Bajo la dirección de Liliana Furió y Lucas Santa Ana, este jueves se proyectó en el Cine Universidad la historia de vida de Ilse Fuskova, la artista y activista por la visibilidad lésbica que marcó un hito dentro del movimiento LGTBIQ+, siendo una de las impulsoras de la Primera Marcha del Orgullo en nuestro país junto a Carlos Jáuregui. La convocatoria se desarrolló en el marco del cierre de las actividades dedicadas al Mes de las Mujeres, Niñas, Adolescentes, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries. En diálogo con EL OTRO, Furió, quien además es fundadora de Historias Desobedientes, un movimiento conformado por hijas e hijos de represores que repudian el genocidio y militan por la Memoria, la Verdad y la Justicia, brindó detalles de cómo se fue gestando el proyecto para hoy convertirse en un film tan fundamental y simbólico para la diversidad.

Por Milagritos Contreras | Fotos: Seba Heras

Ilse Fuskova nació el 11 de junio de 1929, la vida de la artista, quien en su momento también fue periodista, azafata y fotógrafa, fue de constante lucha. Para el año 1978, plena dictadura militar, se pronunció feminista, y en 1986, al regreso del Encuentro Latinoamericano de Mujeres de Bertioga, se reconoció como lesbiana. Entre esos sucesos abandonó un matrimonio de 30 años. Para los medios de comunicación y la sociedad de esa época fue, probablemente, desconcertante ver a una mujer que se rebelaba de tal manera ante el sistema. Junto a Carlos Jáuregui impulsaron la Primera Marcha del Orgullo en Argentina, lo que no imaginaron es que años más tarde ese movimiento se convertiría en una lucha imparable.

En diálogo con EL OTRO, Liliana Furió, la fundadora del movimiento “Historias Desobedientes”, presentó en Mendoza, junto a su equipo de trabajo, la historia de vida, de lucha de Ilse Fuskova, con quien reconoce sentirse muy identificada: “A Ilse Fuskova la conocí en los 90’s cuando la fui a escuchar en una de sus charlas que daba con Claudina Marek, leer su libro para mí fue revelador. En aquellos tiempos una mujer que se asumía lesbiana pero que venía de estar casada con hijos, del lado del lesbianismo también era mirada con sospecha, con desconfianza. Entonces la historia de ella para mí fue un antes y un después también. Luego me la volví a encontrar en el año 2015 en un homenaje que le realizaban, la abracé, le di las gracias como hace mucha gente con ella, porque realmente fue una maga de abrir caminos, de poner el cuerpo en la calle. Y cuando la fui a abrazar en ese momento le dije ‘Ilse, ¿dónde se puede ver un documental tuyo?’, y ella me respondió ‘no sé, no hay’, y allí fue cuando le dije ‘¿pero cómo puede ser? ¡Tenemos que hacer un documental sobre tu vida! ¡Hagámoslo!’, y entonces me respondió ‘bueno, bueno. Llamame’, y así empezamos un vínculo que nos transformó en una amistad muy entrañable”.

Liliana es hija de un actor clave del terrorismo de Estado en Mendoza: el ex teniente coronel Paulino Furió, quien se desempeñó como jefe de inteligencia II (G2) del Ejército y fue condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad. Aunque fue fundadora de Historias Desobedientes, hoy milita en el espacio Asamblea Desobediente donde ha logrado reivindicar nuevamente su lucha colectiva. “Siempre cuento que lo primero que a mí me rescata es el haber podido del clóset en el año 1994, después de estar 11 años casada, para ese entonces tenía 30 años y 3 hijas pequeñas. Ese fue el primer camino de construcción, el camino del feminismo, la lucha lésbica dentro del colectivo LGTBIQ+. Cuando antes me había criado rodeada de militares, cuarteles, colegios de monjas. Aunque antes de Historias Desobedientes militaba en otros espacios sociales, muy comprometida, y siempre tuve un miraje hacia la izquierda que a mis padres ya les preocupaba mucho”, argumenta Furió.

Sostener los trapos

Según relata la realizadora audiovisual, la proyección cinematográfica hará un recorrido que va más allá de la militancia lésbica de Fuskova, la cual es muy importante y simbólica dentro de la historia de la diversidad. Para la realización de este film se ha utilizado una gran cantidad de material de archivo entre los que se pueden mencionar VHS de los 90’s y un álbum familiar que registra el nacimiento de la protagonista de la historia.

“Estoy súper agradecida – añade Liliana – de que en la provincia me hayan bancado de poder estar en el Cine Universidad. Ojalá que permee esta historia de vida de todas las luchas, porque están todas relacionadas nuestras luchas. Porque en el documental hay un matiz donde se puede ver que las luchas de las madres están también entrelazadas con las luchas de los colectivos vulnerados, porque las madres siempre han sido cabeza de lucha al entender a partir de ese doloroso hecho de la desaparición de sus hijos e hijas, es decir cómo se tuvieron que parir así mismas o cómo sus hijos han parido a esas madres, mejor dicho. Ilse es en gran medida un ejemplo de vida y está buenísimo mostrarla y que circule por todas partes. Es necesario ver este tipo de historias y más con una derecha que viene por todos nuestros derechos”.

En la vida no cualquiera es desobediente, y así como en nuestro país, en el resto del mundo hay muchas más historias que contar y memorias que defender. Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay y Alemania también cuentan con hijos e hijas de genocidas que se revelaron ante la crueldad y decidieron ser parte del movimiento del cual Liliana fue pionera. “Junto a mi esposa Julie August seguimos sosteniendo ese camino, ella es el puente para conectarnos con los demás desobedientes. Ese camino es un trapo, una lucha que no vamos a abandonar, porque también es sanador poder transformar ese dolor y ese repudio de lo que hicieron nuestros padres o familiares en acción de lucha. Es sanador desde lo interno y desde lo colectivo”.

“Guionar fue el gran trabajo”

Documentar a una activista como Fuskova es palabra mayor, y en este caso afirma Liliana fue un enorme desafío unir cada etapa y faceta de su vida. “Ese fue el gran trabajo. Tengo que decir que cuando decido hacer la película, inmediatamente se lo comuniqué a Alberto Maldiah de Sombra Cine, que era con quien yo estaba trabajando, y me dice ‘no, la tiene pensada Lucas Santa Ana. También trabaja conmigo, él hizo El puto inolvidable, la vida de Carlos Jáuregui’. Ahí le dije ‘pero la película de Ilse la va hacer una torta, querido. ¿Cómo que la va hacer Lucas Santa Ana. ¿Estamos todos locos?’, y me dijo ‘bueno, tranquila, lo podemos conversar. Entonces júntense y hablen’. Así que nos reunimos con Lucas y nos pusimos de acuerdo en que encararíamos juntos el proyecto”, expresó, entre risas, Furió y agregó que “la verdad es que fue una experiencia muy enriquecedora y fue lo que hizo crecer también el relato, con no pocas discusiones en el medio obviamente pero con muchísima cantidad de material, tanto así que podríamos haber hecho por lo menos dos películas. Hice el primer gran armado del guión y después nos metimos en lo fino mucho ambos con la colaboración de Adriana Juárez. El guión final fue producto de muchas horas en la silla al momento de la edición, primero con Flavia Del Ducca que es mi maga de la edición y luego la pulimos con Lucas. Había que condensar en una película una vida de más de 90 años”.

“Estamos realmente felices con el resultado. Creo que siempre lo diverso enriquece, ya sea desde lo étnico, desde lo cultural, desde lo genérico, una multiplicidad de voces es lo que le da mayor riqueza a cualquier relato o a cualquier historia”, completó Furió.

 

 

Sobre Liliana Furió

Su primer documental como productora y guionista es Mucho para dar, estrenada en circuitos educativos en el año 2011. Su siguiente trabajo como productora y guionista y el primero como directora fue el documental Todos podemos bailar, estrenada en agosto 2014 en Berlín-Alemania. Tango Querido, ha sido su tercer documental como realizadora y guionista. Este trabajo fue seleccionado en varios festivales internacionales y estrenado en el Festival Asterisco de Buenos Aires en noviembre de 2016.

En agosto de 2018 estrenó en Berlín En una esquina de Barracas, el último arrabal.

Sobre Lucas Santa Ana

Foto: Facebook Lucas Santa Ana

Guionista, director y productor egresado de la ENERC-INCAA (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica).En 2016 estrena su Opera Prima de ficción Como una novia sin sexo. Entre 2016 y 2017 su documental El Puto Inolvidable viajó por numerosos festivales recibiendo el premio del público al mejor documental y mejor director en LesGaiCineMad.

En 2020 estrena su segundo largometraje de ficción, Yo, adolescente basado en la novela de Zabo.

 

Ilse Fuskova
Ficha técnica

Productora: Sombracine
Producción: Alberto Masliah, Daniel Chocrón y Lucas Santa Ana
Producción Ejecutiva: Alberto Masliah
Jefa de producción: Cintia Micheletti
Editores: Flavia Del Ducca y Lucas Santa Ana
Corrección de Color: Lucila Kesselman
Directora de fotografía: Mariana Russo
Sonido directo: Carolina Pérez Sandoval y Lucas Ulecia
Dirección de sonido de post producción: Mariano A. Fernández y Juan Krymkiewicz
Música original: Paula Maffía
Guión: Liliana Furió, Adriana JuárezyLucas Santa Ana
Directores: Liana Furió y Lucas Santa Ana

 

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