Apurado por la migración massista hacia la fórmula Fernández-Fernández, Macri se decidió por Miguel Ángel Pichetto como candidato a vicepresidente de la alianza gobernante. La jugada peronizadora del macrismo, con improbable impacto electoral positivo, fue recibida con frías adhesiones de la militancia de la UCR y calurosos augurios del poder financiero internacional. Más Sanz y menos Cornejo en el armado electoral de un desinflado Cambiemos que busca enamorar al FMI, pero ya no seduce a los caballeros racionales del PJ.

Acto fallido


El 27 de mayo pasado el presidente nacional de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, criticó fuertemente a Mauricio Macri en un intento por sumar mayor presión en la definición de la fórmula que disputará las elecciones presidenciales. “Necesitamos corregir los errores políticos garrafales que se han cometido en este gobierno”, dijo entonces el gobernador mendocino y propuso la ampliación de la alianza con “peronistas republicanos” para “derrotar al populismo”.

Entre los “errores políticos garrafales”, Cornejo cuestionó la relación del Ejecutivo nacional con las provincias opositoras y la metodología macrista para construir consensos en el Congreso Nacional. “La estrategia del gobierno fue ir ley por ley, negociación por negociación. Del resultado de esa estrategia fallida engordaron los bolsillos de los gobernadores peronistas y no supieron construir ese gran acuerdo nacional que nos sacará de este lugar”, denunció el líder radical en la convención de Parque Norte.

Miguel Ángel Pichetto. Foto: Senado de la Nación

Ayer por la tarde, Macri confirmó que nada de aquello fue un error y ungió a Miguel Ángel Pichetto como su acompañante para no mudarse de la Casa Rosada. El senador por Río Negro comandó a la “oposición racional” que levantó la mano para aprobar las principales leyes del modelo cambiemita de ajuste y concentración de la riqueza. Desde la Cámara Alta, Pichetto lubricó la relación entre los justicialistas territoriales y el Ejecutivo nacional.

Tal como acusó Cornejo, el rionegrino fue el “engordador de los bolsillos de los gobernadores peronistas” a cambio de la sanción de normas tales como el multimillonario pago a los fondos buitres, la estafa llamada “reparación histórica”, la nefasta reforma previsional y fiscal que destruyó el poder adquisitivo de los jubilados, y cada uno de los presupuestos del ajuste.

Macrichettos y machirulos

Foto: Coco Yañez

Consumado el acuerdo entre Sergio Massa y la fórmula Fernández-Fernández, y el rechazo de Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti para sumarse a la desinflada alianza Cambiemos, el varón presidente apuró su definción para adherir al varón peronista, quien no sumará votos significativos, pero ya tranquiliza al poder financiero internacional que ayer lo saludó con señales bursátiles positivas.

La jugada peronizadora de Macri que neutralizó el Plan V (de Vidal) y excluyó la participación del radicalismo en la fórmula presidencial, tuvo al mendocino Ernesto Sanz como influyente estratega. “La necesidad de mostrar que Cambiemos tiene además de competitividad electoral, condiciones de gobernabilidad que reparen sustancialmente los limitantes expresados entre 2015 y 2019, explica la  apertura de la fórmula presidencial a un referente que reúne las  condiciones de: experiencia en el manejo parlamentario, procedencia peronista (…) y vínculos con factores de poder relevantes en la constitución de la gobernabilidad”, justificó el sanrafaelino, tras rechazar formar parte del binomio de la alianza.

Cornejo se quedó corto en su alarde de coconducir Cambiemos, avaló una vez más la posibilidad del “error político garrafal” que denunció en Parque Norte, profundizó la rosca para ser oído en el armado de las listas legislativas y, sin margen para el pataleo, dio la bienvenida al viejo compañero Pichetto.

 

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Posted by El Otro Diario on Tuesday, June 11, 2019

 

 

¿Cuál es la estatura de Cornejo?

 

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