Los estudiantes de Filosofía y Letras de la UNCuyo eligieron sus autoridades el 18 y 19 de octubre. La mayoría se inclinó por Unidad Estudiantil, un frente integrado por la agrupación Osvaldo Soriano y AUN. El resultado confirma la solidez del proyecto peronista en esta facultad y revalida el crecimiento del movimiento a nivel universitario.

Fotos: Cristian Martínez

Dialogamos con Federico Michelotti, militante de la Soriano, actual presidente del Centro de Estudiantes. Atento al avance que el proyecto va teniendo dentro y fuera de Filosofía, el joven habló sobre la construcción de la alternativa popular en este claustro, la vinculación con la política provincial y nacional y evaluó la gestión de Cambiemos en la Universidad.

La tradición peronista no es nueva en Filosofía, distintas agrupaciones levantaron esas banderas a lo largo de la historia, sin embargo hasta el momento ninguna había alcanzado afianzarse en la conducción del Centro, ni de la Secretaría. La Soriano y AUN (Agrupación Universitaria Nacional), son la continuidad de esta línea pero no lo mismo, el cambio de época que sintetizó el kirchnerismo se proyecta en sus banderas, ahí se referencian.

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“Este frente se formó en torno a muchas reivindicaciones que compartimos, a un proyecto político que sostenemos, que consiste básicamente en que a la universidad tienen que ingresar los sectores populares y que tiene que estar alineada a un proyecto político y modelo de país con justicia social, independencia económica y soberanía política”, explica Federico de entrada, para despejar dudas.

Pedagogía de la realidad

La cristalización de las consignas es retroceso. El nuevo presidente plantea que entre los objetivos trazados está el de acercar las prácticas profesionales a la realidad educativa. “En este momento las prácticas se hacen exclusivamente en los colegios de la Universidad, nosotros queremos que se puedan realizar en escuelas normales –dice para graficar-, escuelas públicas o privadas que no dependan de la UNCuyo, porque sabemos que esa es la realidad con la que nos vamos a enfrentar”.

“El 80% de los estudiantes de este facultad vamos a ser docentes de secundaria por eso. Una de las cosas que más laburamos, en la reforma de los planes de estudios, son las materias pedagógicas. Pretendemos una pedagogía mucho más orientada hacia la práctica, sin estar encontrar de la teoría pensamos que la práctica es fundamental y que no hay que esperar al último año para poder ir a dar una clase de prueba, queremos tener ese contacto con la realidad desde segundo año”, amplía.

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El resultado en las urnas le dio a La Soriano la tercera victoria consecutiva en la conducción del Centro, una epopeya inédita en esta unidad académica. Michelotti asegura que la nueva inserción de los jóvenes en la política es uno de los principales factores de esta tendencia. “Año a año la participación ha aumentado, las agrupaciones tienen mayor cantidad de militantes, cada vez hay más compromiso político y creemos que esto está en consonancia con un contexto nacional, con un contexto provincial. Las elecciones del año pasado hicieron crecer la dicotomía, la discusión política, además con las asambleas se ha logrado más participación en las discusiones”, remarca.

Una tendencia que se consolida

Esta última explicación de Federico sirve de puente para ir a uno de los puntos centrales de la charla, el desarrollo del proyecto popular en la Universidad. “Venimos trabajando en conjunto para el fortalecimiento del movimiento en otras facultades, en Ciencias Políticas, el Frente Mayoría Estudiantil (que está formado por la Cámpora, AUN, La Walsh, Nuevo Encuentro) ganó las elecciones del Centro, también en Ciencias Económicas se ha credo el frente Sinergia, y en Derecho estamos trabajando con una nueva agrupación que defiende el modelo de universidad popular”. Los resultados de las elecciones en las diferentes unidades académicas explican la proyección de esta tendencia.

El peronismo es la fuerza política que ganó más elecciones en 2016, conduce el Centro de Estudiantes de cuatro facultades: Ciencias Políticas y Sociales, Arte y Diseño, Ciencias Agrarias y Filosofía. La radical Franja Morada sólo revalidó el Centro de Educación Elemental y Especial y conserva el de Económicas (elige autoridades en mayo de 2017). En las demás, Derecho, Ingeniería, Medicina y Ciencias Aplicadas a la industria, los estudiantes se volcaron por agrupaciones independientes.

A pocas horas de la Asamblea Universitaria, instancia en el que el Rector defenderá los números de su gestión, el presidente del Centro de Estudiante de Filosofía no dejó pasar la oportunidad para dar a conocer su evaluación. “Si bien reivindicamos el sistema de créditos y las modificaciones que se han hecho con las materias optativas, tenemos una fuerte crítica a lo más estructural que es la gestión de los recursos. Hoy vemos que se entregan más becas de posgrado en detrimento de la economía de los estudiantes de grado, el precio de la bandeja del Comedor Universitario aumentó más de un 200%, hay menos becas y una notable caída de las políticas sociales que hace que los estudiantes puedan mantenerse en las carreras. Además estamos en disidencia con la alineación que tiene la gestión de (Daniel) Pizzi con el gobierno provincial y con el gobierno nacional”.

La charla se dio entremedio del cursado y las elecciones de Centro de la Facultad de Artes y Diseño donde Federico estaba “dando una mano a los compañeros”, y que también concluyó con triunfo peronista. Acordamos como escenario para las fotos el espacio que ocupan dentro de la facultad, allí se despliega gigante una imagen pintada de Evita y el nombre de la agrupación.

El Gordo al Centro

Osvaldo Soriano no está en los programas de la Licenciatura en Letras, no hay planes de incluir sus obras en Literatura Argentina II, el escritor no fue ni será el canon. “Yo estoy al borde la literatura”, se defendió desafiante el día que lo invitaron a la UBA. “La Facultad de Letras forma gente para entender la literatura de una manera, no de varias. Ciertos sectores que se formaron allí son lo menos pluralistas que yo conozco”, agregó después en clara confrontación con la “Academia”.

Ni en la noche más inspirada de trabajo, el “Gordo” se hubiese imaginado volviendo como bandera de una agrupación política, siendo el símbolo de la lucha por el acceso a la educación de los sectores populares, materializando el renacimiento del peronismo en el Centro de una de las facultades más conservadoras de Mendoza. Soriano hoy es todo eso.