La cultura en el vacío

Mientras la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza enfoca su política en la cultura del show, el colectivo Cuando el Arte Ataca debió suspender su última actividad solidaria del año por falta de infraestructura básica comprometida por ese municipio. “Nos callaron, nos ningunearon, pero el amor no se detiene con ordenanzas sin firmas ni con caras dadas vueltas”, denunciaron las y los artistas. El comedor Volver a Empezar se quedó sin la ayuda tan necesaria que esperaban recibir.

Ayer a las 18.30, en el Parque Central, debía comenzar el último encuentro del año del colectivo Cuando el Arte Ataca. Las actividades previstas tenían como fin abrazar solidariamente al comedor Volver a Empezar de Godoy Cruz. Mendocinas y mendocinos se acercaron con alimentos, artículos de limpieza, juguetes, útiles, ropas… pero el Estado municipal falló.

La organización integrada por músicos, actores, escritores, artistas visuales y hacedores culturales tenía los permisos correspondientes y había cumplido los trámites burocráticos para el evento, pero a la hora estipulada no hubo ni escenario ni sonido, aunque si la bronca, tristeza, desazón de quienes le hacen frente a este tiempo terrible de neoliberalismo cultural explicito y desencajado.

“Hemos sido callados por encima de los convenios. La cita era hoy (por ayer), domingo 16 de diciembre. Había un fin hermoso, como siempre, ayudar a quienes más lo necesitan, desde el arte, poniendo el cuerpo y con el corazón entre las manos, no de todo corazón para evadir impuestos. Los artistas estaban, el público estaba, las ganas estaban. No estuvo la autorización ni el sonido. De ahí en más, seguramente, nos seguirá doliendo la falta de empatía y compromiso por parte de los señores de turno en Ciudad Suárez, la ciudad donde mostrar las desgracias de una sociedad excluida y sin preocupación del gobierno es una atrocidad, un delito o una contravención ante el ojo cornejista”, denunciaron desde Cuando el Arte Ataca, en un comunicado difundido anoche bajo el título “La censura no existe, la censura no, la censura, la…”

No obstante la frustación ante la desidia de las autoridades, desde el colectivo artístico y solidario se comprometieron a persistir: “Estamos con lágrimas, bronca, impotencia y algunas cosas más. Eso no quitará que mañana sigamos mirando el sol y cargando un poco de ternura con los ojos mirando al prójimo. Los niños del merendero no entienden sobre burocracia, nosotros no sabemos lo que es detenerse. Seguimos adelante, por vos, por ellos, por nosotros mismos al sentir que la dicha más grande es simplemente dar un poco de lo nuestro a ese mundo mejor que tanto nos necesita y sueña a cara lavada sobre toda la urgencia”.

“Nos callaron, nos ningunearon, pero el amor no se detiene con ordenanzas sin firmas ni con caras dadas vueltas. Que se sepa, sucedió en el Parque Central de la Ciudad de Mendoza, ahí donde el silencio a veces es salud”, cerró el comunicado firmado por Sacha Barrera Oro, Alejandra Mahia, Andrés Casciani, Diego Monton, Claudio Bracheta, Nora Fernández, Lucio Albirosa, Claudio Ochoa, Viviana Baldo, Juan Pablo Lemos, Gustavo Kessel, Susana Arenas, Marcelo Sánchez, Richard Quevedo, Marcelo López, Javier López Rotella, Miriam Belfer, Lucia Coria, Verónica Gómez, Dario Manfredi, Pablo Martí, Adriana Rodríguez y Roberto Fiat.

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