La entrega de diplomas de la Junta Electoral a legisladoras y legisladores provinciales, próximos a asumir en Mendoza, se convirtió en una celebración de la Unión Cívica Radical. La figura rutilante de este martes en el acto institucional del Bustelo fue el senador nacional Alfredo Cornejo, quien no solo eclipsó por completo a su delfín –y gobernador- Rodolfo Suarez, sino que además exhibió gozoso su hegemonía en los tres poderes del Estado. Chistes constantes con su amigo el procurador, gestos de reverencia de miembros de la Corte que le tributan, selfies con diputados/as, senadores/as, militantes y posibles sucesores que esperan su bendición, formaron parte del besamanos al que no asistieron intendentes importantes de Cambia Mendoza ni referentes de peso de la oposición. Mientras Suarez se fue mutis y en soledad por una salida de emergencia lateral, apenas terminaron las formalidades, Cornejo fue –literalmente- el último en dejar el auditorio por la puerta grande. Como si fuese el monarca de una comunidad patriarcal.