En su primera jornada de lucha de esta semana, los trabajadores de la educación marcharon en unidad por el microcentro mendocino. Por segunda vez en menos de diez días, una multitud exigió salarios dignos y más presupuesto para educación. Hoy continúa el paro del SUTE.

Fotos: Coco Yañez y Cristian Martínez

Veinte minutos después de las 19 arranca la marcha del lunes. Miles de trabajadores de la educación, encabezados por sus dirigentes del Sute, Sadop y Fadiunc inician desde el km0 de la Ciudad de Mendoza su camino de protesta hacia la Legislatura provincial.

“Más para la educación”, gritan una y otra vez las maestras, profesores, administrativos y celadores de la educación pública y privada, en la primera jornada de lucha contra el ajuste del gobierno de Alfredo Cornejo sobre los salarios y el presupuesto del sector.

 

 

Avanzan por San Martín hacia el norte y doblan por Las Heras. Desde lo alto de un puesto de control policial se puede observar la marea colorida y plural de educadores de toda la provincia, con carteles y creatividad en sus cantos. “Cornejo, mentís, pagá los veinte mil”, increpan con ironía al gobernador, recordándole sus declaraciones falsas a una radio de Buenos Aires.

“El salario promedio de un docente en Mendoza es de 18 mil a 20 mil pesos”, dijo hace unos días el mandatario provincial ante el micrófono porteño de Jorge Lanata. Con una fotocopia gigante de un bono de sueldo real, con la cifra $10.577, un grupo de maestras insisten en desmentirlo.

 

 

La insuficiente propuesta salarial del Ejecutivo que desembocó en el fracaso de la paritaria, por debajo de la pauta inflacionaria anual y sin resarcimiento de la pérdida de poder adquisitivo, fue motivo fundamental de la importante movilización, aunque no el único eje de los reclamos. Exigencia de mayor presupuesto para educación, infraestructura escolar para las escuelas, merienda y transporte para los alumnos, oposición al cierre de cursos y el rechazo persistente contra el ítem aula, estuvieron entre las principales reivindicaciones.

Detrás del camión que abre paso con música de murga por la calle Patricias Mendocinas, la nutrida columna gana el ancho de la calle. Trabajadoras de la educación con sus niños en cochecitos, un docente con su hijita colgada del pecho, un grupo de jubiladas gritando sin descanso, transeúntes aplaudiendo desde las veredas y turistas extranjeros asombrados por la novedad, forman un paisaje humano pacífico que expresa demandas democráticas. “Que lo vengan a ver, la escuela está en la calle aunque Cornejo no quiera ver”, improvisa una agrupación del Sute.

 

 

Una niña llama a su “seño” desde la vereda. La maestra reconoce la voz de la alumna, gira, levanta su mano y ambas sonríen celebrando el encuentro casual. “Vayan a trabajar”, grita una señora que camina a contramano. “Ya trabajamos esta mañana”, le contesta una joven de guardapolvo sin ir más allá de la provocación. “Es imposible hacer paro con los descuentos del día, el presentismo y el ítem aula”, reconoce la docente del Valle de Uco, cuando EL OTRO le consulta sobre la adhesión a la huelga de 48 hs convocada por el SUTE. “Mi nombre es Maestro, mi apellido Dignidad”, pronuncia en letras celeste sobre un afiche blanco una pancarta sostenida por otra docente, unos pasos más atrás. “Dignidad”, esa palabra se repetirá incontables veces durante la hora y media de protesta.

La tarde es muy agradable. Entre el sonido de la multitud se oye la melodía de una flauta, confundida con los cánticos, los bombos y una pelea de perros que repentinamente hace que se disperse la gente por unos segundos. Después sabremos que se llama Laura la docente que interpretará el himno cuando la marcha llegue a la Casa de las Leyes, al ritmo de “docente luchando también está enseñando”.

 

 

Esther Linco Lorca (Sadop)

Ya frente a la Legislatura, los afiliados del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación, el Sindicato Argentino de Docentes Privados, el gremio de los docentes universitarios, agrupaciones sindicales que se solidarizan con la protesta, junto con estudiantes, trabajadores que fueron por la propia y algunos dirigentes políticos, rodean un escenario improvisado, ocupando la intersección de Patricias, Peatonal Sarmiento y la Plaza Independencia.

Laura, la música de la flauta traversa que hace minutos se abrió paso entre los chocos en pugna, arenga desde el acoplado/escenario: “Cantemos fuerte que nosotros somos los que sostenemos la educación pública…” Y todo es emoción en el aire difícil de resistir: la música del viento en la flauta, el himno argentino en miles de voces montadas en la melodía del instrumento, los puños y dedos en alto jurando “con gloria morir…”

Mariana Ábrego (AUN)

 

Francisca Staiti (Fadiunc)

 

Sebastián Henríquez (Sute)

Luego vendrán los discursos apelando a la unidad de los trabajadores de Esther Linco Lorca (Sadop), Mariana Ábrego (Agrupación Universitaria Nacional), Francisca Staiti (Fadiunc) y Sebastián Henríquez (Sute).

El secretario general de gremio docente estatal desafía al gobierno de Alfredo Cornejo a dar un debate abierto sobre la educación pública y, tras reconocer que los educadores recuperaron su capacidad de movilización masiva en la calle, asegura que el triunfo político de las y los docentes se dará más temprano que tarde. “Si el SUTE se tiene que poner a la cabeza para enfrentar el ajuste de este gobierno, lo vamos a hacer”, cierra confiado Henríquez en medio de los aplausos.

Debajo del escenario, un docente levanta un cartel negro con letras blancas, como tiza sobre pizarrón. “Mientras existan maestros de pie, no habrá pueblos de rodillas…”, dice la precisa síntesis del día.

 


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