Recientemente se llevó a cabo el Conversatorio sobre la Concientización del Cáncer de Mama en la Universidad de Congreso. La actividad fue organizada por la Fundación Hacer Mendoza y en la misma participaron reconocidxs profesionales como la licenciada Andrea Melendi, la abogada Alejandra Pezutti, la abogada Carla Casal y la psicóloga Nancy Croizier. En diálogo con EL OTRO, Casal explicó los objetivos de esta charla y la necesidad de abordar la temática de una manera interdisciplinaria. 

Por Milagritos Contreras | Fotos: Cristian Martínez 

El conversatorio se desarrolló el pasado 27 de octubre en el Auditorio de la Universidad de Congreso, en el mes de la lucha contra el cáncer de mama. La Fundación Hacer organizó la actividad junto a la Fundación Accionar y los Institutos Proyectar Ginecomamario (IGM), más la Universidad Congreso. El ingreso al evento fue gratuito y la invitación fue destinada a público en general.

“En Mendoza las mujeres somos discriminadas”

Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación, a diario en nuestro país se detectan 60 nuevos casos de cáncer de mama, lo cual equivale a que anualmente se diagnostican alrededor de 22 mil casos, posicionándolo como el tumor con mayor prevalencia en Argentina. Las víctimas fatales que se cobra esta enfermedad son aproximadamente 6 mil, pero mientras la mortalidad disminuye tras un testeo precoz. La incidencia crece sobre todo en mujeres jóvenes.

En diálogo con EL OTRO, la abogada Carla Casal remarcó sobre lo importante que es abordar esta temática de manera integral y planteó ciertos obstáculos a las que muchas mujeres se enfrentan diariamente: “El objetivo era poder abordarlo interdisciplinariamente, el doctor Francisco Gago, del IGM, lo hizo desde la parte de prevención, es lo que se busca justamente en fomentar ese mes, la kinesióloga Andrea Melendi habló de algunas cuestiones vinculadas con la recuperación de la paciente oncológica, y la psicooncóloga planteó algo interesante vinculado con no sólo tener en cuenta al paciente sino también al entorno familiar que acompaña a la persona”.

“Por el lado de la parte jurídica –prosiguió Casal- al empezar a involucrarnos más en la temática detectamos algunas cuestiones como, por ejemplo, que existe una Ley Nacional (Ley 26872) que dispone la obligación de la reconstrucción mamaria después de una mastectomía y la provincia no ha adherido a la misma, entonces las mujeres mendocinas estamos siendo discriminadas, ya que no podemos exigir en la provincia la cirugía reconstructiva, o sea no es una obligación de la obra social al no haber adherido nuestra provincia”.

La reconstrucción mamaria se trata de un proceso que tiene como objetivo minimizar el impacto emocional y psicológico de las mujeres que deben atravesar la remoción de una mama afectada por cáncer. La Ley 26.872 contempla como derecho para toda mujer en nuestro país, el acceso a una reconstrucción mamaria posterior a la mastectomía, con indicación y evaluación médica interdisciplinaria.

“No alcanza con ponernos la escarapela rosada”

De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud de nuestro país, las tasas de mortalidad por cáncer de mama más elevadas se dan entre los 50 (41,6 cada 100.000 mujeres) y los 80 años o más (215,8 cada 100.000 mujeres). Otro dato a tener en cuenta es que más del 75% de las mujeres con este cáncer no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad, por eso su detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación. Y sólo el 1% se diagnostica en hombres.

Es fundamental remarcar que todas las mujeres tienen derecho a acceder al examen de mamas como parte de los controles habituales de salud en todos los centros de salud y hospitales públicos del país.

Casal además resaltó las trabas burocráticas que existen para que muchas mendocinas puedan acceder a la reconstrucción mamaria y a otros derechos en torno a la prevención de la enfermedad: “También detectamos que si bien existe una ley provincial (Ley 8792) que establece una licencia especial remunerada de un día laboral al año para quienes presten servicios en el sector público, luego charlando esto con mujeres y especialistas nos planteamos que un día no es suficiente para poder realizar todos los estudios. Entonces hablando con el senador Gerardo Vaquer decidimos elaborar un proyecto de ley de modificación, la primera modificación que hicimos fue que pueden ser hasta cinco días y además planteamos que la ley era muy acotada porque habla de colposcopia, el papanicolau y la mamografía, y en realidad no son los únicos estudios que se hacen. Por ejemplo, está prevista la ecografía mamaria cuando, por lo general, antes de los 40 años no se hacen mamografías, y entonces hay un sector de mujeres que no podrían solicitar esa licencia para realizarse una ecografía mamaria, y tampoco está previsto el test VPH (Virus del Papiloma Humano)”.

En este sentido, la letrada cuestiona la falta de la sensibilización sobre la enfermedad: “Sentimos que no alcanza con ponernos una escarapela rosada, poner afiches en la ciudad, sino que es necesario que haya un compromiso real por parte de quienes elaboran las leyes vinculadas con esto.”.

“Finalmente –cerró la abogada- abordamos el amparo por salud que es la vía de reclamo que tienen las mujeres cuando no se quieren reconocer algunos derechos. El proyecto de ley que presentamos está próximo a tomar estado parlamentario”.