La obra que dirige Fabián Castellani vuelve a presentarse en el centro cultural La Colombina este sábado 14 de agosto. EL OTRO entrevistó al director que se metió con “El público” de García Lorca y vivió para montarlo.

Entrevista: Luciano Viard

Foto: Leandro Fernández

Pez Luna se estrenó en el centro cultural de la calle Balcarce de Godoy Cruz, el 15 de maro de 2020, cinco días antes de que Alberto Fernández comunicara oficialmente el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, que combatiría al covid-19 con algunas esperanzas pero sin vacunas en los planes.

Los meses pasaron y la obra quedó en espera, sólo con la función de estreno publicada.

Meses después el elenco pudo retomar pero con aforos muy reducidos y poca regularidad.

La segunda escena de El público es la elegida por Castellani. La Ruina Romana además de no ser cómoda ni fácil, interpela en esta oportunidad, con dos mujeres que son varones, observadas y apoyadas en un director poco usual que forma parte de eso que sucede.

El director que interviene en Pez Luna como director se llama Fabián Castellani y además de ser docente e investigador ha sido y es parte de distintos proyectos musicales y artísticos. Teléfono de por medio dialogó con EL OTRO y dejó algunas definiciones.

Foto: Leandro Fernández

¿Han trabajado esta obra en equipo, más allá de tu dirección?

El espectáculo tiene tres partes. La del medio es un texto de Lorca, la primera es algo que hemos construido colectivamente y, después hay una parte posterior que ha surgido en el grupo.

Somos cuatro ahora porque en un momento una de las actrices se fue a Colombia a tener un proceso de creación y, mientras ella estuvo de viaje, la reemplazamos con otra actriz.

Siempre el proceso es grupal. Hoy estuvimos ensayando y, por ejemplo, Valentina (Aparicio) empezó con unas cosas nuevas, me preguntaba si me parecía, y sí, dale para adelante. Y así vamos generando cosas nuevas e intentando que la obra sea mejor.

Además lo más interesante de esta forma de trabajar es que, al ser colectivo el esfuerzo, uno se siente representado por lo que está haciendo y no es lo mismo que venga alguien y te diga ‘parate así’ o ‘esto decílo de esta forma’. En cambio, si hay posibilidades de proponer y corregir, las decisiones no pasan por una persona sino por el colectivo, y es más lindo trabajar así, más democrático.

Foto: Leandro Fernández

¿Quiénes son las actrices?

Celeste Álvarez es una gran actriz de nuestra provincia, tiene formación en danza, en algunas técnicas teatrales, incluso ha ido a Japón a tomar algunos seminarios. Tiene una formación muy importante, es profesora en la universidad también y viene haciendo mucho teatro en los últimos 5 o 10 años, estrenando dos o tres obras por año. Una de las últimas que estrenó fue Los invertidos que es una obra que dirigió Guillermo Troncoso. Estuvo en Fragmentario que es una obra que recibió varios premios y varios reconocimientos, dirigida por Rubén González Mayo. Así que viene muy activa ella.

La otra actriz es Valentina Aparicio. También tiene una formación muy importante en danza y se formó en la Escuela de Títeres del Teatro San Martín de Buenos Aires, por lo que tiene una trayectoria importante.

Las dos son parte del grupo Ala Sur que es una compañía muy importante de la provincia en la que Valentina hizo AOI! el gualicho de la malvarrosa. Lo último que sé que hizo fue esta residencia por la que viajó a Colombia y allí presentaron un espectáculo con gente de ese país y de Chile, una coproducción que se estrenó en marzo de este año, de teatro danza.

Claudia Racconto, que es quien reemplazó a Valentina, es una actriz impresionante, y está haciendo mucho teatro últimamente. Ella estuvo con Celeste en Diáfano, hace poco estrenó Los monstruos con Gonzalo Bendelé y en vacaciones estuvo con infantiles. Es una actriz que está muy en actividad y a la que cuesta agarrarla para ensayar porque está haciendo de todo.

Foto: Adriano Besso

¿Qué hacés vos en escena? No es raro pero sí poco habitual, ¿no?

Ahí hay algo que tiene que ver con la obra de Lorca, El público, que protagoniza el personaje de Enrique, que es un director que en esta obra tan surrealista sale del clóset, desde mi punto de vista.

A mí me parecía interesante jugar con la idea que del director tiene el público y ponerlo en escena aunque en la escena de la obra que tomamos no está. Poner esa referencia de todas maneras y el director en este espectáculo está ahí, observa, ordena algunas cositas, acompaña poniendo los discos y está ahí como observador de una ficción que ha escrito.

Además no pone música desde una pc, lo hace con un tocadiscos…

Exacto. Si bien el tocadiscos es moderno, la tecnología, el tipo de sonido que escuchamos nos corre del presente. Los vestidos hermosos que son de Victoria Fornoni tampoco son contemporáneos. Quizá la falda que uso yo es un poco más moderna pero uso saco.

Hay un juego ahí para extrañar la realidad. Que se note que es una obra de teatro y no es algo del presente contemporáneo sino que esto lo escribió Lorca en su momento y lo traemos ahora a la realidad, pero es de ese otro momento.

Foto: Franco Perosa

Sin embargo sigue interpelando.

Y sí, porque habla del amor y cuando se habla de amor se atraviesan todas las épocas y me parece interesante que le intentamos dar esta mirada crítica sobre el amor romántico que estamos viendo ahora.

Lo posesivo del amor romántico que está en crisis es patente y me parece que el texto se adelanta mucho a su época en ese sentido.

¿Qué devolución han tenido?

Hemos tenido un par de críticas muy bonitas. Este sábado va a ir Patricia Slukich que quizá haga una crítica. Y al público le gusta mucho. En la última función pudimos ampliar el aforo así que tuvimos más público y fue muy emotiva, gente muy joven que nos vino a saludar con algo de fascinación, con mucha emoción.

Así que supongo que habrá gente que no entra en la obra porque no es una obra fácil porque pone al público en un lugar central e incómodo. Aclaramos que no hay concesiones al principio, pero si entrás en la obra me parece que es un espectáculo muy bello y que hace que el texto de Lorca, más allá de lo grotesco de la situación, se luzca porque no estamos ilustrando, no es pan con pan, le damos una carne, un cuerpo. Y tiene formato de poema que a mí me gustó cómo ha quedado en esta obra que no tiene una estructura de cuento o teatral.

 

Sábado 14 de agosto 21.30hs.
Centro Cultural La Colombina
Balcarce 220, Godoy Cruz
Entrada General $400.
Capacidad limitada por protocolo.
Reservas al 2616120109