Patricia Stibel, quien fue encarcelada bajo la acusación de no pagar un boleto de colectivo, denunció al gobernador por discriminación política e ideológica. En un descargo formal, el líder de Cambia Mendoza ratificó su intolerancia e insistió, sin pruebas concretas, en que la trabajadora miente. Mientras se aguarda la filmación de la cámara de seguridad del interior del micro, más testigos confirman que la mujer de Las Heras pagó el pasaje.

Aclara y oscurece

A pocos días de la repudiada detención de una trabajadora de casas particulares, acusada de no tener el comprobante de un pasaje de colectivo urbano, la autoridad máxima de la provincia defendió la razia policial, incriminó sin pruebas a la mujer y desacreditó sus palabras, bajo el argumento de que ella fue “fiscal de un partido de la oposición”.

El ataque desmesurado le valió al primer mandatario una denuncia ante el Inadi, el organismo nacional responsable de combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo. Patricia Stibel lo acusó por discriminación ideológica y política. Una de las pruebas presentadas fue una publicación de diario Uno (“Cornejo no le cree a la pasajera detenida”) en la cual el gobernador reafirmó su posición intolerante ante un grupo de periodistas que le consultaron por el caso, y arremetió, claramente crispado, contra los trabajadores de prensa: “Ustedes siguen la agenda de los militantes”.

Inadi: Carátula de la denuncia contra Cornejo.

El acusado presentó el 29 de septiembre su descargo ante Rocío López Lombardich, asesora legal del organismo en Mendoza. En su defensa, Cornejo aclaró: “Me limité a declarar que no creía la versión de los hechos relatados por la denunciante (como tampoco creía la de cualquier otra persona en la misma situación)” y “les manifesté a los periodistas mi posición respecto a que ellos (…) seguían la agenda de los militantes, para lo cual señalé que la hoy denunciante había sido fiscal de un partido opositor”.

No obstante la clara subestimación y el manto de sospecha puesto sobre la trabajadora, el gobernador mendocino consideró que sus expresiones “de ninguna forma pueden ser consideradas injuriosa u ofensivas hacia la denunciante”.

Miente, miente…

Fotomontaje: EL OTRO

El 16 de agosto, Patricia Stibel fue bajada por la fuerza del colectivo y llevada por agentes policiales a un calabozo, por no presentar el comprobante de su pasaje. Allí permaneció durante siete horas, al igual que otras quince personas que fueron detenidas por similares motivos. Según la mujer, quien trabaja cuidando adultos mayores, pagó el viaje con la tarjeta magnética de otro pasajero a quien le abonó el costo del boleto.

Luego de que el indignante caso se hiciera público, en un clima donde el gobierno provincial protagonizó una campaña publicitaria antisolidaria, otros pasajeros que viajaban en la unidad se solidarizaron con Stibel para contar cómo fueron los hechos.

Foto: EL OTRO

Esta semana surgió un nuevo testimonio. En exclusiva, EL OTRO dialogó con E (preservaremos la identidad por pedido expreso de la persona) quien ratificó, contrariando al gobernador, que Stibel viajó gracias a la amabilidad de otra persona que le facilitó su RedBus a cambio de $10.

“Después de que escuché al gobernador, yo la busqué y me le acerqué a Patricia porque fue muy feo lo que pasó, y le dije que podía servirle de testigo, pero hasta el momento nadie me ha llamado”, explicó E, al tiempo que se mostró indignada con los dichos de Cornejo. “Él no es nadie para venir a opinar siendo que no estaba arriba del micro. Yo estaba ahí y vi como un chico le pagó el pasaje a Patricia”, precisó la entrevistada a este medio.

Captura de pantalla: diario Uno - 1/9/17

Este no es el primer testimonio que choca con la versión oficial. Matías Silva, otro pasajero detenido aquel día, ya avaló públicamente la versión de Stibel. “Yo estaba en los primeros asientos. Vi cuando ella subió y no tenía carga. Así que le pidió a alguien que le prestara su tarjeta. El chico le pasó la RedBus y ella le dio $10”, relató Silva a diario Uno, según lo publicado por este matutino el 1 de septiembre.

Además de los testigos, existe otra prueba que sería concluyente para saber qué pasó realmente. Se trata del registro de las cámaras de video instaladas en el colectivo donde fueron detenidos Stibel y los demás pasajeros, aquel 16 de agosto, en horas de la mañana. Sin embargo, las imágenes aún no han sido incorporadas a la investigación.

Qué ves cuando me ves

Foto: Prensa Gob. Mza.

En su escrito de descargo, el gobernador, sin más constancias que sus propias palabras, intentó matizar sus dichos alegando que fueron sacados de contexto. No obstante, no hay que ser demasiado agudo para percatarse el despliegue del aparato policial que tiene a su disposición para perseguir a eventuales “enemigos”.

El día que increpó a los periodistas por la pregunta incómoda, Cornejo ya manejaba el dato de que Stibel había sido fiscal del partido Intransigente en las últimas elecciones, información que solo puede salir a la luz si se activan determinados dispositivos de rastreo que, evidentemente, están a merced del mandatario.

Fragmento del descargo del gobernador ante el Inadi.

“¿Ustedes saben que Stibel fue fiscal de un partido de la oposición?”, preguntó el Lic. Cornejo en aquella conferencia improvisada, como si se tratara de un antecedente delictivo comprometedor, o un estigma que explicaría, por sí mismo, el resto de la conducta pública de la trabajadora encarcelada.

Más allá del dato de inteligencia política, el gobernador no ofreció prueba legal alguna que avalara, ni más ni menos, que la privación de la libertad de una mendocina durante la vigencia del Estado de derecho.

Foto: Coco Yañez

“La diferencia entre Cornejo y yo es que yo tengo fe en toda la gente, yo veo a la gente y pienso que son buenas personas, lo veo a él y creo que es una buena persona”, dijo Patricia Stibel en una entrevista con este medio, publicada el 6 de setiembre. Tal vez, en ese concepto de confianza esté la clave para comprender toda esta lamentable situación, en una provincia donde la última semana la policía arrestó a un ciego que pedía limosnas en la calle.

 


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