godoy Cruz deje de llamarse Juan Domingo Perón.

Por Juan Sajor | Fotos: Coco Yañez

El radicalismo mendocino logró imponer una nueva marca en la categoría Legislatura/escribanía. Este martes, las y los senadores del partido gobernante consiguieron la sanción final para el proyecto de modificación de la carta orgánica de la Obra Social de los Empleados Públicos (Osep). El resultado fue 23 votos positivos y 12 negativos.

El proyecto, que lleva la firma del gobernador Rodolfo Suarez, ingresó a la Cámara de Diputados el 3 de febrero y un mes más tarde, luego de un tratamiento fugaz en comisiones donde no se le hicieron prácticamente reformas, fue aprobado sin dificultades por la bancada oficialista: la votación resultó 28 votos positivos, 14 negativos y dos ausentes.

 

 

 

El punto central de la reforma es la modificación de la participación de los aportantes en el presupuesto de la mutual. Desde ahora los afiliados serán afectados con un descuento mayor por el ítem Fondo para Enfermedades Catastróficas. El cálculo del Gobierno es que gracias a esta modificación la obra social recibirá 2.301 millones de pesos más por año.

La nueva carta orgánica también establece un incremento del aporte patronal (Gobierno y municipios) que pasará del 5 al 6%, aumentando la recaudación en 2.634 millones de pesos al año.

 

 

 

Afuera del recinto, a diferencia de lo que había ocurrido el 3 de marzo cuando el proyecto fue votado en la Cámara Baja, no hubo protestas. Contrariamente a lo que se esperaba, esta vez los gremios estatales no expresaron el rechazo a la iniciativa de Gobierno. La peatonal Sarmiento lució vacía o repleta de resignación, como se la quiera ver.

En el recinto, el cruce entre el presidente del bloque de senadores del PJ, Lucas Illardo y la presidenta provisional del Senado, Natalia Eisenchlas, fue lo más destacado y retrató con justicia el tono de la discusión. Ilardo criticó el proyecto por el impacto que tendrá en las y los afiliados: “aumentar 800% la obra social para que paguen la fiesta y el error de la gestión radical es injusto. Nuestra propuesta es que la clase política sea la que pague y que no le aumenten a las personas que menos cobran”, a lo que Eisenchlas respondió: “la palabra fiesta me hace acordar a la que hubo en Olivos durante la pandemia”.

Las ideas y los nombres

La jornada se completó con el tratamiento de un proyecto del diputado radical Diego Costarelli, que consiste en quitarle el nombre Juan Domingo Perón a la conocida arteria que atraviesa el oeste de Godoy Cruz, para que pase a llamarse Marciano Cantero.

Los y las defensoras del proyecto, agitado en el Senado por Mariana Zlobec, fundamentaron su apoyo en la brillante trayectoria de músico mendocino, cuya obra es indiscutible, sin reparar en las consecuencias de la iniciativa sobre la histórica discusión partidaria hoy denominada grieta.

 

 

 

Entre las voces opositoras se destacó la legisladora peronista Adriana Cano: “Cambiar el nombre de una calle no va a borrar lo que generó en miles de argentinos una figura de la talla de Juan Domingo Perón. Lo que quieren ustedes (refiriéndose al ofcialismo) es ampliar la grieta”.

A su turno y en medio de un clima caldeado por las intervenciones, el senador Illardo llevó la discusión hacia donde naturalmente iba a terminar, el dirigente kirchnerista se refirió a la “prepotencia” del oficialismo en las cámaras, agregó que el “el odio a Perón los nubla”, y concluyó con un análisis que enfureció a sus rivales políticos. Sostuvo que el radicalismo a lo largo de la historia ha intentado borrar de la memoria popular a las figuras del Justicialismo. “Los radicales y los militares siempre utilizan a la libertad como excusa” y en sentido agregó: “la UCR siempre fue cómplice de las dictaduras militares”.

 

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