Mario Adaro señaló que su rol como juez no es ser justo, sino resolver conflictos y pacificar a la sociedad. “Pretender ser justo es pretencioso” (sic), planteó el ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, en el marco del relanzamiento de la página web de MDZ. Aunque reconoció que “leo títulos nada más y que casi no leo notas”, el supremo, otrora crítico de la posición dominante de las empresas de comunicación hegemónica, destacó al portal de la familia Terranova como un medio que contribuye a consolidar la democracia y una sociedad mejor.

Por Negro Nasif

No es frecuente que un juez, menos un magistrado de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, emita declaraciones públicas. De hecho, como hemos señalado varias veces en este diario, ni siquiera es posible conocer los rostros de la mayoría de los funcionarios judiciales que, bajo el pretexto de que solo hablan por sus sentencias, permanecen en una suerte de oscuridad–cuando no un sótano de la democracia– reñido con el sistema republicano.

El supremo Mario Adaro eligió al portal MDZ para sentar su posición sobre diversos temas, entre ellos el rol de la Justicia, su evaluación del desempeño de la Corte Nacional y la influencia de los medios hegemónicos sobre los magistrados. (Mirá la entrevista completa aquí).

Mendocita

Foto: Alf Ponce Mercado en: https://www.mdzol.com/estilo/2022/7/2/todos-los-sociales-de-la-impactante-presentacion-de-la-doble-portada-de-mdz-255632.html Captura de pantalla: MDZ

“Constituir el mejor gobierno” es el primer objetivo que plantea -desde el Preámbulo- nuestra Constitución de Mendoza desde 1916. El segundo: “afianzar la Justicia”. Sin embargo, aquellas ambiciones aparecen hoy totalmente empequeñecidas.

Fue el exgobernador Alfredo Cornejo quien, por ejemplo, limitó el sueño del mejor gobierno a la realpolitik de la revolución de lo sencillo. Frustrada aspiración de mínima que terminó plasmada en el modelo Mendocita trazado en los últimos años por su sucesor, Rodolfo Suarez.

Mario Adaro, juez de la Suprema Corte de Justicia Foto: Poder Judicial de Mendoza

Es ahora un juez de la Corte quien limita la centenaria propuesta constituyente de afianzar la Justicia –en su concepción liberal y no social- a las estrechas condiciones de posibilidad de la administración de los conflictos puestos en consideración de los tribunales.

“Creer que la Justicia tiene que ser justa es demasiado pretencioso. Yo estoy en otra línea, en otro paradigma, que es resolver conflictos y pacificar a la sociedad. Eso no significa ser justo”, señaló Adaro e insistió en su concepto con una formulación tautológica: “Pretender uno ser justo es pretencioso” (sic).

Lo que se viene

Marcha del #1F en Mendoza. Foto de archivo: Coco Yañez

Mirando en prospectiva, para el juez lo que se viene “es que a uno le someten un conflicto y uno lo tiene que resolver. ¿En el marco de qué? En el marco de las normas que todos hemos acordado que es el Derecho, la Constitución, los Derechos Humanos, etc.”

Según el juez del máximo tribunal mendocino, “resolver un conflicto y no simplemente dictar una sentencia” es el objetivo pragmático del Poder Judicial, al que le falta comprender –según su criterio- un mundo más complejo donde lo jurídico será menos relevante que otros temas, como “ambiente, sustentabilidad, tecnología, conflictos económicos, sociales, hambre…”

Marcha del #1F en Mendoza. Foto de archivo: Coco Yañez

Con ese prisma conceptual, Adaro fue tajante al condenar el desempeño de la Justicia argentina. “La Corte Nacional está transitando uno de los peores momentos desde el retorno de la democracia, después de la Corte de Menem”, dijo e inmediatamente simuló corregirse sin abandonar su tono de sorna: “Uy, fue fuertísimo. No sé qué quise decir…”

Ya nada es igual

“Leo títulos, nada más, casi no leo notas, salvo las que tengan ese engagement que le meten ustedes, pero en las notas de abajo, digamos. ‘Fijate tal…’ eso. Las más tecno, las más innovadoras, el resto medio como que me saturó”, fue la respuesta del juez ante la consulta sobre su experiencia como lector de MDZ.

Adaro, con un lenguaje poblado de terminología técnica propia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, reivindicó haberse convertido en un avatar para promocionar una formación académica, pero se mostró distante de cualquier consideración crítica sobre la vigente posición hegemónica de las empresas de comunicación. Evidenciando así un cambio notable en el posicionamiento ideológico que sostuvo al respecto durante la función pública en el Ejecutivo que, en 2011, lo catapultó sin escalas al sitial más alto del Poder Judicial.

Foto de archivo: Facebook M. Adaro

Los memoriosos recuerdan, por ejemplo, las denuncias del exministro de Gobierno de Celso Jaque en el programa 6,7,8, incluida su participación destacada en un móvil en vivo desde Mendoza, que la producción del programa de la TV Pública realizó en noviembre de 2010, en el marco de la Primera Vigilia por la Memoria, la Verdad y la Justicia, organizada por el Ministerio de Gobierno que Adaro encabezaba.

En el Canal de YouTube de la TV Pública todavía se conservan registros de las participaciones de Adaro en 6,7,8, optimista con las posibilidades de consolidación de la Ley de Medios, y muy agudo en contra del poder político-mediático.

Dijo el exministro peronista en 2011: “El problema es el tema monopolio, y no es un monopolio común, de cualquier producto, o de otro tipo de cosas, sino un monopolio en la idea que termina presionado a la política, que lo ha hecho durante su historia y en general lo que ha generado Clarín durante muchos años, en época de dictadura y en época de democracia”.

Vientos de cambio

Gladys Ravalle, Eduardo Galeano y Mario Adaro. Foto: Facebook M. Adaro 2011

Diez años después, evidentemente muchas cosas cambiaron. Adaro ya no es ministro del Poder Ejecutivo sino del Judicial. 6,7,8 y sus periodistas fueron estigmatizados y censurados por el gobierno de Mauricio de Macri –para siempre. Y el entonces político y ahora juez ya no da gestos públicos en manifestaciones en favor de los derechos humanos, sino en un evento empresarial de la familia Terranova, corporación con profundos vínculos con el expresidente y líder de Cambiemos.

“¿Cuál es la influencia real que tienen los medios grandes en la Justicia, si es que la tienen?”, le preguntó un periodista de MDZ a Adaro, en el improvisado set de radio montado en el Hotel Hyatt. Luego de tomarse unos segundos para elaborar la respuesta, el supremo salió por una tangente: “Hay un reformulación en general de la sociedad de la humanidad cruzada por otras dimensiones, y ese análisis uno lo tiene que hacer, te diría yo, hasta generacionalmente, y también dentro de los rangos generacionales desde la inclusión, y de ahí hacer el target o el perfilamiento de la influencia que ha cambiado absolutamente”.

Foto: Alf Ponce Mercado en: https://www.mdzol.com/estilo/2022/7/2/todos-los-sociales-de-la-impactante-presentacion-de-la-doble-portada-de-mdz-255632.html Captura de pantalla: MDZ

Finalmente, el juez destacó a MDZ como “un medio en el que, más allá de los planteos o no, siempre hay un micrófono abierto para el debate y me parece que eso es lo que consolida la democracia, una sociedad mejor”.

“La veleta no cambia, es el viento”, dijo en el siglo pasado el político francés Edgar Faure. Tal vez tenía razón.

 

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