En modo campaña, pero con notable enojo y acostumbrada dificultad oratoria, el candidato a gobernador del radicalismo, Alfredo Cornejo, justificó la futura imposición de peajes en “algunas rutas nuevas” de Mendoza, y atacó nuevamente a las mujeres con un discurso electoral cargado de violencia misógina y manipulaciones de la realidad.

Por Redacción EL OTRO

El lunes pasado, durante un acto de campaña en el departamento de San Rafael, un Cornejo desatado desplegó su discurso de ultraderecha y ortodoxia neoliberal.

“¡Cómo les gusta ir a Chile y pagar peajes por rutas que están mantenidas!” se quejó el senador nacional de Cambiemos, apuntando a las y los mendocinos que visitan el país trasandino, donde gran parte del sistema vial está privatizado, con altísimos costos para los usuarios y exorbitantes ganancias para las empresas concesionarias.

Además, el exgobernador arengó a sus militantes a no avergonzarse de promover estas políticas de transferencia de riqueza de las grandes mayorías a una minoría privilegiada. “Por qué ahí nomás nos comemos y nos agachamos, y nos empieza a dar vergüenza cada vez que no… ¡la derecha le van a poner peaje!”, reflexionó Cornejo, con su particular sintaxis, ante las risas del auditorio, para finalmente plantear que “para eso necesitamos el sindicalismo en la narrativa cultural, discutiendo esas cosas”.

El mundo del revés

Decididamente volcado hacia la extrema derecha, el dirigente aprovechó la misma tribuna para embestir una vez contra las trabajadoras de la educación nucleadas en el SUTE, a quienes acusó de sostener una “doble vara” ante casos de violencia machista.

Por un lado, el senador nacional del radicalismo justificó a su amigo y exfuncionario de su gestión provincial, Alejandro Jofré, quien actualmente se encuentra procesado por sistemáticos abusos sexuales contra trabajadoras estatales.

Alejandro Jofré y Ulpiano Suarez Foto de archivo: Coco Yañez

En su alocución, Cornejo desplegó un relato sin prueba alguna destinado a instalar una hipótesis falaz, según la cual Jofré sería víctima de una suerte de confabulación promovida por “una” que incumplía sus responsabilidades laborales.

“Alejandro Jofré era Subsecretario de Trabajo, le hacía marcar tarjeta a una que paraba el auto en doble fila, marcaba la tarjeta, llevaba el niño a la escuela y volvía a las 11 de la mañana y a las 12.30 marcaba la tarjeta de nuevo. Bueno, ella le dijo que le había tocado el culo. Está bien, puede ser. Ahí está afuera él”, soltó el senador de la UCR, poniendo un manto de sospechas sobre mujeres revictimizadas institucionalmente, quienes en 2017 denunciaron ante la Justicia al funcionario que próximamente deberá sentarse en el banquillo de los acusados, ante un tribunal penal.

Alfredo Cornejo y Alejandro Jofré Foto de archivo: Gobierno de Mendoza

Por otro lado, sin lógica alguna que pudiera vincular este gravísimo caso judicial con una supuesta complicidad de las trabajadoras de la educación, Cornejo atacó a las afiliadas del sindicato docente, demonizando particularmente a “las mujeres kirchneristas”.

“Los del SUTE le tocaron el culo, le tocaron las tetas, le tocaron todo en la UCIM. ¡Y no he visto que las mujeres kirchneristas del SUTE dijeran ni pío!”, se quejó Cornejo con notable tono agresivo y verborragia soez.

Alejandro Jofré Foto de archivo: Coco Yañez

De esta manera, tratando de confundirlo todo, el candidato a gobernador acusó a referentas gremiales de un supuesto encubrimiento de dirigentes imputados por presunto abuso sexual, durante una protesta realizada en noviembre del año pasado en la sede de la Dirección de Jóvenes y Adultos de la DGE, que funciona en el edificio de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM).

Lejos del silencio denunciado por Cornejo, 30 mujeres del Secretariado del SUTE, que estuvieron presentes en aquella protesta, firmaron en diciembre de 2022 un comunicado público en el cual definieron la postura institucional del sindicato (ver abajo). Entre otras consideraciones, señalaron: “Los compañeros denunciados se han puesto a disposición de la Justicia, y su rol en el sindicato no perturba de manera alguna el proceso de investigación del Poder Judicial, tampoco comparten lugares de trabajo, vivienda y/o militancia con la persona que realiza la acusación. Por otra parte, el estatuto del SUTE es muy claro donde expresa que se aplicará inhabilitación total o parcial ante la comisión de delitos comunes previstos por las leyes vigentes al afiliado que resulte condenado por sentencia judicial, que tampoco es el caso”.

 

 

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