En solo unos días, casi la totalidad de las carpas de la laguna El Viborón quedaron flotando sin vida por causas aún no determinadas. Entre las hipótesis del desastre se evalúa la posible contaminación con agrotóxicos y el aumento de la concentración de salinidad. Policía de Mendoza e Irrigación tomaron muestras de agua y de peces muertos aunque, a diez días de la tragedia, no hay una respuesta del Gobierno Provincial que explique qué pasó y cuál es el grado de peligrosidad actual para la vida humana, animal y vegetal. Ambientalistas de Guaymallén presentaron una demanda penal para que se determine quiénes fueron los responsables de una mortandad cuya magnitud no registra antecedentes en la historia de este humedal mendocino. 

Por Negro Nasif

El agua de Mendoza

Foto: Mariana De Stefano

“En el Día Mundial de los Humedales renovamos nuestro compromiso de conservación de los mismos en nuestra provincia”, sostuvo el pasado 2 de febrero Humberto Mingorance, secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza. En ese mismo momento, a 30 km de su despacho, agonizaban las carpas de la laguna El Viborón.

Las imágenes registradas en Rodeo del Medio (Maipú) son desoladoras. Muestran parvas de innumerables pescados descomponiéndose en las orillas del espejo de agua. “Pudimos rescatar unas pocas carpas, el resto se murieron todas, de un día para el otro, no sabemos por qué”, asume con tristeza Cecilia Salvatierra en diálogo con EL OTRO. La mujer vive desde que nació en ese lugar y hoy es casera del Club de Pesca Deportiva Cristóbal Colón, una institución civil que fundaron sus bisabuelos hace casi un siglo.

Foto: Asamblea Socioambiental por el Agua de Guaymallén

Durante la última semana de enero los peces comenzaron a comportarse de una forma extraña. Según relata Cecilia, las carpas estaban alteradas, saltaban y buscaban las orillas de la laguna, como si estuvieran en el desove de octubre, y no en pleno verano.

“En 26 años que tengo nunca vi algo semejante. Desde el domingo 31 empezaron a flotar peces muertos, intentamos salvarlos pero en unos días ya eran cientos. Llegamos a juntar en la orilla más de 1200 carpas muertas y ya no dimos más abasto. Como las parvas empezaron a podrirse, unas máquinas de la Municipalidad hicieron zanjas y las enterraron”, cuenta Cecilia y resalta con asombro que no imaginó nunca que “semejante cantidad de peces hubiera en la laguna”.

Foto: Mariana De Stefano

No obstante los desesperados esfuerzos de la gente del lugar para evitar el desastre, solo se pudieron salvar unas 80 carpas que fueron trasladadas a una represa cercana con agua segura. Pequeña cantidad comparada con las más de 2000 que perecieron rápidamente. Sin embargo -señala Salvatierra- causó extrañeza que mientras casi la totalidad de los peces de esa especie murieron, el resto de la fauna del lugar habría resultado ilesa. Mojarras, dientudos, bagres, nutrias y cisnes, entre otros animales, siguieron con vida y no presentaron comportamientos que evidenciaran alguna afección.

Esta particularidad abrió distintas hipótesis acerca de las razones de la mortandad de las carpas aunque -reconoce Cecilia- “solo podrá saberse la verdad cuando estén los análisis de las muestras que tomó Irrigación y Policía de Mendoza y, que según nos dijeron, van a demorar más o menos un mes”.

¿Lo que mata es la escasez?

 

La falta de renovación hídrica de este espejo de agua, y el consecuente aumento de la concentración de salinidad, aparece como uno de los supuestos para explicar la mortandad en masa. Sin embargo, no se descarta una eventual contaminación con agrotóxicos provenientes de cultivos cercanos aguas arriba, ni tampoco se excluye que el daño irreparable haya sido provocado por alguna persona. En cualquier caso, no se sabe si el agua seguiría contaminada y cuáles podrían ser las consecuencias para la flora y la fauna y las personas que siguen visitando el lugar, incluso niños que se bañan en la laguna.

“Desde hace tres años que no hay reposición de agua”, señala la joven entrevistada por este medio, quien conoce palmo a palmo el club al que concurrían amantes de la pesca deportiva con caña. “En los últimos seis meses no hemos recibido ni una gota de agua, por lo que me parece poco probable que hayan bajado agroquímicos desde las fincas, pero también podría ser una contaminación intencional. Todo puede ser, lo sabremos dentro de un mes cuando estén los análisis”, plantea Cecilia notoriamente preocupada por lo ocurrido que, además de significar un daño tremendo para este ecosistema, comprometerá el futuro de una organización civil que tenía a las carpas como principal atractivo de los pescadores deportivos. “Esperemos que hayan quedado algunas chiquitas para poder repoblar, pero nos va a llevar mucho tiempo”, se esperanza.

Denuncia penal

Foto: Mariana De Stefano

El 2 de febrero, miembros de la Asamblea Socioambiental por el Agua de Guaymallén visitaron la laguna con el objetivo de realizar un video-poema para recordar el Día Mundial de los Humedales, fecha de reconocimiento de la Convención de Ramsar, firmada en Irán en 1971.

“Nos encontramos con este terrible panorama de los peces muertos y nos anoticiamos que la gente del lugar ya había comunicado a Medio Ambiente y se habían llevado muestras de agua de las que no hubo resultados”, informó la organización en sus redes sociales. “Cientos de peces flotaban muertos en las orillas y en montones llenos de moscas, la podredumbre era abrumadora y el agua de la laguna mostraba un descenso alarmante”, detallaron.

Foto: Asamblea Socioambiental por el Agua de Guaymallén

EL OTRO entrevistó a Adriana Corvalán, integrante de la Asamblea guaymallina, quien confirmó que realizaron una denuncia penal en la Fiscalía N° 16 de Maipú y que, además, presentaron una nota en la Tercera Delegación del Departamento General de Irrigación de Km 8, responsable del Sistema Arroyo Leyes-Tulumaya donde se encuentra El Viborón.

“Creemos que Irrigación es la principal responsable, ya que hay una Dirección de Gestión Ambiental del Recurso Hídrico creada recientemente y esa dependencia debe controlar la calidad y cantidad de agua de todo el sistema de humedales. El mismo día que nosotros fuimos a la laguna, Irrigación publicó, a propósito del Día de los Humedales, que había controlado el sistema Leyes-Tulumaya, lo cual parece que no es cierto. La laguna El Viborón, La Paloma y Soria no están en circunstancias normales y no han sido monitoreadas. Han bajado muchísimo su nivel de agua, lo que puede generar las subas de salinidad. Pero no vamos a saber qué pasó hasta que no estén los resultados de los análisis”, cerró Corvalán.

 

Fotos de archivo de Mariana De Stefano

 

 

 

 

 

 

 

 

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