“…Azul un ala…”

Por Juan Pablo Barrera | Foto: Seba Heras

Hace un tiempo atrás colgué desde la ventana una bandera Argentina, no fue por ninguna razón en particular, ni fecha, mucho antes del día de la bandera, incluso ya estaba ahí para la Copa América. No recuerdo la fecha, pero la encontré entre unas cajas de la mudanza, estaba arrugada y la ventilé colgada en la ventana.

 

Ayer subía la escalera y noté algunas banderas más, tal vez colgadas con motivos ciertos o incitadas por la aparición de la insignia en mi ventana.  Pensé en los símbolos, su significado y significante. En como “algunos” se “robaron” la bandera para causas de supuesta moral superior. Se hacen marchas enarbolando solamente banderas argentinas como representantes de ciertos ideales que sí representarían a ellos pero no a los otros que viven bajo la sombra del mismo estandarte.

Un poco me enoja esa sensación, sigo subiendo la escalera, desde la ventana de mi departamento flamea la bandera “…de la patria celeste y blanca, símbolo de la unión y de la…” me viene a la cabeza el versito que recitábamos en la escuela.

 

Llegando a la puerta del departamento creo escuchar a Prodan “Yo quiero a mi bandera…yo quiero a mi bandera…planchadita, planchadita, planchadita….”

 

He pensado en descolgarla, que no me asocien a reclamos que no son míos. Pero mi significado es otro, y ahí flamea mi bandera con toda mi simbología, mientras estoy mirando desde la ventana como el sol se esconde en el oeste sobre la majestuosa cordillera, y fumo un pucho que ya no tiene el sabor de antes, secuelas post covid que quizás ayuden a dejar este vicio, hay otros que ya no podré dejar. Todo pasa en mi cabeza a la hora del reposo del cuerpo y la mente suele ejercitarse con miles de pensamientos inconclusos que a veces logro escribir.

 

 

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