La Dirección General de Escuelas pretende limitar el ingreso de estudiantes a los institutos de Educación Superior. La decisión se instrumentaría mediante una evaluación eliminatoria en el mes de marzo, bajo el slogan “para elegir la docencia”. Anunciada como una solución a la deserción, la disposición está en línea con el proyecto educativo del macrismo consignado en el “Plan Maestro”. Las instituciones afectadas se oponen a la determinación oficial, con duras críticas, y avanzan en un plan de lucha.
Ajustar sensiblemente
La Dirección de Educación Superior (DES) de la DGE resolvió limitar el ingreso a los Institutos de Educación Superior de Mendoza a través de un examen eliminatorio. La novedad se dio a conocer en el marco de una “jornada de sensibilización” a la que fueron convocadas las autoridades de los establecimientos afectados. Gustavo Capone (director de Educación Superior) y Celia Chaab (a cargo de la Dirección de Calidad Educativa) informaron que la prueba se realizará el 12 de marzo de 2018 a las 16:30 de forma simultánea en toda la provincia, y que la calificación para el ingreso requerirá un mínimo del 70%.
A pesar del eufemismo utilizado para denominar el encuentro, la preocupación de quienes transitan cotidianamente los exterciarios fue instantánea y se cristalizó en repudio público. Los cuestionamientos a la medida de la DGE son múltiples, aunque coinciden en calificarla como ilegal, discriminatoria y violatoria de la autonomía institucional.
¿Y la autonomía?
La avanzada del oficialismo cosecha generalizado rechazos. Docentes, alumnos, personal de apoyo y graduados se reúnen en asambleas y comienzan a hacer públicas sus oposiciones al proyecto de la DGE, que podría coartar las posibilidades de formación de cientos de alumnas y alumnos mendocinos.
El Consejo Directivo del ISFDyT 9-003 “Mercedes San Martín de Balcarce” resolvió ayer “rechazar por unanimidad el programa de evaluación restrictivo” y en contraste a la intentona oficial “avalar y ratificar el plan de ingreso institucional aprobado por este Consejo”.
En Tunuyán, la comunidad educativa del Normal Superior “General Toribio Luzuriaga” se constituyó en asamblea permanente y decidió “rechazar cualquier medida que vulnere las atribuciones de los Consejos Directivos, el ingreso libre e irrestricto al nivel superior y los derechos de los estudiantes”.
En tanto que el miércoles, el Consejo Directivo del Instituto Superior 9-002 “Tomás Godoy Cruz” también se opuso al modelo de ingreso propuesto por la DES y en tono crítico consideró que “dichas reformas se sujetan a parámetros de evaluación externos a los procesos de formación superior y los fundamentos referidos a calidad educativa están ausentes”.
Por su parte, el IES Nº 9-010 “Rosario Vera Peñaloza” de San Carlos repudió la decisión del gobierno escolar y llamó a todas las comunidades educativas del Valle de Uco a concentrarse, en la plaza principal de Tunuyán, el próximo jueves.
La contrariedad traspasó la frontera de las instituciones implicadas y se multiplicó en las redes sociales. Una carta pública elaborada por un docente y dirigida a las autoridades de la DGE se transformó en uno de los posicionamientos más viralizados. Apostando al recurso de la ironía, el emisor asumía coincidir en el diagnóstico sobre los altos índices de deserción. Aunque a la par ridiculizaba el examen eliminatorio como solución mágica: “¿Podrían darnos una copia del estudio que demuestra que la alta deserción se debe al bajo nivel de los ingresantes?”, porque “nosotros nos venimos partiendo la cabeza trabajando sobre variables como situación familiar, trabajo, hijos, escuela de la cual provienen, distancia de la institución, etc.”.
El marco maestro
Tras la imposición del ítem aula, el gobierno de Mendoza se posicionó como el más fecundo para inaugurar el Plan Maestro ideado por el gobierno nacional. Tamaña expectativa, más allá de la obediencia vocacional del director general de escuelas Jaime Correas, exige multiplicar los frentes de conflicto.
En términos estratégicos, el “Plan” busca socavar la educación pública –aún considerada por la mayoría de nuestra sociedad como un pilar de integración fundamental- para orientar el sistema a las necesidades del mercado y los valores que conlleva. El modelo registra antecedentes -actualmente exhibidos- en la Ciudad de Buenos Aires, que hace poco se topó con la lucha estudiantil en su intento de imponer las pasantías gratuitas en secundarias.
La carrera maestra empezó hace rato y prevé metas en el corto, mediano y largo plazo. Algunas herramientas en pos del objetivo están en práctica y adquirieron incluso cierta fama: el incumplimiento de la paritaria nacional docente exigida por ley –con su consecuente fragmentación en la negociación colectiva- o el operativo Aprender, parámetro de sanción o premio según el desempeño de cada escuela, docentes y alumnos incluidos, califican como botón de muestra.
La decisión de restringir el ingreso al sistema de educación superior se inscribe como un capítulo de este plan y atenta contra el desarrollo territorial que esta instancia educativa sostiene para garantizar el acceso a la educación. Un derecho esencial que contempla nuestra constitución.
La resistencia de los institutos se replica y crece. Mañana a las 12, en la Sede Central del SUTE, la Asamblea de Trabajadores de Educación Superior definirá cómo avanza con su plan de lucha.
