Una multitud de trabajadoras y trabajadores estatales, en su mayoría de la Educación, marchó este lunes a Casa de Gobierno unida en la consigna “Salario digno”. “No nos podemos olvidar que en el 2020 sostuvimos el sistema educativo sin un peso, lo sostuvimos con nuestros insumos, con nuestros tiempos y con nuestro amor a la educación. Ese amor nos debe llevar a construir un gran paro”, sostuvo la secretaria general del Sute, Carina Sedano, ante una explanada que volvió a colmarse, como no sucedía desde el inicio de la pandemia. Rechazaron los “bonos” ofrecidos por Suarez y ratificaron que el plan de lucha, por 50% de aumento acumulable, remunerativo y bonificable, continuará con protestas durante la Vendimia.

Por Negro Nasif | Fotos: Coco Yañez

Carina Sedano, secretaria general del SUTE Foto: Coco Yañez

“Gracias por demostrar que no estamos panza arriba, que estamos de pie sosteniendo el sistema educativo”, comenzó en su discurso Carina Sedano, la mujer que, luego de un cuarto de siglo de varones al frente del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (Sute), conduce la organización obrera más importante de Mendoza.

La alusión irónica  a la panza arriba, frente a la multitud –calculada en 15 mil personas por las organizaciones que convocaron a la marcha- fue un claro desagravio, ante el discurso de odio que el conglomerado de medios hijos de pauta intentó instalar para deslegitimar a las y los trabajadores de la educación que, en condiciones de crisis sanitaria y económica, sostuvieron –y sostienen- las clases de cientos de miles de niñas, niños, adolescentes y adultos mendocinos.

Como respuesta al agravio, que en un programa radial sintetizó con cinismo el operador de prensa Marcelo Torrez, la propia Sedano, quien fue la última oradora, hiló su alocución en torno al concepto de dignidad que encabezó -en una bandera argentina- la multitudinaria movilización desde el centro de la Ciudad de Mendoza hacia el Palacio de Gobierno. “No nos podemos olvidar que en el 2020 sostuvimos el sistema educativo sin un peso, lo sostuvimos con nuestros insumos, con nuestros tiempos y con nuestro amor a la educación”, recordó la sindicalista y argumentó que “ese amor nos debe llevar a construir un gran paro”.

 

 

 

La recuperación de la huelga como herramienta fundamental de lucha fue, tal vez, una de las posibilidades que más entusiasmó a muchos de las y los protagonistas de la marcha. Maestras/os, profesores/as, celadores/as en su mayoría, de casi todos los departamentos de Mendoza, organizados en Sute y Sindicato de Docentes Privados (Sadop), junto a estatales de CTA de los Trabajadores, Sindicato de Trabajadores Estatales Autoconvocados (Sitea), y los trabajadores de Juegos y Casinos, sumados a los Viales, entre los principales gremios que convocaron al inicio de un plan de lucha que tendrá otros capítulos durante la Vendimia.

La propuesta de la construcción de un paro evidenció, al mismo tiempo, un objetivo no menor de corto plazo: acumular fuerzas, unidad y organización de cara al próximo 7 de marzo, fecha en que el Ejecutivo y los representantes gremiales se sentarán otra vez en la mesa paritaria, para analizar una nueva propuesta salarial que supere la oferta -calificada de miserable- que todos los sindicatos rechazaron en el primer encuentro de negociación.

 

 

 

“Queremos un aumento acorde a la inflación que tenga en cuenta el poder adquisitivo del salario”, precisó Sedano, quien ya puso en falta al Gobierno en el mismo día del inicio del ciclo lectivo: “hoy comenzamos a ir a las escuelas y no tenemos depositado la ayuda de útiles para docentes, ni la vestimenta para los celadores”, dijo previo a denunciar las “condiciones indignas en las escuelas” que, por ejemplo, llevaron a la DGE a cerrar un establecimiento en Tupungato.

La reivindicación de “salario digno” fue bandera de la marcha, como consigna recuperada de la memoria histórica del movimiento obrero, para insistir sobre aquello sustancial que, al parecer, dejó de formar parte del “sentido común” impuesto por los poderes hegemónicos. Un nuevo esfuerzo político, popular y contra-hegemónico, que busca recrear la dignidad hasta que se haga costumbre, se hizo sentir en la movilización de este lunes en Mendoza, con eje en el salario, piedra basal de la clase trabajadora, social y económicamente diezmada en los últimos años.

 

 

 

“Salario digno” también significó un rechazo al llamado bono –concepto más propio de sociedades precapitalistas y no de una pretendida Mendoza moderna- promocionado a dos voces por el gobierno de Suarez y sus medios aliados como una “suma fija de $115.600”, obviando que a ésta habría que restarle casi la mitad, o sea, $54.000 otorgados en 2021. Inédita forma de vender un ofrecimiento que, apelando a la grandilocuencia y las verdades a medias, buscó desinformar a la población, aunque no pudo engañar nadie, por lo que fue rechazado de plano hasta por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMProS), cuyas dirigencias han sido más que solícitas para firmar acuerdos funcionales a la alianza Cambia Mendoza.

Los gremios estatales movilizados reclamaron 50% de aumento salarial, acumulable, remunerativo y bonificable. Es decir, que la recuperación del poder adquisitivo tenga como referencia ineludible a la inflación de los últimos años, y que se haga a través de haberes registrados –mal llamados en blanco– en lugar de los bonos ofrecidos por el Ejecutivo y porcentajes que, si no son incorporados a los básicos, terminan licuados y desfinancian a la obra social del Estado y a los recursos de la seguridad social.

 

Julio Bellido | Sitea

 

Carina Sedano (Sute) | Ester Linco (Sadop)

 

Gustavo Correa (CTA)

“Señor Rodolfo Suarez, hoy 21 de febrero a esta hora, con esta explanada colmada de trabajadores y trabajadoras, le venimos a decir que acaba de empezar un plan de lucha que se va a movilizar en los actos de Vendimia, en los actos públicos, en el Carrusel, en la Pisada de la Uva. Allí nos va a encontrar visibilizando el conflicto, porque estos trabajadores y estas trabajadoras hemos perdido más del 40% del poder adquisitivo, y lo vamos a recuperar con la unidad, con la convicción y con ese compromiso que tiene la clase trabajadora”, señaló a su turno Gustavo Correa, secretario general de la CTA de los Trabajadores y, en coincidencia con las principales reivindicaciones del conjunto de las y los estatales, exigió a Suarez la equiparación de las asignaciones familiares de Mendoza con las que paga el Gobierno Nacional, y la recuperación de la desguazada Obra Social de Empleados Públicos (Osep), para que “represente los intereses de los compañeros y compañeras” y no la “usen como botín político”.

Acaba de empezar un plan de lucha. Fue éste uno de los principales mensajes que dejó la multitud bajo la lluvia.

 


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