Este miércoles 19 de septiembre se celebró a nivel nacional el Día de las Personas Sordas. Pero en la provincia no fue exactamente un celebración lo que convocó a la Asociación de Sordos de Mendoza, sino más bien la exigencia de justicia para les sobrevivientes de abusos en el Instituto Próvolo y reclamarle al Estado el reconocimiento de los derechos de esa comunidad. EL OTRO estuvo presente en la marcha del colectivo, en diálogo con sus referentes.

Fotos: Coco Yañez

Miembros de la Asociación Mendocina de Sordos y Sobrevivientes de abusos del Próvolo se convocaron en el Día Nacional de las Personas Sordas para realizar una marcha en reclamo de sus derechos. “Este año hacemos esta marcha porque necesitamos que los políticos nos vean, nos escuchen. Desde hace mucho tiempo nos vienen dejando de lado, sobre todo a las víctimas del Próvolo y faltan consultas a la comunidad sorda” explicó a EL OTRO Ana Paula Olguín, integrante de ASM (Asociación de Sordos de Mendoza).

“Necesitamos en las escuelas referentes sordos, adultos sordos que puedan enseñar a los niños la lengua de señas. Pero en las escuelas eso no existe, necesitamos que existan cargos para estos referentes y no hay accesibilidad en muchos lugares. Intérpretes hay muy pocos y debemos difundir para que haya más cargos en distintos ámbitos, necesitamos accesibilidad”, remarcó Ana Paula. “A la directora de Educación Especial Susana Yelachich, nosotros le hemos presentado notas que no ha respondido, hace un año presentamos una nota para que nos reciba dos veces y no tuvimos respuesta. Queremos una reunión para informarle muchas cosas que no nos reconocen de la lengua de señas. Las personas sordas son las que deben enseñar la lengua de señas, no los intérpretes ni personas oyentes”.

Además Olguín comentó a EL OTRO que “hace poco se ha aprobado una ley para sumar una materia en las escuelas de lengua de señas, pero tampoco nos han llamado para eso y esos cargos no deben ser tomados por intérpretes sino por personas sordas que enseñen la lengua. ¿Por qué? Porque es nuestro idioma, es nuestro patrimonio lingüístico y cultural. Las personas oyentes pueden ser intérpretes, es un rol diferente al de instructor o persona sorda referente”.

Otro protagonista de la marcha convocada que dialogó con EL OTRO fue Oscar Sgardelis, sobreviviente de abuso eclesiástico del Instituto Próvolo de La Plata, quien explicó respecto a los juicios que “hubo mucha lucha y hay poca accesibilidad. Antes nos pedían hablar, no nos permitían usar la lengua de señas y ahora de a poco están surgiendo intérpretes que nos ayudan a visibilizar la problemática”.

Oscar Sgardelis, sobreviviente de abusos del Instituto Próvolo de La Plata

Respecto a la discriminación que reciben las personas sordas, Sgardelis dijo que “es importante que las personas nos observen. Muchos piensan que somos sordomudos, que tenemos alguna discapacidad mental pero no, hoy es una manera de reconocernos que nos puedan mirar y que los oyentes nos puedan entender y ver como sordos que usamos la lengua de señas, es una lucha y un camino que venimos llevando de hace rato. Hemos sufrido mucha opresión durante muchos años. A veces no podíamos hablar en nuestra lengua, pero hoy de a poco esta opresión se va visibilizando y se va rompiendo”, resaltó.

“Hay muchas personas que se han suicidado, otras que han tenido dificultades en su vida por la falta de accesibilidad a la comunicación y la lengua de señas nos ayuda. Hay muchas familias de sordos que tampoco nos reconocen. Ahora tenemos la fuerza, tenemos que luchar y seguir, estamos muy lastimados por dentro, faltan muchísimas cosas, pero al final sabemos que hay un reconocimiento de la lengua de señas”, explicó el sobreviviente que exige en el juicio del caso Próvolo “que haya mediadores sordos que puedan interpretar correctamente lo que los sobrevivientes intentan transmitir en sus declaraciones”.

Finalmente Sgardelis se mostró optimista respecto del futuro en relación al reconocimiento social de la comunidad sorda: “Nosotros ya no tenemos vergüenza, podemos mostrarnos y en un futuro vamos a terminar con los abusos, la violencia y la falta de accesibilidad que existe. Yo no tengo vergüenza, ahora hemos cambiado, pueden vernos y sentimos mucho apoyo. Es importante cambiar la mentalidad y desde hoy ojalá que todo esto continúe. Le pido al gobierno el reconocimiento y la accesibilidad para cualquier persona sorda, basta de opresión. Queremos reconocimiento”.

 

 

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