El docente Daniel Giaquinta, quien brinda cursos de Retórica en la Facultad de Derecho de la UNCuyo, fue protagonista central de la banda de violentos que destruyó la muestra “8M – Manifiestos Visuales”, que se exponía en el Rectorado de la universidad laica, pública y gratuita. Con el rezo en latín de un exorcismo, el profesor y máster en Ciencias de la Información convocó a “quitarnos de encima al demonio de la blasfemia”. Luego, los fundamentalistas pasaron de las palabras de fe a los hechos delictivos, coronados por aplausos y el grito de guerra de la ultraderecha franquista “¡Viva Cristo Rey!”.
Por Negro Nasif
Con total impunidad, una banda de delincuentes destruyó la muestra 8M – Manifiestos Visuales que se exponía en el Espacio de Arte Luis Quesada.
Los hechos -que deberá investigar la Justicia- sucedieron este lunes por la tarde en las instalaciones del Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo, donde se exhibían obras “con una mirada crítica sobre la sociedad patriarcal”, en el Mes de los Derechos Humanos y el contexto del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, recordado el pasado 8 de marzo.
La violenta destrucción de la creaciones artísticas de más de treinta estudiantes, docentes y egresadas de la Facultad de Artes y Diseño, fue el último escalón de violencia de un grupo autodenominado “Católicos autoconvocados en Mendoza por imágenes blasfemas en la UNC”, quienes de manera premeditada organizaron un encuentro en el Rectorado “para que se retiren todas las imágenes ofensivas hacia la Fe Católica”, según consta en un texto que fue viralizado en los últimos días por militantes religiosos, a través de las redes sociales.
“Rezaremos el Santo Rosario y la Coronilla de la Misericordia en reparación y desagravio”, proponían los fanáticos ofendidos por las representaciones artísticas. Sin embargo, a las oraciones e invocaciones religiosas, le siguieron los discursos inflamados para enardecer los ánimos ya caldeados y, finalmente, los destrozos de todo arte que encontraron a su paso, tuviese o no supuesta alusión a la fe católica que los agresores decían defender.
Venganza por mano propia
Entre los más enfervorizados, un varón adulto -cuya identidad todavía no ha sido difundida- exigió insistentemente “a las autoridades que retiren estas obras blasfemas” y condujo el rezo del Rosario para pedir a la Virgen María “la protección de nuestra patria católica”. Con una velada justificación de lo que vendría más tarde, el energúmeno señaló a las y los presentes que “el Gral. San Martín ordenaba castigar a aquellos que blasfemaban contra la Virgen María”. “Ordenaba incluso traspasar la lengua con hierro candente a aquellos que blasfemaban contra nuestra Señora”, dijo, como si evocara a Tomás de Torquemada en lugar del Libertador de América. “Los medios se amparan en la libertad de expresión, no nos equivoquemos”, previno a la concurrencia que hostigaba e insultaba a periodistas de Unidiversidad, como Nicolas Zervos, que tomó registro audiovisual de los lamentables sucesos.
Otro de los protagonistas de las arengas sí pudo ser identificado. Se trata del docente Daniel Francisco Giaquinta, quien pidió a los fieles que lo acompañaran en un rezo de exorcismo contra el Diablo. “Cuando hay blasfemia oficial instituida por la autoridad está el exorcismo para quitarnos de encima al demonio de la blasfemia”, justificó el profesor y máster en Ciencias de la Información, antes de iniciar sus oraciones en latín, la lengua exclusora de la Iglesia Católica previa a las reformas del Concilio Vaticano II de 1959.
De acuerdo con información difundida en portales públicos, Giaquinta ha dictado numerosos cursos de Retórica en la Facultad de Derecho de la UNCuyo, es formador de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa de Mendoza, capacitador de planta en la Escuela de Gobierno de la Legislatura Mendoza y profesor de la Universidad Católica Argentina. Además ha sido columnista asiduo de la página web Adelante la fe, donde escribió artículos tales como Lo blandengue dentro de la iglesia, La Tibieza como sustancia del catolicismo moderno y Tecnología y Magia en las manos del Anticristo. En este último texto, el coach en comunicación presagió: “La Bestia del Mar podrá mostrar su Imagen a todos, defendida por el Falso Pastor, desde que la tecnología-magia ha logrado esconder la realidad y hacernos creer que lo virtual es real”.
Lo real en la UNCuyo fue la aparente insuficiencia de los rezos y las palabras para desagraviar a Dios y a la Virgen, y la evidente prepotencia de las instigaciones que derivaron en saña contra las obras artísticas, quedando reducidas a pedazos que fueron desparramados en toda la sala de arte, mientras los concurrentes celebraron la destrucción con aplausos cerrados y vivas a la Virgen, San José y Jesucristo.
“¡Viva Cristo Rey!” gritaron. La misma consigna de guerra -vaya casualidad- de la falange franquista española del siglo pasado, que también blandieron en diciembre de 2004, en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, los militantes de la ultraderecha católica que destruyeron obras del prestigioso artista argentino León Ferrari, durante una muestra retrospectiva por sus 50 años de trayectoria.
Oscurantismo explícito y repugnante, a tres días de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, y en el mismo año que la gran mayoría de las y los argentinos celebramos cuatro décadas de recuperación de la democracia.
Comunicado de la Facultad de Artes y Diseño
Hoy asistimos con horror a un atentado a nuestra institución perpetrado en el Espacio de Arte Luis Quesada del edificio de Rectorado donde se llevaba a cabo la muestra 8M – Manifiestos donde participaron más de 30 artistas que expusieron obras artísticas que representan sentimientos, voluntades, y miradas diversas que aportan a la transformación social que fomenta nuestra sociedad. Nuestro repudio es absoluto e inclaudicable frente a estas prácticas antidemocráticas.
Tenemos un posicionamiento muy claro respecto a la Universidad y la sociedad que soñamos. La Facultad de Artes y Diseño, como integrante de la Universidad Nacional de Cuyo ejerce tal cual lo menciona el Art. 1 de nuestro estatuto, la autonomía y autarquía con un fuerte sentido de responsabilidad social y comprometida con la educación como bien público gratuito y laico. Nos encontramos en un mundo cada vez más convulsionado: sumidos en debates donde muchas veces imperan determinados dogmas que no permiten que nuestra sociedad pueda dirimir sus diferencias. Los mecanismos violentos no forman parte de la Universidad que soñamos. Creemos necesario el impulso de espacios de diálogo e interacción sociocultural para el conocimiento. Diálogo e interacción sociocultural es el binomio que hace a la formación crítica que entendemos que requieren estos tiempos.
No es casual que estos debates se den en un año donde celebramos 40 años de la recuperación del orden democrático en nuestro país. Este proceso presentó y presenta grandes desafíos; pero debemos reconocer que las sociedades que avanzan son aquellas que construyen desde la crítica, el debate, así como la construcción de consensos. No es casual que esta muestra de violencia fundamentalista ocurra en la semana del 24 de marzo: Día de la memoria por la verdad y la justicia. La noche más oscura de la Argentina llegó y se instaló a través de mecanismos de violencia e intolerancia como tales. Se suma al horror, el mensaje de censura esgrimido por quienes perpetraron estos hechos que quedarán grabados como una muestra más de lo que sucede cuando se perturban y se socavan los derechos de libertad de expresión conquistados y se entrecruza el arte con la intolerancia de los actos de corte fascista que protagonizaron la tarde del día de hoy.
Hacemos un llamado a todos los miembros de la comunidad educativa al diálogo responsable. Nos debemos a la construcción de una sociedad cada vez más plural, en avance, en respeto, y con la participación de todas las expresiones. El arte y las expresiones culturales no pueden ser rehenes ni de sustento ideológico para movilizar a los fundamentalismos y a la intolerancia.
Mendoza, 20 de marzo de 2023.
