A partir de la media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación al proyecto de ley que permite al Poder Ejecutivo hacer efectivo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda que Mauricio Macri tomó en 2018, se abrieron discusiones internas en todos los espacios políticos con poder de decisión. Según los economistas, el acuerdo hace que las provincias con problemas de deuda respiren de nuevo. En Mendoza los medios hablan de otras cosas.
Fotos: Archivo | Texto: Luciano Viard
En mayo de 2018 Mauricio Macri anunció, sin aprobación legislativa, que había acordado un préstamo con el Fondo Monetario Internacional que dirigía Christine Lagarde. El fondo desembolsó el empréstito más grande de su historia (US$ 57 mil millones) y Argentina desaprovechó el exorbitante financiamiento sin obras ni inversiones que justificaran el frenético ritmo de devolución de los 57 mil.
Alberto Fernández no recibió el último desembolso del préstamo del FMI pero los US$ 45.000.000.000 que recibió Macri hay que pagarlos y sin un plan, los vencimientos de este año hubiesen requerido algo más que el Producto Bruto Interno del País.
Mientras Macri endeudaba el país, en la provincia Cornejo “rolleaba” deuda pero en vez de preferir el peso en una provincia con dificultades para el acceso a la divisa, optó por el verde billete. Audacias caras que Suarez enfrenta sin quejarse.
El pago chico y las posiciones en torno a la deuda
El especialista en deuda externa y actual diputado nacional por Mendoza Lisandro Nieri, hasta hace poco negociador de la deuda local, apeló a la racionalidad que hace falta para aprobar este nuevo convenio con el fondo y, con una habilidad que no deja de impresionar, tiró la pelota afuera al decir que “tenemos que dejar de hablar de deuda y empezar a discutir los déficits que son los que nos terminan endeudando”.
El ex ministro cornejista prefirió no poner de relieve al socio político de su partido, Mauricio Macri y sus decisiones económicas que hicieron incluso que la pobreza y la inflación impactaran en los bolsillos mendocinos de manera terminante en los cuatro años en los que cogobernaron el país (2015-2019).
Acorde a su perfil “rolleador” que había explicitado su jefe político días atrás, Nieri dio su voto positivo al proyecto.
El ex intendente de Luján de Cuyo, Omar De Marchi, tildó desde su púlpito de “perversos” a los oficialistas y afirmó que fue Cristina Fernández de Kirchner la mayor endeudadora de la Nación y que Macri en realidad solo tomó un préstamo para pagar deudas.
Del lado del peronismo hubo divergencias que cristalizaron las distancias entre el albertismo o, para ser más claros, el peronismo no cristinista y el kirchnerismo que se referencia en la vicepresidenta.
Tales fueron los ejemplos de Marisa Uceda que decidió votar negativamente, en línea con el ex jefe de la bancada oficialista, Máximo Kirchner. En entrevista radial con MDZ dejó en claro su postura.
Uceda valoró la voluntad de no entorpecer la votación y el proceso de consensos y fue tajante al afirmar que el FMI nunca prestó dinero a nuestro país para que creciera, puntualizando que en esta última incursión hasta el propio organismo de fondeo internacional ha asumido que no fue correcto prestar tanto dinero a un país que no podía devolverlo en los términos acordados.
Del otro lado de la coalición de gobierno, Adolfo Bermejo, en charla con Nacional Quino, aseguró que la unidad del frente oficialista no está en juego, luego de votar favorablemente el proyecto de ley que tuvo su génesis en las negociaciones del ministro Martín Guzmán, foco de las críticas kirchneristas.
Puntas nacionales de un 23 incierto
Además de las preocupaciones que pudieran surgir del pequeño inconveniente de una deuda externa fuera de escala que pondrá al país en riesgo de default en muchos momentos, la mayoría de dirigentes con aspiraciones empiezan a medirse el saco y en esta ocasión el radical Gerardo Morales sacó chapa de retador interno frente a Alfredo Cornejo, a quien sucedió en la jefatura radical a nivel nacional.
Si bien el jujeño no tiene ninguna incidencia especial sobre las cuestiones legislativas ya que se encuentra al frente de su provincia, sí fue embajador de la propuesta de Alberto Fernández, pero con un slogan de campaña tan sencillo como directo: él quiere salir del circo del agravio constante para construir acuerdos que le resuelvan los problemas a la gente.
De esta manera, el principal competidor de Cornejo al interior de la UCR, empieza a mostrar una faceta distinta a la del duro sheriff que encarceló a Milagro Sala merced a su corte provincial adicta y se acerca a posturas más moderadas como la del outsider Manes que buscan generar empatías más amplias que las de los gritos del ex gobernador de Mendoza, quien se asemeja cada día más a un barrabrava que a un potencial jefe de Estado.
En lo próximo, la agenda de la provincia se moverá en torno a las paritarias y, otra vez, la mayoría de los medios de comunicación podrán hacer lo que mejor les sale que es mirar para otro lado sin explicarle a ningún televidente sobre los peligros de la dolarización de deuda cornejista o la ausencia de resultados económicos favorables de Suarez o los alarmantes hechos de inseguridad que azotan a las mayorías.
El Ejecutivo nacional intentará que la cámara de senadores y senadoras transforme en ley el proyecto con la sanción definitiva.
Vale aclarar que la cámara estará, probablemente, con un clima tenso ya que el despacho de la vicepresidenta fue apedreado, el último jueves, por manifestantes mientras discutía asuntos con su antiguo secretario y la senadora Anabel Fernández Sagasti, cuyas definiciones serán claves a la hora de sacar cuentas para la votación final.
