Ejercer el acceso a la cultura como un derecho y no como negocio y/o dispositivo de segregación cultural.

OPINIÓN | Por Eduardo Ribó*
Fotos: Municipalidad de Luján

La Municipalidad de Luján de Cuyo organiza el Festival Pura, lo cobra, lo propone a $500 y luego debés pagar 1200 en una web. Me pregunto inicialmente: ¿por qué? ¿Quizás porque quienes vayan sean gentes que desean ver ciudadanos con Visa?

Los riesgos de dejar pasar que los eventos que se organizan desde la gestión pública (de todas, todos y todes) devengan en procesos de selección y segregación, gracias al uso de plásticos, son muchos. Los mismos encubren una mercantilización de la cultura pública, convirtiendo a los espacios que deben garantizar inclusión en renovados lugares de sumisión al carácter sectario, monetario y rentista de la gestión cultural de derecha.

No deberíamos dejar pasar estas situaciones que proponen que lo común quede en manos de unos pocos.

Defendamos una cultura inclusiva, abierta, diversa, donde el nosotres sea un Nosotres.

Propongo que desterremos festivales organizados desde lo público que encubran mercantilismo y exclusión. Y que habilitemos y propiciemos los que promuevan la pregunta ¿quién no falta para que estemos todes?

Digamos ¡hasta acá! a la gestión pública de carácter rentista.

 

*El autor es magister en Psicología Social de Grupos e Instituciones

 

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