El pasado 28 de junio se celebró el Día Mundial del Orgullo LGBTIQ+ en conmemoración de la revuelta de Stonewall en Nueva York, donde personas del colectivo se enfrentaron a la policía rebelándose contra un sistema político que los hostigaba y discriminaba. En nuestro país, el 24 de junio se aprobó la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins”. En medio de este avance de derechos donde la Argentina se posiciona como vanguardia a nivel mundial, EL OTRO dialogó con Julieta Antúnez, subsecretaria de la Liga LGBTIQ+ de las Provincias, y con Marito Vargas, referente de la Corriente por la Libertad, la Igualdad y el Kambio (CLIK), quienes celebraron que hoy las diversidades cuenten con una norma que les brinde acceso al trabajo formal luego de tantos años de lucha, y recordaron a las compañeras que perdieron la vida tan jóvenes por desidia del Estado.

Por Milagritos Contreras | Fotos de archivo EL OTRO

Foto: Seba Heras

El Día Mundial del Orgullo se remonta al 28 de junio de 1969 cuando en un bar de Nueva York llamado Stonewall, gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, intersexuales, queers (LGBTTIQ+) cansados de los continuos hostigamientos de la policía, decidieron enfrentarla, rebelándose contra un sistema político que avalaba la discriminación, la persecución, el hostigamiento y la violencia sistemática contra la comunidad.

Recientemente en nuestro país, por amplia mayoría, el Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto que destina un 1% de las vacantes de la Administración Pública Nacional, en todas las modalidades de contratación regular vigentes, a personas travestis, trans o transgénero.

Cámara de Senadores | 24/6/2021 Captura de video

Julieta Antúnez, enfermera travesti y representante de la Liga LGBTIQ+ de las Provincias, dialogó con EL OTRO y recordó que la nueva ley no le resta ningún derecho a nadie, sino que amplía la esperanza de vida de la comunidad que, hasta hace poco, era tan solo de 40 años: “La misma ley explica ‘que no se puede echar a nadie para contratar a personas travestis-trans, sino que en base a la cantidad de personal que hay en planta, el 1% debe ser de las compañeras travesti-trans’. Y no es sólo el Estado que debe salir a dar una respuesta a esta inequidad histórica que hemos tenido, sino también es la sociedad, y como parte de la sociedad es el empresariado en todo el sector privado”.

“Históricamente – resalta Julieta- fuimos invisibilizadas por los estados y por la sociedad, fuimos expulsadas a vivir de noche como la única alternativa de subsistencia. No es que las compañeras travestis-trans quieran ser prostitutas. No tienen para comer, y es lo único que les queda para poder subsistir, aguantando y soportando la violencia de lo que es el circuito prostibulario, y también la violencia de las fuerzas de seguridad. Queremos trabajar, estudiar, pero la realidad es que la sociedad no nos da esta posibilidad. Entonces necesitamos que el Estado sea el garante de que esto se cumpla; este pie de igualdad en el acceso al trabajo formal”.

Julieta Antúnez Foto: Coco Yañez

Antúnez apuntó contra el senador nacional Julio Cobos (UCR), quien se abstuvo de votar en el recinto cuando se trataba el proyecto que lleva los nombres de Diana Sacayán y Lohana Berkins. “Es muy lamentable el rol que llevó adelante Julio Cobos. Porque abstenerse es invisibilizar la situación que las compañeras y los compañeros viven, e invisibilizar es discriminar. Negar la vulneración histórica de derechos de este colectivo es no estar a la altura de las circunstancias para llevar adelante esta tarea que se le encomendó. La diversidad es transversal a los colores políticos. Entonces hay que avanzar en este sentido y tener memoria”.

La dirigenta política también se refirió a aquellas voces que intentan estigmatizar la Ley de cupo laboral travesti–trans: “Lo discriminatorio es cuando no tenemos acceso asegurado al sistema sanitario. Porque que vayas al hospital y te traten por una identidad que no es la tuya, no respetando la Ley de identidad de género, o que siendo una mujer trans te manden a hacer un Papanicolau, o que siendo un varón trans no te quiera atender el ginecólogo o la ginecóloga, esa es la discriminación”.

Foto: Seba Heras

El trabajo lo entendemos como el ordenador de la vida social, que fomenta el acceso a la educación y al crecimiento intelectual, promueve el acceso a la salud, lo cual también estiraría este promedio de vida. Sobre todo que las travas puedan llegar a viejas con una buena calidad de vida, sostiene Antúnez.

La referenta provincial también expresa su descontento contra aquellos empresarios que solo miran su propio ombligo sin pensar en alternativas para que las compañeras travestis–trans no sigan enfrentándose a la marginalidad, la persecución, y poder así proyectarse a tener una mejor calidad de vida: “Veo que, muchas veces, empresarios de la Rodríguez Peña, que es una zona prostibularia, han salido a quejarse de las compañeras que están allí, pero ninguno aportó una idea para cambiar la realidad social de las compañeras y que puedan acceder al trabajo. O sea que es fácil salir, criticar, hablar, pero una propuesta concreta para que cambie la calidad de vida de las compañeras que no superan los 40 años, no se le ha ocurrido a nadie”.

Foto: Coco Yañez

Julieta también agradeció a “las aliadas estratégicas” con las que contaron en el recinto: “Agradezco en la Cámara de Diputados a las diputadas Gabriela Estévez, Mónica Macha, Vanesa Siley, Cristina Álvarez Rodríguez, que fueron nuestras interlocutoras allá adentro, porque las travestis no tenemos representación en las cámaras, no estamos para defendernos. Son las personas hetero–cis las que hablan, nos piensan y proponen leyes en nombre nuestro”.

“Es valorable además –continuó la enfermera- el trabajo parlamentario que llevó acabo la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti para que esta ley hoy sea posible. Esto hay que reconocerlo porque son gobiernos populares que escuchan al pueblo y llevan nuestras demandas al parlamento”.

Foto: Coco Yañez

A su vez, Antúnez brindó un mensaje a las familias diversas: “A las familias que tienen infancias, adolescencias travesti- trans, mi mensaje es que independientemente de la forma que ese hijo, hija, hije, elija vivir o desarrollarse, no deja de ser tu hije. Seguimos siendo parte de esa familia. Podemos cambiar la ropa, el color de pelo, pero seguimos siendo parte. No aspiramos a ser mujeres ni varones, aspiramos a ser felices, y nos construimos como la identidad que nosotras queramos. Necesitamos mucha contención”.

“El día que salí de la Cámara de Senadores era tarde, crucé la plaza, y una adolescencia trans, una chica de 13 años, salteña, me abrazó y llorando me dijo ‘gracias, ahora voy a poder elegir, mi venganza va a ser poder llegar a vieja’. Eso fue tremendo. Creo que fue el regalo más lindo que recibí después de tantos años de lucha, para que estas compañeras puedan elegir de qué quieren vivir, qué quieren estudiar, y que ya no sea 40 años la expectativa que tienen para vivir, sino llegar a viejas con una excelente calidad de vida como cualquier otre”, afirmó emocionada la representante provincial.

Foto: Seba Heras

En referencia al Día Mundial del Orgullo LGBTIQ+, expresó: “El orgullo es poder ser lo que yo quiero ser, lo que yo construyo. Buscar mi felicidad sin joderle la vida a nadie. Porque muchos hablan de que ‘hay que respetar el amor, la felicidad. Hay que ser libres, hay que expresarse’. Pero cuando ven a una persona libre, empoderada y feliz se asustan, y entonces te salen a pegar”.

“Ser travesti no es sinónimo de prostitución, sino de perseverancia y lucha. Lo he demostrado con mi persona. Hace quince años estoy insertada en el sistema laboral formal, y no porque no haya sufrido, sino que me tuve que disfrazar de varón para insertarme y me hizo muchísimo daño. Pero puedo decir que se puede. Y si tuviera que elegir, volvería a ser travesti, porque es lo que construí, me siento feliz y orgullosa de lo que soy”, cerró Julieta.

Corazón resiste

Foto: Cristian Martínez

Marito Vargas, referente de la CLIK, rememoró la fecha del 28 de junio: “Es un día de celebración por la aprobación del cupo laboral travesti-trans, pero también de tristeza por las hermanas que ya no están, y por las hermanas que dejaron la vida en esta lucha. Vivimos en una sociedad adormecida, que cuando ve a las niñas travestis o trans prostituyéndose en la Cuarta Sección o en la Rodríguez Peña, acelera el auto, pasa de largo. Entonces nosotres nos rebelamos como colectivo LGBTQ+ contra esa desigualdad”.

Vargas explica que “esta es una ley de discriminación positiva. Nosotros soñamos en una sociedad sin cupo, sin castigo, sin culpa, en una sociedad donde todes podamos ejercer todos nuestros derechos. Hablar de la ley es pensar en Diana Sacayán sobre todo, Diana es una hermana que fue arrebatada por la violencia patriarcal. Recuerdo cuando con Diana nos juntábamos en el año 2012 en La Matanza y me presentaba el proyecto del cupo, que yo lo veía como algo imposible. Pero de a poco Diana iba, uno por uno, a sacarle la fotito para este proyecto”.

Foto: Seba Heras

La poca esperanza de vida de las compañeras travestis–trans estuvo asociada, fundamentalmente, a la prostitución, la violencia machista, la violencia institucional, la policía persiguiéndolas, a la falta de oportunidades. “No se trata de una cuestión de privilegio. El cupo es un derecho fundamental que nos fue negado, es un derecho al trabajo. Vivimos en una sociedad que no es que no tuvo lugar para las travestis–trans, sí lo tuvo, y ese lugar fue la prostitución donde ingresaban a los trece años. Ese lugar era donde las chicas morían y dejaban su vida en la ruta. Porque imagínate lo que le pasa a un niño o niña de trece años que es echado a la calle a resolverse la vida como pueda”.

“Este paso –añade Vargas- es importantísimo, porque este es el Estado que queremos. Un Estado que cure, que repare y que cambie las condiciones para una sociedad más justa. Soy un convencido de que estas leyes como el matrimonio igualitario, el aborto legal, la ley de identidad de género, solo son posibles en gobiernos nacionales y populares. Por eso lo celebramos”.

Foto: Seba Heras

El referente de la CLIK recuerda que “en Argentina hace más de cincuenta años empezamos a organizarnos para pelear por nuestros derechos, pero esta ley del cupo también es la voluntad de un proyecto político que hace de los derechos una bandera. Hay un Estado que escucha, hay legisladores y legisladoras que se sienten interpelades por esta lucha. Entonces a partir de allí es posible la aprobación de leyes tan importantes como éstas”.

Vargas también hace alusión a la concreción de igualdad de oportunidades dentro de los procesos socioculturales: “Con respecto a la lucha LGTBIQ+ siempre digo que es muy importante el respeto cultural, pero es también muy importante la redistribución social para una sociedad justa. A mí no me sirve que respeten solamente lo cultural si en lo concreto, en el trabajo, en el acceso a la riqueza no voy a tener las mismas oportunidades que el resto. La igualdad siempre fue nuestra bandera de lucha”.

Foto: Cristian Martínez

Para finalizar, Marito envía un mensaje inspirador a las nuevas y próximas generaciones: “Las pequeñas niñas y las infancias travestis y trans que nazcan hoy, ya no van a tener que asociar su vida con la prostitución ni con la muerte. Con esta ley se abre un panorama y un futuro mejor”.

 

Es ley el cupo laboral travesti trans

Marito Vargas. El hijo marica que toda madre quisiera tener