Federico Coniglione y Florencia Marsala están a la cabeza de un elenco de teatro que cuenta con más de 500 funciones en distintos espacios educativos de la provincia. Hace diez años pensaron la idea de llevar el teatro a la gente, un teatro que aborde problemáticas actuales e intente ser herramienta de transformación social.

Por Marcia Castro
Fotos: Gentileza elenco El Emú

El recibimiento en las escuelas fue maravilloso y los cambios producidos en la audiencia, notables. Las obras desempeñadas por ambos artistas mendocinos fueron el puntapié para desahogos, confesiones de estudiantes y profesores: durante diez años el teatro como motor que impulsa los cambios sociales se hizo visible con toda su fuerza. Debido al cambio de gobierno en manos de Mauricio Macri, el número de funciones que hacían decayó. Sin embargo, el elenco tendrá su primera función del año pese a todo: agosto es el mes en el que el teatro vuelve a estar presente en las escuelas.

Florencia Marsala es Licenciada en Arte dramático; Federico Coniglione prefirió instruirse en talleres. Ambos pensaron la idea de generar un teatro creativo y original en Mendoza desde 2009. Luego de ver Noviembre (una película que aportó en la gestación del proyecto autogestivo) se decididieron a crear un teatro social destinado a reflejar problemáticas actuales como el bullying, la violencia de género y los desórdenes alimenticios, entre otras.

Con esta idea importante como bastión optaron por ir a las escuelas a mostrar su trabajo. Florencia comentó cómo se acopló esta idea al proyecto: “no solo teníamos que hacer un teatro distinto, menos comercial y más accesible, sino que como lo habíamos catalogado como social, tenía que ser educativo.  Los mensajes tenían que llegar a lugares que de otra forma se quedarían sin él. La gente está muy desacostumbrada a consumir teatro, cine, sobre todo si es alternativo, entonces optamos por acercarnos a la gente”.

Con obras como El club de las mujeres muertas, Crecer en tiempos violentos y Cuarto oscuro, el elenco teatral El Emú se acercó en más de 500 funciones a las aulas y al intercambio de ideas junto a estudiantes y profesores.

Como es un teatro-debate, después de la puesta en escena viene el momento de dialogar entre todos. “Luego de la obra que dura entre 45 y 50 minutos con distintos sketches de drama y de comedia, realizamos un debate donde dividimos a los alumnos y alumnas por grupo y después de eso hacemos una puesta en común. Eso lo hacemos en las escuelas cuando no actuamos en escuelas sino en salas de igual forma tratamos de garantizar que sea un espacio de reflexión y de debate”, explicó Florencia a EL OTRO.

Con respecto a cuáles han sido los espacios donde pudieron dar a conocer las obras, la actriz mendocina comentó que “en diez años hemos tenido experiencias súper interesantes. Hemos actuado en escuelas privadas, públicas, en escuelas céntricas y rurales. Hemos estado en escuelas urbano marginales, en casas de familia, en espacios abiertos como parques. Para el día de la mujer participamos con actividades relacionadas a la violencia de género. Estuvimos en salas teatrales, en salas grandes y chicas. Nos hemos amoldado muy bien porque solamente usamos dos sillas y todo el resto es actuación. En nuestra mochila llevamos un vestuario diverso, lo cual hace referencia a otra característica de nuestra forma de hacer teatro: queremos un teatro adaptable, que nos permita tomarnos un bondi y así llegar a cualquier lado”.

Las obras han podido darse a conocer también en festivales de teatro. Así lo comentó Florencia: “Presentamos nuestro trabajo en el Festival del Instituto Nacional del Teatro. Este año actuamos por sexto año consecutivo con nuestras obras”.

Impacto real más allá de lo teatral

El recibimiento de las obras ha sido altamente positivo y el impacto en los estudiantes y profesores produjo cambios en sus realidades cotidianas: desde personas que al ver la obra sobre violencia de género optaron por terminar una relación amorosa porque claramente no estaba fundamentada en los cimientos del amor responsable, hasta cursos enteros que firmaron acuerdos de paz para erradicar al bullying de sus costumbres. “Los chicos nos dan a conocer las opiniones en el debate. Hemos tenido debates de una hora y media, de media hora, dependiendo el contexto en el que estemos. En algunos debates se han producido desahogos importantes con accesos de llanto, confesiones de parte de alumnos, alumnas y profesoras”.

Con respecto a la importancia de las docentes para la llegada a las escuelas, Florencia dijo que están “muy felices y muy agradecidos porque en las escuelas las docentes sostienen con dedicación y sacrificio la posibilidad de que vayamos”.

“Con mucho esfuerzo y con mucho compromiso hemos intentado instalar la idea de que el arte es un trabajo, decir que alguien hace algo ‘por amor al arte’ es reforzar el estigma donde siempre a los artistas se nos ha visto relegados y subestimados cuando en realidad el artista en sí tiene muchas capacidades con la que otros no cuentan”, señaló Florencia.

El precio de las funciones se ha mantenido accesible a pesar de la creciente inflación: “Nuestras funciones son muy económicas para el paso del tiempo. Lamentablemente desde que asumió este nuevo gobierno nuestro elenco decayó abruptamente. Nosotros realizábamos entre siete y ocho funciones por semana y empezamos a decaer por la crisis económica. Podemos aseverar que el arte no entraría en la prioridad para muchos gobiernos. Dejamos estandarizado nuestro precio de entrada durante dos años consecutivos: en 2016 y 2017. El año pasado tuvimos muy pocas funciones.”

Aunque el panorama que maneja el elenco es complejo, no por esa razón bajó el telón. Florencia comentó que recién en agosto vuelven a escena. “En lo que va del año 2019 no hemos hecho una sola función en las escuelas porque entendemos que hay otros problemas y ahí entra en juego el tema de las prioridades. Obviamente cuando hay situaciones más complejas para abordar que una obra de teatro, se prioriza lo elemental para que la escuela siga en pie y es lo correcto. En lo que va del año recién tendremos nuestra primera función a mediados de agosto”.

El teatro como herramienta de transformación social

Consultada acerca del teatro como disciplina faltante en las escuelas, Florencia explicó los múltiples beneficios que tiene el arte dramático en niños y adolescentes: “nosotros creemos que el teatro es una herramienta de transformación social, que puede reflejar las problemáticas sociales y sacarlas a la luz a través de la dramatización. También creemos que es muy importante como disciplina en las escuelas primaria y secundaria porque ayuda mucho a la persona. Personalmente me doy cuenta como tallerista de teatro, ya que he descubierto que los pibes y las pibas sacan a flor su personalidad, sus problemas, sus debilidades, sus fortalezas. He tenido muchos chicos que la psicóloga los ha mandado a hacer teatro, a expresarse. Me parece que el teatro te da una capacidad de pararte frente al mundo que está buena, aporta a la expresión, a la sinceridad y a la transparencia. Tiene que ver con poder reflejar desde un personaje algo que pasa en la realidad y darle una posible solución”.

 

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