Covid-19 en Casa de Gobierno: ¿Por qué murió Claudio Tapia?

El Ministerio de Salud de Mendoza reconoció que Claudio Tapia, trabajador de ese organismo, falleció a causa de coronavirus vinculado con una enfermedad previa. Lo que no informó el Gobierno es por qué el empleado público de 45 años, pese a sus antecedentes de salud que lo colocaban en una situación de riesgo, debía trabajar de manera presencial exponiéndose a un virus que le costó la vida.

Por Negro Nasif

“El Gobierno de Mendoza lamenta la pérdida del jefe del Departamento de Coordinación de Legajos Digitales. Se trata de Claudio Ernesto Tapia, quien falleció anoche y prestó 25 años de servicio en el Ministerio de Salud de la provincia”, comunicó el Ejecutivo este jueves en el sitio oficial de Prensa.

Llamativamente, en ningún párrafo del parte oficial se hizo mención a la causa de la muerte del trabajador, sino que ese dato fue transmitido posteriormente por medios de comunicación que, salvo en este aspecto, reprodujeron la fuente oficial. “Dolor por la muerte de un funcionario del Ministerio de Salud que contrajo Covid-19”, tituló diario Los Andes; MDZ informó que Tapia “estaba internado con coronavirus en el Hospital Privado”; en tanto que diario Uno se refirió al trabajador fallecido como “Otra víctima del coronavirus en Mendoza”.

Por su parte Diario Mendoza aportó información omitida por el gobierno y la prensa pautada. “A nuestra redacción llegaron varias comunicaciones de amigos de Claudio Tapia, un integrante de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, el hombre murió de coronavirus anoche, trabajó muchos años en Casa de Gobierno y aparentemente sufría problemas de salud que por protocolo necesitaba cuidados especiales, es más, tras conocerse su deceso integrantes del gremio y familiares están exigiendo respuestas a las autoridades provinciales, el motivo es que desarrollaba funciones presenciales integrando la excepción de los grupos de riesgo que contempla el protocolo de coronavirus”.

En el mismo sentido, Adriana Iranzo, secretaria general adjunta de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), acusó a Pamela Cuartara, jefa de Gabinete de Salud, de haberle negado “la licencia de riesgo al compañero que murió”.

A partir de fuentes del propio Ministerio de Salud y de allegados a Tapia (quienes solicitaron reserva de sus identidades por temor a represalias), EL OTRO pudo recabar elementos que abonan las versiones sostenidas por Diario Mendoza y la dirigenta de ATE.

“En el Ministerio hubo aislados por sospecha de estar infectados y varios  de esos casos dieron positivo de coronavirus. Claudio, de Legajos, trabajaba desde su casa porque era asmático pero (Pamela) Cuartara, como necesitaba gente, lo hizo reintegrarse. A los días dio positivo de Covid. Todo se agravó por su enfermedad anterior, terminó internado en el Hospital Privado y, después de varios días con respirador, su situación se tornó irreversible y lamentablemente falleció”, confió a este medio un trabajador de Salud con una larga experiencia en la administración pública.

Gente cercana a Tapia destacó la responsabilidad de Claudio con su trabajo, su gusto por el aire libre y la montaña y el amor que tenía por sus hijas. “No entendemos por qué lo obligaban a ir a trabajar si él podía hacer lo mismo desde su casa, y sabían que tenía problemas respiratorios”, señalaron con bronca a EL OTRO.

Este diario intentó comunicarse con funcionarios del Ministerio de Salud para conocer la versión oficial pero, como ya es costumbre, el oficialismo no brinda declaraciones a medios críticos. No obstante, a las 22 horas del jueves, mediante el habitual comunicado estatal acerca de la evolución de la pandemia, el gobierno reconoció la preexistencia de una patología que, vinculada al contagio de coronavirus, explicarían las causales del deceso de Claudio Tapia.

Entre los seis fallecimientos de “pacientes con COVID-19 en las últimas 72 horas”, contrasta fuertemente la edad de Tapia, 45 años, con el resto de las defunciones comprendidas en el grupo etario de riesgo. Pero lo que llamó aún más la atención de este diario es el reconocimiento por parte del Ministerio de Salud que “el paciente contaba con una enfermedad previa”. Confirmación que refuerza la sospecha de una repudiable desidia en la mismísima sede de gobierno, donde el trabajador del Estado se desempeñaba de manera presencial cuando debió ser cuidado de la exposición al contagio por sus antecedentes clínicos.

El gobernador Rodolfo Suarez y la ministra de Salud, Ana María Nadal, “lamentaron la pérdida de este trabajador, le agradecen el compromiso y la tarea realizada y envían el pésame a sus familiares”, dice el frío comunicado oficial.

Mucho más que una condolencia formal de esas mismas autoridades será imprescindible para que se aclare si el fallecimiento de Claudio pudo evitarse.

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