Este lunes, el Sindicato de Prensa de Mendoza llevó a cabo una nueva jornada de protesta en las puertas del diario Los Andes. Con una olla popular y una radio abierta, las y los trabajadores rechazaron los despidos, retiros voluntarios,  “aumentos miserables” y pagos irregulares, en los medios de comunicación hegemónicos. El gremio denunció que el vaciamiento sistemático de las empresas conlleva una disminución de voces en el periodismo que atenta contra la democracia”.

Fotos: Coco Yañez

La semana pasada el Grupo Clarín, en medio de negociaciones paritarias, despidió a Javier Chacón y Alejandro Furlotti, trabajadores de prensa del diario Los Andes.

Las cesantías injustificadas forman parte de un prolongado plan de ajuste que la empresa hegemónica de comunicación viene desarrollando en los últimos años y que, todo parece indicar, planea profundizar en los meses venideros.

Desde el Sindicato de Prensa de Mendoza (SiPreMza) repudiaron los despidos de sus compañeros al tiempo que los calificaron como “una represalia de la empresa en medio de un plan de lucha ante el intento de los empresarios de prensa de Mendoza de clausurar la paritaria con un aumento del 15%, frente a una inflación galopante”.

El contexto del recorte

La arbitraria medida de Clarín, que replica en las terminales de su holding mediático, se da en un contexto creciente de achique de medios. Las y los trabajadores son la principal variable de ajuste.

“La crisis social y económica por la que transita el país tiene su correlato particular en el conjunto de las y los trabajadores de prensa mendocinos. El recorte, el ajuste, la pérdida de fuentes de trabajo los convierte en uno de los sectores más castigados por el modelo económico y las decisiones de los dueños de los medios”, denunció SiPreMza.

De acuerdo con el sindicato, “durante el último año, se perdieron más de sesenta puestos de trabajo en todo el territorio provincial, entre despidos y retiros voluntarios a los que se debieron someter quienes vieron amenazado su futuro en las empresas periodísticas locales”.

Libertad precarizada

El cese unilateral de las fuentes de trabajo no siempre se tradujo en telegramas de despidos, sino que también se viene ejerciendo una continua presión sobre trabajadores y trabajadoras de prensa para que abandonen “voluntariamente” sus puestos. “El golpe más reciente ocurrió en Grupo América Mendoza (Vila-Manzano), con una treintena de trabajadorxs que tuvieron que optar por su salida del multimedio, aunque los casos se repiten en todo el sector: Los Andes, LV 8 Radio Libertador, Radio y Televisión Argentina (RTA) y LV 4 San Rafael”, puntualizó el gremio.

El vaciamiento del Grupo Vila-Manzano, además de las desvinculaciones laborales, conlleva “conductas fraudulentas, generando deudas millonarias por la falta de aportes jubilatorios y a las obras sociales de sus empleados y empleadas”, cuestionó SiPreMza y graficó con crudeza las consecuencias de estas estafas empresariales, en las que también incurre Medios Andinos S.A. del Grupo Álvarez: “Asestan un doble golpe a los trabajadores/as, quienes además de las dificultades para cobrar sus salarios deben afrontar de su bolsillo lo que no paga la empresa para no quedarse sin servicio de obra social. Realizan los descuentos, pero se quedan con su plata, lo que configura un delito penal”.

El grupo Alturas participó de la radio abierta en la puerta de Los Andes. Foto: SiPreMza

La condiciones de flexibilización en los medios de prensa mendocinos también afecta particularmente al salario de las y los trabajadores. “En todo el año solo recibieron un 8% de aumento salarial, y los empresarios pretenden que la caída del poder adquisitivo sea aún mayor, ya que la intención es dejar que el incremento en el periodo sea tan solo del 17%. Así, habría una brecha de 30 puntos frente a la inflación estimada, configurando, de esta manera, la peor oferta salarial del país”, evaluó el sindicato y anunció que continuará con su plan de lucha para resistir el cierre unilateral de la discusión salarial en base a “aumentos miserables”.

Menos voces

Obviamente, los despidos y la precarización laboral afectan la calidad y multiplicidad de voces en la prensa local y, en consecuencia, debilitan la institucionalidad democrática, mientras el gobierno provincial mira para el costado y reparte cientos de millones de pesos en “pauta” entre los medios que garantizan protección comunicacional.

Para SiPreMza, “las trabas a la posibilidad de ejercer el periodismo en su plenitud son ataques directos a la democracia, concretados por la patronal pero habilitados por el Gobierno, quien no ejerce su rol de control ni de sanción ante las permanentes faltas a la ley vigente”.

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