Zondeado

Por Juan Pablo Barrera | Foto: Seba Heras

– “Hay zonda en altura” dice la mujer que esta detrás mío en el almacén, no respeta la distancia y yo me alejo. Imaginó que explicará con eso cierto funcionamiento medio “abombado” que tenemos los mendocinos ante el fenómeno Zonda con el cual justificamos muchas cosas.

A la mujer se le cae el barbijo mientras habla, se lo acomoda cada dos palabras. la chica corta el fiambre que le he pedido y la escucha, parece por educación, me mira y yo estoy todavía pensando en el viento en altura y en cómo se ve el cielo cuando el fenómeno ocurre, las nubes parecen pinceladas, creo que se llaman cirrus y al atardecer parecen naranjas. Me dan ganas de salir antes de que anochezca y poder ver ese cielo. Pido 100 gramos de mortadela más y unos 5 mignones.

La mujer sigue hablando, ya cuenta de dolor de cabeza y síntomas alérgicos en un día con casi 40000 casos, yo me alejo aún más.

La chica me entrega el paquetito de fiambre, pago y me parece caro, últimamente todo me parece caro. Me olvido de comprar puchos pero quería salir a mirar el cielo, y esta ahí como pintado, sin saber todo lo que pasa acá abajo, es un segundo de casi mirar un cuadro en la naturaleza. Estoy ahí parado mirando para arriba, se para un auto y me dice: “Y, ¿vas a ver atajar a Enzo Pérez? ¿Qué locura?” Bajo la cabeza y le digo: “Yo voy a ver a Central”. Vuelvo a comprar los puchos, anochece y espero que el fútbol me distraiga de esta sensación de zondeado.

 

Crónicas canallas #12

Crónicas canallas #11