La rutina del deseo
Por Juan Pablo Barrera | Foto: Seba Heras
Llueve finito, todavía es de noche, aunque es de mañana. El ejercicio de la rutina repetitiva hace que se maneje por los mismos lugares de siempre y podría ser ayer o mañana. Junio de tener un color sería gris. La radio tiene algo de música para descansar del análisis de algún periodista que opina más de lo que analiza.
– Papá..
– ¿Siii? – Así alargando la iii, algo que hacía solo para que ella sonriera-.
– ¿Los deseos se cumplen?
– ….. Ehh… – bajo el volumen de la radio, busco alguna respuesta que sostenga ilusiones sin destruirlas, pienso un segundo más, ella mira por la ventanilla esperando respuesta…- Sí, a veces sí… – Contesto finalmente-.
– Ah, yo voy a pedir tres deseos… – Lo dice seriamente pero sonríe esperanzada-.
Todavía llueve, aunque parece que no moja. Y entonces ahora la pregunta, mientras la claridad asoma haciendo todo de un gris claro, es: ¿Los deseos se cumplen?
