Militantes feministas, familiares y amigues marcharon este lunes por la noche hacia la Comisaría 36 de Las Heras, en pedido de justicia por el femicidio de Daiana Aballay, quien fue asesinada el domingo pasado, en su vivienda del barrio Espejo. En diálogo con EL OTRO, Yésica Mugica, integrante de Feministas Acorazadas, la agrupación que realizó la convocatoria a manifestarse, expresó la indignación que sienten luego de que los funcionarios a cargo de la causa les informaran que el acusado, Sebastián Salomón, podría ser considerado inimputable porque sufriría “trastornos mentales”. Convocan a una nueva marcha para el próximo viernes, a las 17 hs, en el Kilómetro 0 de Capital.

Por Milagritos Contreras | Fotos: Gentileza

El domingo al mediodía Mendoza tuvo que lamentar una víctima más de la violencia machista que sufrimos a diario las mujeres; asesinaron a Daiana Aballay (24), una joven madre de un pequeño de 5 años a quien le arrebataron la vida, los sueños, la oportunidad de ser feliz. Al femicida de Daiana no le importó nada, cruzó por el patio de su casa y la atacó a machetazos delante de su hijo luego de intentar violarla, provocándole posteriormente la muerte.

Este lunes, allegados, amigos y mujeres feministas realizaron una marcha en pedido de Justicia por Daiana Aballay. Denuncian la poca seriedad con que el Ministerio Público Fiscal está llevando adelante la causa, la falta de esclarecimiento ante el avance de la misma, al tiempo que exigen pena máxima para Sebastián Salomón, vecino de la familia Aballay, quien podría ser considerado inimputable ya que sufriría “trastornos mentales”, lo que será determinado a través de las pericias psiquiátricas que ya ordenó la Unidad Fiscal ubicada en la Comisaría 36.

“La convocatoria surge de Acorazadas al ver, a través de los medios, que el femicida podía quedar en libertad. Entonces contactamos a vecinos y amigues de Daiana para saber si tenían algún tipo de información, pero nos dijeron que a ellos tampoco se les estaba brindando detalles al respecto. Fue así como acordamos con ellos para reunirnos. Primero marchamos y fuimos a la casa del femicida, pasamos por casa de Daiana, y también nos apostamos frente a la Comisaría 36, para exigir información sobre la causa. Hablamos con el comisario y el ayudante fiscal, pero fue muy poco lo que nos pudieron decir al respecto. Creo que fuimos nosotras quienes más estábamos empapadas de la situación que ellos. Es lamentable esto, porque debiera ser el Estado quien debe estar más comprometido con lo que nos sucede a las mujeres”, argumentó Yésica Joshua, integrante de Feministas Acorazadas.

Según les informaron a los y las manifestantes, están a la espera de los peritajes correspondientes a Salomón para determinar si es o no inimputable. Desde la organización feminista convocaron a una nueva marcha este viernes, a las 17 hs, en el Kilómetro 0. “Decidimos que vamos a continuar dando lucha en la causa. Hablamos de que es alguien que ya contaba con denuncias previas, entre ellas por abuso sexual a una menor de 12 años. Tenga problemas mentales o no, tiene que estar en un penal común y corriente, porque sabemos lo que pasa con los judicializados en los hospitales psiquiátricos, donde se pasan unas largas vacaciones, porque ahí se mueven con total impunidad. Y así tuviera problemas mentales, qué hacía caminando tranquilamente por la calle cuando, entonces, tendría que estar internado en un manicomio. El Estado es totalmente responsable de la desidia que vivimos diariamente todas las mujeres, disidencias y niñes”, enfatizó Mugica.

Pese a los intentos de la Justicia de internarlo en el Hospital Psiquiátrico Carlos Pereyra, las autoridades de ese lugar respondieron que “no están preparadas para recibir a una persona privada de su libertad”, y le recordaron a las autoridades que “en el caso de sufrir trastornos mentales hay un lugar en el penal dedicado a alojar ese tipo de personas”.

Daiana es una realidad de la crueldad con la que se mueven los machitos sanos del patriarcado. La Justicia lenta no es Justicia. La falta de compromiso por concientizarse en perspectiva de género por parte de autoridades u organismos del Estado tampoco ayuda en el avance contra este flagelo. Una sociedad injusta contra la mitad de la población en el mundo que representamos las mujeres, no se puede llamar democrática.

 

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