La escalada represiva del gobierno para asegurar el cobro de $8,50 del boleto urbano, encontró eco en las empresas beneficiarias del pago por kilómetro recorrido. “No prestes tu tarjeta ni pidas a alguien que pague tu pasaje”, propuso un video en los colectivos de El Cacique S.A. que provocó un amplio repudio de los pasajeros. 

En lugar de invertir en la mejora del deficiente sistema de transporte, El Cacique S.A., adjudicataria de los grupos 7, 8 y 9, difundió un video en sus micros para desanimar la solidaridad entre pasajeros.

El audiovisual, que se exhibió en los LEDs de los ómnibus, comienza informando que la tarjeta Red Bus es intransferible y “único comprobante de pago”; luego invita a usarla “bien” y, finalmente, aconseja: “No prestes tu tarjeta ni pidas a alguien que pague tu pasaje”.

El spot, que señala al cliente cautivo como “el responsable de un viaje sin problemas”, despertó la rápida indignación de los usuarios del transporte público del Gran Mendoza. Mal que le pese al gobierno, es habitual que los pasajeros colaboren entre sí cuando alguien sube al colectivo con saldo insuficiente en su tarjeta de pago. Además, es una práctica generosa que no viola norma alguna.

Foto: EL OTRO

Numerosos barrios no tienen un solo punto comercial de recarga. Trabajadores, estudiantes, jubilados, turistas deben recorrer -en muchas ocasiones- varias cuadras para encontrar un quiosco que cargue la tarjeta, o confirme cuántos viajes quedan en el plástico. “¿Alguien me paga el pasaje y yo le doy diez pesos?”, es un pedido de ayuda a viva voz que se reitera todos los días sobre los colectivos, en boca de quienes no pudieron cargar su tarjeta o se encontraron sorprendidos frente al lector de la Red Bus con el mensaje de un saldo que no alcanza.

La gran mayoría de las veces, afortunadamente, una mano solidaria colabora con quien necesita. Es más, resulta frecuente presenciar la discusión entre el que se niega a recibir la retribución de la ayuda y el beneficiado. Es común que esas charlas terminen con la frase: “Guardá esa plata y después pagale a quien no tenga carga”.

La solidaridad es más fuerte

Foto de archivo: Prensa Gob. Mza.

Esta suerte de cadena de favores se ha visto seriamente dañada en los últimos meses, por la orden expresa del gobernador Alfredo Cornejo de castigar a los pasajeros que no demuestren el pago del boleto. Mediante aparatosos operativos, la Policía de Mendoza ha descendido de los micros a los presuntos evasores de los $8,50 y, bajo la aplicación del Código de Faltas o la excusa de averiguación de antecedentes, han sido demorados en celdas de comisarías.

El insólito caso de Patricia Stibel, quien fue apresada durante siete horas junto a otras quince personas acusadas de no pagar, mostró con crudeza la falta de escrúpulos que demuestra el gobierno cuando prioriza el disciplinamiento social, y los privilegios empresariales, por sobre el mejoramiento de un sistema de transporte que hace agua por todos lados.

Patricia Stibel Foto: Coco Yañez

En esa línea que busca sembrar el miedo y el individualismo en los pasajeros, el Ejecutivo encontró aliados comunicacionales en los empresarios que durante décadas se beneficiaron con el dinero público, y que, actualmente, tienen la vaca atada con el sistema de pago por kilómetro recorrido.

Sin embargo, la campaña antisolidaria, lejos de ganar adeptos provocó una rápida reacción de pasajeros que se niegan a aceptar el sálvese quien pueda. Lo mejor del sentido común mendocino, expresado masivamente en la calle y en las redes sociales, lograron que El Cacique retrocediera sobre sus pasos y suspenda la difusión del egoísmo, patrocinado por el gobierno, en sus colectivos.

 


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