“Soy médica. Cuando quieras asesinar a tu hijo, que estaría bueno que asesines a tu hijo porque va a ser la misma cagada asquerosa que vos, y caigás en mis manos, te voy a hacer concha”, amenazó la doctora mendocina Marisa Belinda Manno, mediante un mensaje de audio de Messenger dirigido a Denise Llorens, una rionegrina que habría dado un “me divierte” en un comentario de Facebook de la militante celeste. “Con mis enfermeras ya tenemos todo planeado lo que vamos a hacerles a ustedes, putitas asquerosas, cuando lleguen. Te vamos a hacer recontra concha, te va a doler hasta el alma”, insistió con odio y cinismo la “profesional de la salud” del Hospital Central. EL OTRO entrevistó a Denise, mujer de 37 años, madre de tres hijos y estudiante, aún conmovida por la injusta agresión. “Mi lucha, mi pensamiento y todo lo que siento es por las que no están, por las que tienen que morir en abortos clandestinos porque hay un Estado ausente”, subrayó mientras espera una inmediata reacción de las autoridades de Mendoza que logre evitar que otras mujeres caigan en manos de semejante energúmena.
Investigación especial de EL OTRO
El audio circuló este domingo en las redes sociales:
Así que te reís de lo que yo comento en el Facebook, ¡puta asquerosa! Soy médica, cuando quieras asesinar a tu hijo, que estaría bueno que asesines a tu hijo porque va a ser la misma cagada asquerosa que vos, y caigás en mis manos, te voy a hacer concha. Con mis enfermeras ya tenemos todo planeado lo que vamos a hacerles a ustedes, putitas asquerosas, cuando lleguen. Te vamos a hacer recontra concha, te va a doler hasta el alma, ¡puta asquerosa, puta reventada! Reíte ahora… reíte puta porque nosotras con las enfermeras ya nos estamos riendo de todo lo que les vamos a hacer. ¡Asquerosa, diabólica, asesina, puta!
No parece verosímil , resulta extemporáneo, ojalá fuese una actuación, una fake news divulgada para embarrar el debate sobre la legalización del aborto en días decisivos. Era difícil entender que fuese real el tremendo nivel de odio, violencia y demonización del deseo contra una mujer, en un audio atribuido a otra mujer, una médica responsable de cuidar la salud y la vida de las personas.
Desde EL OTRO comenzamos a investigar para desandar el circuito de viralización del audio y de algunas fotos que lo acompañaban. Primero chequeamos la identidad de la autora del mensaje. Fuentes del Hospital Central confirmaron a este diario que la nefróloga Marisa Belinda Manno se desempeña en el Servicio de Hemodiálisis de ese centro asistencial y que, efectivamente, la voz que se escucha en el audio y las imágenes difundidas pertenecen a esa trabajadora del Estado, cuyos datos corroboramos en los registros del Ministerio de Salud.
Restaba encontrar quién fue la destinataria de la ira vomitada por la doctora Manno, una ferviente opositora a la legalización del aborto, y tratar de entender el porqué de tanto desprecio y agresividad hacia quien no comparte sus ideas. Siguiendo el rastro del audio en Facebook e Instagram, y tras entrevistar a tres feministas mendocinas, pudimos hablar con Denise Llorens, una rionegrina, para nuestra sorpresa.
“El audio me llegó hace un par de días a la madrugada, no le di bolilla, porque como no tenía agregada a esa persona en Facebook, y solo me había llegado la solicitud del mensaje, entonces quedó ahí. Pensaba que sería algo sin demasiada importancia y recién el sábado a la noche lo escuché. ¡Quedé helada!”, dice con evidente conmoción, del otro lado del teléfono, la mujer de 37 años, madre de tres hijos y estudiante del Profesorado de Educación Primaria que accedió a dialogar con este diario.
El miedo y la incertidumbre asaltaron a Denise. Parecía una confusión, un mensaje que por error llegó a un destino equivocado. La frase inicial del audio, “Así que te reís de lo que yo comento en el Facebook”, parecía dar una pista lógica para llegar a explicar la irracional agresión de una vehemente desconocida. “No podía creer por qué me lo había mandado a mí, se ve que le di me divierte a algún comentario, jamás comento una publicación pro-vida porque sé que siempre es para insultos”, especula Denise al tiempo que se muestra totalmente convencida de que nada podría justificar semejante reacción de la médica.
Luego de recabar algunos datos del perfil de Manno y descubrir que vive en Mendoza, Denise se contactó con amigas de nuestra provincia para intentar obtener más información y denunciar a la agresora. Mientras autoridades policiales le informaron que no podrían tomarle la denuncia por que vive en Río Negro, el audio comenzó a expandirse en las redes sociales. Fue entonces que la profesional del Central bloqueó a Denise, modificó la foto de su perfil, eliminó el mensaje que envió por Messenger y finalmente anuló el acceso público a su cuenta. Pero ya era demasiado tarde, el odio impune de la autodenominada pro-vida se multiplicó como un mensaje a favor de la tortura y la muerte, una promesa de sufrimiento para las que se animen a interrumpir un embarazo cuando el aborto sea legal, seguro y gratuito.
Este diario tuvo acceso a grupos de WhatsApp donde militantes celestes discutieron sobre posibles respuestas ante el estado público de las manifestaciones tan lejanas de las enseñanzas bíblicas que la médica divulgaba en su muro de Facebook. “Acabo de ver en un grupo feminista un escrache que le están haciendo a una médica del Hospital Central de Mendoza. La doctora es pro-vida”, advirtió este domingo a las 21.23 hs un miembro del grupo Sí a las 2 vidas. “¿Cómo se llama la médica? Hay que hacerle el aguante”, reclamó otro referente, adhiriendo a los dichos de Manno. “Esta se sacó mal y mandó un audio bastante fuerte, ese audio lo guardaron y compartieron las verdes. Han ido al hospital a pedir la renuncia de esta doctora por expresarse con odio y por todo lo que le dijo a la feminista. Están actuando sutilmente. No se ve nada en los grupos de ellas de marchas, lo hacen por Zoom o privado. Estemos atentos porque vienen por todo”, agregó una defensora de las dos vidas sembrado la falsa tesis conspirativa. “Solo muestran lo que la médica dijo, que la re puteó y que, el día que se hagan un aborto, ha quedado con enfermeras para hacerles cualquier cosa. No muestran nada de qué le hicieron para sacarla así”, se quejó otro miembro del grupo, sintetizando cómo la violencia machista culpabiliza siempre a la víctima con la acusación de que algo habrá hecho.
“Me quedé helada, porque no la conozco, no sé de dónde es, ni cuándo puedo haber hecho algo que le molestara tanto para decir esas cosas tremendas que me dijo. Estoy helada, realmente anonadada con esto que pasó. Ojalá que no quede en nada. A mí no me va a tener que atender nunca esa médica, yo tengo hijos grandes, uno de 18, uno de 13, tengo un bebé de 7 meses y me hice ligadura de trompas, yo nunca voy a necesitar que una mujer así me atienda, pero otras mujeres seguramente sí, y no tiene derecho a amenazar a nadie”, manifestó Denise Llorens con voz tranquila pero enfática.
En contraste con el discurso de odio explícito y la naturalización de la violencia contra las mujeres en el sistema de salud, Denise, quien vive en “un entorno donde nadie está a favor de la legalización del aborto”, enfatiza: “Mi lucha, mi pensamiento y todo lo que siento es por las que ya no están, por las que tienen que morir en abortos clandestinos porque hay un Estado ausente”.
“Ojalá que pase algo bueno. Esto tiene que generar algo bueno”, concluye esperanzada, antes de agradecer los gestos de sororidad que recibió desde Mendoza.
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