En el año 2008, Diego Gareca, entonces director de Derechos Humanos de la intendencia de Alfredo Cornejo en Godoy Cruz, se comprometió ante los organismos de derechos humanos de Mendoza a recuperar “todo” el edificio del Ex Centro Clandestino de Detención que funcionó, durante la última dictadura cívico-militar, en la Comisaría Séptima de ese departamento. Trece años después, con el mismo Gareca como director de Cultura, el municipio decidió ceder parte de esas instalaciones a una fundación privada que promueve la “empleabilidad” mediante la enseñanza de la informática.
Por Negro Nasif
“Soñamos con un centro cultural de la vida, de la memoria, lleno incluso de alegría, de colores, de teatro, de música, de muestras de mucho arte”, se entusiasmó Gareca en el documental Reconocernos Godoy Cruz, en el que se narra el funcionamiento siniestro de la Séptima como eslabón de la maquinaria sistemática de exterminio.
“Estamos combatiendo y luchando contra el olvido”, reivindicó Gareca y marcó un horizonte desde su oficina que funcionaba en esa misma comisaría: “Ha sido un esfuerzo muy grande poder llegar hasta acá y sentimos que esto recién comienza, que estamos en un pequeño espacio y la intención es poder recuperar todo el edificio”.
Trece años después, el mismo Gareca, esta vez como director de Cultura de Tadeo García Salazar, encabezó el acto del 24 de marzo pasado, en el que se institucionalizó la demoradísima recuperación del edificio declarado Sitio de la Memoria por la ley nacional 26.691.
Sin embargo, lejos de cumplir su palabra de recuperar “todo” el edificio para la Memoria del genocidio, el amnésico Gareca promovió la cesión de parte de las instalaciones a la organización civil Underc0de, “un grupo de informáticos que buscaban compartir conocimientos y resolver dudas mediante un canal virtual”, que “en el 2020, frente a la pandemia y todo lo que socialmente se afrontó, decidió asumir un compromiso social”.
El 16 de abril, el propio García Salazar, sin ningún tipo de diálogo con el conjunto de los históricos organismos de derechos humanos, hizo un acto público para anunciar la donación a Underc0de, a los fines de ofrecer talleres y cursos de informática para mejorar la “empleabilidad” de las y los godoycruceños. Muy lejos del centro cultural “de mucho arte” que soñó Gareca para reivindicar la lucha de las y los desaparecidos.
Tras la cesión, Martín Rumbo publicó en su perfil de Facebook (Richard Bomur) un video recorriendo diferentes habitaciones del ex Centro Clandestino de Detención donde, recordemos, fueron secuestrados y torturados militantes políticos, sociales y culturales de Mendoza, y se produjo la desaparición de Rubén Bravo.
El fundador del blog El Mendolotudo y miembro de Underc0de exhibió con total ignorancia histórica, y falta de respeto a las víctimas y familiares del genocidio, cuartos, oficinas y hasta sanitarios.
Como si se tratara de un broker inmobiliario, Rumbo se paseó por el edificio haciendo gala de su trivialización constante. “Ahora viene la parte linda, no está todo tan detonado”; “Acá ha venido a mear Freddy Krueger”; fueron algunas de las ironías de mal gusto y humoradas cínicas de un insensible paseándose por una de las mazmorras del terror, no de la película Pesadilla del Freddy, sino de un Estado genocida que operó en ese lugar para promover la miseria planificada del modelo neoliberal.
Basta con observar el video completo del mendolotudo (ver arriba) y así entender lo imprescindible que es conservar y visitar estos Sitios de Memoria, para que toda la sociedad mendocina no olvide, sepa la Verdad y consagre una Justicia duradera. Garantías básicas para la vida democrática y el desarrollo humano.
Memoria. La banalidad del mal no es ningún chiste.
