La implosión social contra las reformas del presidente Macri repercutió también en Mendoza. En momentos en que la provincia discute otro multimillonario endeudamiento para el presupuesto 2018, el gobernador aplica la misma receta que sufrió, extorsionando al peronismo gobernante local para sacar la ley. ¿Cómo se distribuyen los costos políticos?

El manual hecho piel

Foto de archivo: Coco Yañez

La Cámara de Diputados de la provincia dio media sanción al presupuesto 2018. Por tercer año consecutivo, el proyecto de la ley de leyes diseñado por el Ejecutivo prevé una importante toma de deuda, por lo que necesita mayoría especial de ambas cámaras para su aprobación.

Esa condición demoró la sesión de ayer, que sufrió un par de interrupciones producto de la incertidumbre de los números. La discusión comenzó pasadas las 16, cuando tras arduas negociaciones y mangueos de último minuto, los diputados peronistas que responden a los intendentes garantizaron levantarle la mano al endeudamiento.

Foto de archivo: Coco Yañez

Aunque publicitada en 1900 millones de pesos, diputados de la oposición cuantificaron el auxilio financiero en un número muy superior, denunciando que la cifra oficial configura un engaño más y coloca a la actual administración en la cúspide histórica en cuanto a deuda provincial.

Como en otras oportunidades, Cornejo hizo uso del látigo y su virtual conducción política sobre los intendentes del Partido Justicialista. Situación que provocó un cisma entre los diputados del peronismo, materializado formalmente en diversas instancias de su vida política: desde las sedes de Guaymallén, Luján, Godoy Cruz y las secretarías Gremial, Femenina e incluso la Juventud Peronista se manifestaron en contra de avalar un nuevo endeudamiento. Un mensaje que claramente era más dirigido a sus compañeras y compañeros que al oficialismo.

De Marchi, Cornejo y Peña. Foto: Seba Heras

El modus operandi de Cornejo fue el mismo que ejecutó el gobierno nacional sobre los gobernadores para que senadores y diputados dóciles ajustaran a 17 millones de personas con la reforma previsional. El gobernador mendocino lo sufrió en carne propia con el engañapichanga del impuesto interno al vino. El incendio promovido por la Nación le hizo ceder autonomía y cientos de millones a través del denominado “pacto fiscal”. La maniobra extorsiva fue por demás explícita entre el jueves y el lunes sobre los diputados del bloque Argentina Federal, que tributa a los gobernadores del peronismo.

La hora de las cacerolas

Foto: Cristian Martínez

El ajuste propiciado por el gobierno de Macri desembocó en el primer estallido de dimensiones desde que asumió el poder. Cediéndole un lugar protagónico al presidente a la hora de pagar el costo político. En parte por la calesita legislativa de los gobernadores peronistas y en parte por la sempiterna hipocresía de Carrió. El dato se etiquetó indiscutible desde que las cacerolas comenzaron su ruido en todo el país.

Sin embargo, en rol secundario, el gobernador Cornejo es otro de los responsables del ataque sobre los 17 millones de personas más vulnerables de nuestro país. No solo fue impulsor del paquete de reformas, sino que los legisladores que le responden (2 senadores y 6 diputados nacionales) levantaron la mano cual soldados. En pleno cacerolazo federal insinuó amenazante dificultades para pagar el aguinaldo a estatales si la reforma previsional no salía, a pesar de contar con casi 9 mil millones de pesos en el tesoro provincial, según se supo ayer durante la discusión por el presupuesto.

Foto: Cristian Martínez

La novedad cacerolera dejó chico el reclamo por el tarifazo que redundó en frazadazo ramonista y la tesis Cornejo=Macri trasunta irrevocable. El mandamás de Mendoza podrá aún justificar que la situación lo trasciende, pero no puede hacerse el distraído, pues es parte adherente y fundamental en el esquema de ajuste. Por ahora la factura llega a nombre de Macri, pero aquella tesis que los equipara se construye sin freno.

Quizá esta función de cómplices en las malas y partenaire en las victorias sea uno de los objetivos a modificar bajo la presidencia de Cornejo en la Unión Cívica Radical. Recorrido de supervivencia política para analizar con atención.

Foto: Cristian Martínez

Lo cierto es que el gobierno para los ricos que propugnan tanto Macri como Cornejo esta semana fue cuestionado fuertemente en las calles. No basta ya con la confortable supremacía discursiva desplegada en el terreno mediático. La voz de la calle es insoslayable y no puede ser estigmatizada con las fórmulas gastadas de la dimensión desconocida del anarco-trosko-kirchnerismo.

Mucho más triste papel le reserva la historia a los legisladores “dialoguistas” del PJ, que más allá de asegurar circunstancialmente sus kioscos locales y abonar el discurso de la antipolítica, hipotecan la hecatombe electoral en sus jurisdicciones en 2019. Su mentalidad comercial es tan mediocre que ni siquiera visualizan que quien los presiona ahora es apenas más inteligente y ambicioso. Y que devorará cada ladrillo de sus territorios.