La poesía en tiempos de pandemia. Reflexiones de Victoria Urquiza en entrevista con EL OTRO desde su casa. Proyectos y posibilidades de algunas colectivas poéticas mendocinas.

Fotos: Gentileza

Colectivo Write Like a Girl Foto: Gentileza

Victoria escribe poesías y se organiza. Trabaja y se organiza. Admite su posición de derechos básicos satisfechos en un contexto complejo en el que parece que hubiese que aclararlo cada vez que cientos de miles de personas no pueden cubrir las necesidades esenciales.

EL OTRO se comunicó con Urquiza para conocer los proyectos -varios- que integra y sus impresiones respecto del particular momento que enfrentamos ciudadanas y ciudadanos en Mendoza.

¿De qué va tu trabajo? ¿Qué te gusta hacer con las letras?

Yo soy poeta. Tengo mis proyectos individuales pero al mismo tiempo apuesto mucho por lo colectivo. Estoy en dos colectivas, una que se llama Write like a girl por el juego de palabras con Fight like a girl. El colectivo tiene cuatro años y en el momento en el que lo fundamos eran lemas que circulaban bastante. Nació en el año 2016 y tiene la particularidad de que somos todas egresadas de la Facultad de Filosofía y Letras (de la UNCuyo), lo que de alguna manera nos da cierta estética de la que intentamos salir.

La otra colectiva se llama PAP y hacemos performances poéticas, además de la producción de poesías le ponemos el cuerpo a la experiencia.

Todos los martes enviamos por WhatsApp un audio con una lectura. El proyecto se llama Literatura zombie y lo realizamos con Laura Martín que es una colega de la facu. La idea es acercar la poesía a lugares cotidianos. También hacemos intervenciones públicas y sueltas de poemas.

Así que por ahí van mis líneas de trabajo en cuanto a la poesía.

Colectivo PAP Foto: Gentileza

¿Qué quiere decir PAP?

PAP quiere decir Poetes Apátrides Pasajeres. El nombre surge de la propuesta de viajar. Estábamos yéndonos a Chile y necesitábamos tener una identidad como para poder reflejar el grupo. Éramos al principio un menjunje de gente (ríe) y después decidimos agruparnos y surgió el nombre con la decisión de seguir viajando.

Hicimos dos viajes a Chile y nos agarró la pandemia. Estamos varados acá.

En Mendoza hemos presentado plaquetas y un fanzine que lo autoeditamos -estamos trabajando sobre la próxima-, además de las participaciones de eventos a los que nos han invitado.

Vale aclarar que las dos colectivas son feministas. Write like a girl no empezó siendo abiertamente feminista. Era un primer acercamiento entre nosotras pero, no tanto desde lo panfletario sino desde la acción política, se fue haciendo feminista. Cuatro años atrás hacíamos los primeros pininos, hoy la postura es explícita.

Literatura Zombie Foto: Gentileza

¿Qué hacen en Write like a girl?

Ahora estamos proponiendo la escritura colectiva. Al principio editamos en Peces de ciudad, que es una editorial de Buenos Aires, una antología que fue una reunión de textos de cada una de nosotras. Luego nos dimos cuenta de que la mecha era la escritura colectiva en sí misma.

Hace dos años que surgió, como primer texto colectivo, un manifiesto a partir del ejercicio de un cadáver exquisito, y después también tenemos una serie de textos escritos de manera conjunta. En aquel momento también arrancamos una especie de novela que está a la espera de edición. Digo especie porque no tiene un género tan determinado y tiene prosa poética, es algo experimental, aunque creo que es amena.

En lo último que estamos trabajando es en lo interdisciplinar. El año pasado nos juntamos con la artista Paula Dreidemie en una muestra que ella realizó en el Museo Carlos Alonso. En esa muestra hicimos una presentación performática además de la presentación de la producción colectiva.

Colectivo Write like a girl Foto: Gentileza

¿Además de todo esto das clases?

Sí, doy clase. Trabajo en la facu de filo y letras, ahí doy literatura francesa, y desde la cátedra pudimos sacar con la editorial de la facultad una antología con las producciones literarias de les alumnes que justo lo liberaron en la página oficial en estos días de pandemia. Re contenta con esto.

¿Qué te pasó en este tiempo con la pandemia y la virtualidad?

Creo que pasamos por un proceso de adaptación, tanto en el trabajo de la facu como en la producción de textos, en el que la virtualidad irrumpe.

En PAP estábamos programando viaje y eso se ha visto detenido. En la otra colectiva también empezamos a buscar opciones para el trabajo en conjunto.

Colectivo Write like a girl Foto: Gentileza

¿Y a vos en particular?

A mí me pasó algo raro porque soy muy adepta del cara a cara, me gusta lo que se produce en el encuentro, esa comunión que sucede.

Pero al mismo tiempo ha sido un momento para parar (suelo estar corriendo de un lado al otro) y en ese punto es interesante, más allá de que se entiende que una tiene un montón de privilegios como poder estar en casa trabajando con ingresos y cierta estabilidad.

Si lo tengo que mirar desde un punto algo egoísta, ha sido un tiempo de revisar y pensar cómo se sigue y qué es lo que estaba pasando. Quizá era necesario un stop.

¿Qué te alegra y qué no?

Este momento es tan fluctuante y yo soy tan fluctuante, al mismo tiempo, que no es muy fácil responder esto.

Me pasó en particular que el otro día salí a comprar y la persona que me dio la verdura me rozó la mano sin querer y fue como ¡guau! hace un montón que no tengo contacto físico. Yo estoy muy acostumbrada a los abrazos y los saludos…

Eso sería algo que me está costando. El tema de los vínculos. Creo que se vuelve difícil. Yo vivo sola con mis gatas.

Por la positiva, lo que te decía recién. Esto de frenar un poco, ir para adentro y hacer cosas que de otra forma no hubiese podido como talleres.

Con las chicas del Write… estamos organizando un evento para el 2 de mayo en el que vamos a invitar a poetas de distintas provincias. La idea es que sea federal. En modo virtual esto se facilita un poco.

Literatura Zombie Foto: Gentileza

¿Modifica tu escritura?

Yo no puedo escribir sobre algo que me está pasando en el momento. Necesito cierta distancia para tener un poco de perspectiva, necesito la lejanía.

Pero, de todas maneras, me han estado surgiendo cosas desde lo onírico. Aparecen otros recursos y otras formas, otros temas.

Una siempre está enroscada con lo mismo. Yo soy de hablar siempre del paso del tiempo, la muerte, el amor y desamor… Típicos tópicos de alguna manera. Ahora empiezan a surgir temas con el cuerpo y otras cosas diferentes.

La quietud con conexión. Veía en un estudio el otro día que los árboles de los bosques están conectados por las raíces, y yo tengo esa sensación de que estamos todes conectades.

¿Qué ves y esperás para adelante?

Por una parte creo que la poesía siempre va a estar. Me gusta pensar que ahí donde hay una carencia, un vacío, una pregunta metafísica, está la poesía para rondarlo, para rondar el sentido pero también para sobrepasarlo.

Creo que la poesía tiene algo de profético en algún punto.

Su ritual, me gustaría que se mantenga.  Una forma de decir pero también de decirse a une misme.

Respecto de la vida espero que surja esa transformación tan necesaria que de alguna forma estamos gestando sin darnos cuenta. Que todo esto sirva para pararnos de otra manera y encontrar otras formas.

Creo mucho en lo colectivo y, como han aparecido caras muy nefastas, vemos gestos muy solidarios con mucha empatía.

Hay optimismo de mi parte, o al menos esperanza. Porque es lo último que se pierde…

 

#EstamosEnCasa: Franco Trovato Fuoco

Tania Casciani: “Este momento es para pensar qué necesita el teatro”