EL OTRO entrevistó a Ariel Robert y Emilio Vera Da Souza, conductores de “Muchas Gracias”, una propuesta que oxigena el aire de la radio en Mendoza, con formas periodísticas tan clásicas como indispensables. Ideología, línea editorial, agendas, ¿libertad de expresión?, ¡la pauta!, en esta conversación con dos profesionales de la comunicación social con largo camino y una esperanza siempre puesta en la inagotable Era de la radio.

Por Negro Nasif | Fotos: Coco Yañez

Emilio Vera de Souza y Ariel Robert

“Vivimos en la era de la imagen” es una afirmación que difícilmente se ponga en cuestión en la actualidad. Pasamos una parte muy importante de nuestros días mirando una pantalla repleta de estímulos visuales. Sin embargo, la radio, esa voz compañera que fidelizamos, un medio de comunicación que cumplió 100 años, la que sobrevivió la predicción fallida de las mil muertes, hoy goza de muy buena salud.

La empresa Kantar IBOPE Media difundió en setiembre pasado los resultados de una encuesta, sobre la base de 10 mil argentinos consultados, que revela la absoluta vigencia de la radiodifusión e, incluso, la consolidación de la escucha en receptores tradicionales. El 52% de las y los encuestados sintoniza en el aparato común de radio, en tanto que 44% escucha en el auto, 25% en apps de celular, 16% desde internet, y solo 7% en señales de cable o TV que emiten programas radiales.

Emilio Vera Da Souza

De acuerdo con este mismo estudio privado, el 56% de los argentinos y argentinas apelamos a la radio para informarnos y actualizarnos en noticias, fundamentalmente locales y nacionales. “La radio es muy valorada por la gente como algo propio, algo local, algo que tiene que ver con la identidad personal y de la sociedad, marcando la agenda social y política, sostuvo Ariel Hajmi, CEO de Kantar IBOPE Media Argentina & Uruguay, en una entrevista publicada en el portal de Perfil.

En Mendoza, en materia de difusión de noticias, “no hay con qué darle a Canal 9, aunque muchos lo vean para enojarse y criticarlo”, nos advierte el periodista mendocino Ariel Robert, y con ese mismo convencimiento sostiene y defiende la vitalidad de la radio y su influencia social, política y cultural. Robert y Emilio Vera Da Souza conducen desde setiembre pasado el programa Muchas Gracias, en LV8 Radio Libertador (AM 780, FM 92.7 e Internet), de lunes a viernes, de 7 a 10.30.

Ariel Robert

En muy poco tiempo, la propuesta de Muchas Gracias renovó la primera mañana de la histórica emisora mendocina, con una fórmula clásica en cuanto a los principios básicos del periodismo y la comunicación oral, cimentada en más de 200 entrevistas puestas en el aire, a la vez que se instala paulatinamente en los soportes digitales y las redes sociales.

La arquitectura, el clima de silencio, los equipos y las peceras del edificio de la calle Rioja de Capital conducen inevitablemente a respirar una suerte de burbuja anacrónica que, como las señales que se estimulan desde los micrófonos, transcienden y relativizan los espacios y los tiempos. Un diálogo. De eso se trata fundamentalmente Muchas Gracias y esta entrevista con EL OTRO.

Robert y Vera da Souza se miran en el estudio como los tonaderos cuyanos, es decir, se entienden con las miradas mientras hablan, gesticulan y anticipan un salto al aire que por algunos momentos eligen implícitos y sin red y, en otros, construyen sobre la base del esbozo de acuerdos que siguen el pulso del intercambio con las músicas y los entrevistados, protagonistas -como decíamos- de la información.

El proyecto comenzó a pergeñarse mucho antes de la pandemia. Se venían amenazando con juntarse para seguir despuntando un oficio que conocen muy bien y que atizaron en común durante un ciclo editorial y la presentación del libro de Robert, La Grieta del Medio, durante el año pasado.

Vera Da Souza confiesa que fue Pedro Saborido quien le dijo terminante hace dos años que “dejara de esperar que una radio lo contratara, que eso ya no existe más” y que se lanzara a otras alternativas. Recuerda la naturalidad con que fluyó, un año después, el proceso de concepción de este proyecto y su materialización. No estaba en los planes originales la posibilidad de Radio Libertador, pensaron diferentes emisoras y formatos hasta que recibieron la propuesta concreta del director Alberto Sabatini. Fijaron pautas, dijeron que sí y completaron la coproducción con un nutrido equipo de la radio pública y colaboradores externos, entre ellos/as: Natalia Pautasso, Esteban Rodríguez, Ana Vega, Mónica Borré, Florencia Moreno, Natalia Tisera, Mariana Ferreira, Javier Costarelli, Carlos Martín, Gustavo Torres, Germán Ejarque y Juan Manuel Gispert.

Natalia Pautasso

“Se alinearon los planetas y logramos una amalgama bien extraña y distinta, en una radio que tiene historia, prestigio y un alcance geográfico muy amplio con AM y FM”, cuenta Robert. Asume como un desafío, también diferente, estar todas las mañanas frente al micrófono de una radio estatal que requiere adecuación a lógicas de trabajo muy distintas a las que desarrolló durante su larga trayectoria en el multimedios Uno, hoy Grupo América. “Ideológicamente sabemos para dónde jugamos, pero lo primero que planteamos cuando aceptamos la propuesta fue definir que no veníamos a trabajar para alguien o para un facción puntual, porque está fuera de lo que nos proponemos con Emilio, no estoy haciendo ninguna calificación de carácter moral, sino que simplemente no entramos en ese juego”.

Vera Da Souza también subraya “lo ideológico” como encuentro fundamental con su compañero y destaca que las diferencias son de “estilos, de tiempos distintos y algunas formalidades, pero en general estamos bastante cercanos”. Esa proximidad también viene marcada por hitos de historia compartida, con lapsos más o menos largos de senderos paralelos que confluyeron en este punto actual. Se conocen desde pibes, los padres de ambos fueron amigos, se iniciaron periodísticamente en Diario Mendoza antes de terminar el secundario, “vivieron” la Radio Nihuil… En fin, “experiencia”, palabra que junto con “relaciones” repetirán a lo largo de esta charla con EL OTRO.

¿Cómo definirían en tres líneas esa coincidencia ideológica que los dos destacan?

Ariel Robert: Creemos que, sin grandes posturas, el periodismo es una búsqueda de verdad que debe beneficiar a algún sector. Ese sector no necesariamente tiene que ser el que te banca, el que te pone la plata, tiene que ser bastante más amplio que eso. Ambos creemos que tenemos para aportar las experiencias que hemos ido acumulando, las relaciones, y los trabajos que cada uno ha sostenido.

¿Y cómo eso se traduce en la línea editorial y la agenda diaria?

Emilio Vera Da Souza: En general, salvo que sean temas centrales y que previamente nos parezcan de interés nuestro y del público, tratamos de no seguir la agenda de los grandes medios, buscamos hacer algo novedoso con el interés también de que la audiencia, cada vez más amplia, comience a seguir nuestra agenda.

Entrevistamos a personalidades que nos parecen relevantes, que están a la mano de cualquiera, que no las suelen tener en cuenta, salvo que justo calce en las agendas de los grandes. Nosotros pensamos que podemos ponerlas al aire sin que estén en el candelero.

Buscamos el buen gusto y trabajar una estética, evitamos la guarrada, nos permitimos reflexionar sobre lo que hacemos y utilizar bien los términos, sin necesidad de estar googleando al aire para saber de qué estamos hablando.

Ariel Robert: Uno de los ejemplos que tomamos es el programa inglés que se llamaba Relaciones (Nota de redacción: Connections es una serie documental de televisión producida por la BBC en la década del 70).

Emilio Vera Da Souza: En ese programa un tipo, por ejemplo, se ponía a hablar de la locomotora. Se empieza a preguntar cómo se llega al tren y dice “tiene que haber ruedas”, entonces indaga sobre el origen de la rueda. Después desde ahí llega a la máquina de vapor, y para eso tiene que haber agua… Y así, va siguiendo toda la secuencia.

Robert señala que la organización del programa tiene un sentido horizontal y de adaptación a la convivencia en el piso, donde es esencial respetar los distintos puntos de vista y “el desafío de discutir al aire sin ningún libreto, exponiéndonos, sabiendo que los protagonistas no somos nosotros, sino los hechos y quiénes estamos entrevistando”.

Desde hace algún tiempo se ha intentado instalar la idea de dos supuestos extremos: el periodismo objetivo y el militante. ¿Creen en esas definiciones? ¿En qué lugar se paran ustedes?

Ariel Robert: En esencia, no hay nada nuevo, a mí me parece que el periodismo no ha cambiado para nada. Siempre recuerdo a alguien que preguntó en una mesa de entrega de premios, hace ya varios años, “¿cómo puede ser que Bernardo Neustadt cambie tanto de un día para el otro?”. Y otro periodista le respondió: “No cambió nunca, cambiaron los anunciantes, él siempre fue el mismo”. Definía un concepto muy cruento pero gráfico y, por desgracia, actual.

Nosotros creemos que hay que entender que hay un público que tiene avidez por algunas cuestiones que no están abordadas, ni por los grandes ni por los chicos. Si nos interesan a nosotros hay una masa crítica a la que seguro también le interesa. ¿Lo podemos abordar con seriedad? Sí. ¿Tenemos conocimientos? Sí. ¿Tenemos relaciones? Sí, para bien y para mal. ¿Somos militantes? Ninguno de los dos somos militantes de una facción. Tenemos coincidencias ideológicas, no pragmáticas. Desde ese lugar hacemos periodismo, no somos para nada originales.

¿Y por dónde pasa la libertad de expresión en Mendoza, cuando hay estimaciones de una pauta publicitaria oficial de 1.650 millones de pesos anuales?

Ariel Robert: Ni ahora ni nunca ha habido libertad de expresión. En el sistema capitalista hay libertad de empresa. Que uno está supeditado al condicionante económico, no hay lugar a dudas, el tema es elegir hasta dónde.

Yo hice estimaciones, conozco números desde adentro de los medios y no me cierra por ningún lado esos 1.650 millones de pesos de los que se habla. Calculo que la mitad más o menos está en los medios, lo cual es peor, porque hay un 50% que no sabemos dónde está.

Hay medios que son díscolos para pelear la pauta, pero no hay una cuestión lineal. Por mi experiencia puedo decir que hay medios y periodistas que son proclives a un sometimiento que tiene que ver mucho más con la coincidencia ideológica con los dirigentes políticos que con la pauta oficial. Y lamentablemente tengo que decir que en Mendoza tenemos una dirigencia gansa, por derecha y por izquierda.

Si le sacaran esos fondos a todos los medios no cambiarían de modo sustantivo las posiciones de sus periodistas, pero es indudable que sin el volumen económico que aporta el Estado provincial se caen todos. Ni los sectores económicos, ni el Estado nacional podrían competir con el gobierno local en materia de pauta. La Nación no podría, ni le convendría, destinar semejante suma para tapar o ganarle al Gobierno de Mendoza, porque se le va la ecuación, y en términos electorales Mendoza es el 3,8%. De hecho, con o sin pauta, ninguno de los grandes jugadores se alinea con el gobierno nacional.

Vera Da Souza: Por supuesto que no estamos en contra de la pauta estatal, la cuestión es cómo se distribuye y si cada medio o periodista blanquea quiénes los bancan. Nosotros lo planteamos claramente desde el principio.

Al inicio del ciclo, en una especie de manifiesto fundacional, Muchas Gracias publicó en las redes sociales: “Lo que los grandes medios hacen con dinero, súper estructuras y poder, nosotros lo tenemos que hacer con inteligencia y calidad y mucho esfuerzo. La única manera de que nos escuchen es que nos conozcan. No podemos pagar campañas publicitarias. No podemos competir en igualdad de condiciones con los mostros. Si gritamos solos en el desierto, nadie nos escuchará”.

“No hace falta que estemos de acuerdo. Solo nos comprometemos a decir, en cada situación, de qué se trata. A diferenciar noticias e información de nuestras propias opiniones. A decir de dónde sacamos las noticias. A decir de qué bolsillos provienen nuestros ingresos y quiénes son nuestros auspiciantes y favorecedores. A decir qué hacemos y para quiénes trabajamos”.

“La información es un derecho ciudadano. No es propiedad de unos pocos. Les pedimos compañía. Es ahora cuando los necesitamos. ES AHORA CUANDO NOS NECESITAN”.

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