No pertenecen a los rubros esenciales pero sus actividades no se suspendieron. No tienen condiciones sanitarias ni laborales para el aislamiento pero continúan en las reservas. Reclamo de las y los trabajadores frente a la nueva normalidad que agrava la situación de quienes protegen nuestra naturaleza.

Foto de archivo: Coco Yañez

La cuarentena decretada el 17 de marzo no paralizó las actividades del cuerpo de Guardaparques de Mendoza, las reservas cerraron las puertas a los visitantes pero las y los trabajadores siguieron en sus puestos. El inconveniente radica en que no están legalmente definidos dentro de los rubros esenciales, ni sus espacios laborales cuentan con las condiciones para aplicar protocolos de distancias. No obstante la Provincia, en las últimas semanas, resolvió una nueva normalidad que los sobreexpone frente a la pandemia.

En un principio, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, a cargo de Humberto Mingorance, resolvió el cese de las actividades para los mayores de 60 años y para las personas con riesgos de salud, así como reubicar a los demás en reservas naturales cercanas a sus domicilios. En ese contexto los trabajadores siguieron desempeñando las tareas como habitualmente lo hacen, en grupos con convivencia de tipo familiar, donde se dificulta aplicar normas de distanciamiento.

Humberto Mingorance, secretario de Ambiente. Foto: Cristian Martínez

Luego, con el paso a las nuevas fases de la cuarentena y la habilitación para el turismo interno dentro de la provincia, el gobierno ordenó que los guardaparques volvieran a sus lugares de origen con el objetivo de reabrir las reservar para los visitantes. Como se sabe, el crecimiento del número de contagios derivó en un nuevo endurecimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio, sin embargo la disposición para este grupo de trabajadores se mantuvo, con el agravante de que ahora, debido a las distancias, se deben trasladar en transporte público con el riesgo que esto supone.

En diálogo con EL OTRO, Andrés Castro, guardaparque y delegado de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), detalló la situación laboral y las irregularidades que se presentan: “Hay que destacar que nunca dejamos de trabajar, es decir que somos un servicio esencial pero en ningún lugar figuramos como tal. La Secretaría de Ambiente elaboró un protocolo que es inaplicable para las reservas ya que convivimos como una familia. El protocolo tampoco sirve para los visitantes, está hecho  para un trabajo de oficina”, evaluó Castro que se desempeña en la Reserva de biosfera de Ñacuñán.

Caverna de Las Brujas (Malargüe) Foto de archivo: Prensa Gob. Mza.

 

Respecto a la nueva disposición para que los trabajadores regresen a sus lugares de origen, Castro puntualizó. “La mayoría del personal reside en el Gran Mendoza y se tiene que trasladar al Valle de Uco o Malargüe. También tenemos compañeros del Valle de Uco que viajan a Malargüe y desde el Sur hasta el Valle de Uco. Lo que pedimos es que el gobierno revea esa disposición y sigamos como veníamos, porque comprendemos que no hay necesidad, ninguna reserva se ha visto resentida en el número de guardaparques”.

El protocolo elaborado por Ambiente establece medidas propias del trabajo en oficinas, únicamente se refiere a la convivencia en las reservas en uno de sus artículos con recomendaciones imposibles de poner en práctica en la actualidad: “El personal deberá mantener la guarda estricta del distanciamiento interpersonal entre trabajadores, a la distancia mínima de 2 metros. A tal fin, cada dependencia deberá adoptar las medidas pertinentes para que las instalaciones y el mobiliario se encuentren dispuestos de tal forma que esto resulte posible”, dice el escrito.

Foto de archivo: Coco Yañez

Pero la realidad de las reservas es otra. Según expresó Castro, desde ATE se está reclamando la apertura de paritarias, principalmente para tratar las condiciones edilicias de los lugares de trabajo. “Se niegan a abrir las paritarias porque no hay dinero, pero nosotros queremos discutir otros problemas, antes de conversar el aumento de sueldo o el pago del aguinaldo, queremos que solucionen el hacinamiento en Ñacuñán y en otras reservas o, por ejemplo, que en (la reserva) Caverna de las Brujas puedan contar con heladera y cocina ya que hace meses deben ser asistidos por los puesteros para poder conservar los alimentos”, puntualizó el dirigente.

 

 


 

EL OTRO TE NECESITA

No recibimos pauta del gobierno ni dinero de grandes empresas. Por eso hoy más que nunca es indispensable tu apoyo económico para sostener este proyecto de comunicación independiente. Sumate ahora mismo a la Comunidad EL OTRO con un aporte mínimo de $200 mensuales.

 

Aporto $200

Aporto $300

  Aporto $500 

Yo defino mi aporte

 

Una vez que hagás tu colaboración recibiremos automáticamente un mail y nos comunicaremos con vos. Si tenés dudas o consultas podés escribirnos a través del messenger de la Comunidad o del correo electrónico comunidadelotro@gmail.com .

Si luego de hacer el aporte decidís interrumpirlo, podés darte de baja en cualquier momento. No exigimos un tiempo de permanencia.

 


 

¿Por qué te pedimos ayuda?

 

Somos una cooperativa de trabajadorxs de la comunicación integrada por doce profesionales que desde hace más de tres años publicamos el diario digital EL OTRO (www.elotro.com.ar).

Investigamos al poder y mostramos sus mugres bajo la alfombra, retratamos la Mendoza invisibilizada, te acercamos a las y los artistas que cotidianamente construyen nuestra cultura, y te acompañamos en incontables manifestaciones, marchas y protestas en las calles mendocinas. Porque siempre estuvimos en la misma vereda que vos.

Pusimos el hombro y el cuerpo para sostener el compromiso con tu derecho a la información, manteniendo el pacto de honestidad intelectual que te planteamos desde el inicio, y asumiendo los costos y riesgos que trae el ejercicio de la libertad de expresión y la crítica ante gobiernos marcadamente autoritarios.

Queremos seguir haciendo lo que más nos gusta: periodismo cooperativo y solidario, a contramano del discurso oficial.