La Corriente Clasista y Combativa, junto a otras organizaciones, están en pie de lucha por las terribles condiciones de vida de muchas familias campesinas y pequeños productores de la provincia.

EL OTRO entrevistó a Guido Peña, coordinador en Mendoza de la CCC, para desarrollar esas informaciones y acceder a un panorama de la coyuntura que viven trabajadoras y trabajadores rurales en Mendoza.

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Foto: Cristian Martínez - 4/11/16

 

El viernes pasado cortaron un acceso importante del gran Mendoza en reclamo por sus demandas…

Sí, venimos teniendo esta dinámica que tiene que ver con cortar media calzada para poder informar, folletear… Se repartieron algunas verduras para poner de relieve que este sector de los trabajadores del agro está desapareciendo. Lo han dicho algunos medios gráficos hace poco… En estos últimos tiempos se abandonaron o dejaron de producir alrededor de 1000 fincas.

Y la mayoría de estos emprendimientos eran de pequeños productores que generan la verdura que consumimos a nivel regional. Esto deja a poblaciones desocupadas y sin recursos para subsistir.

Cambia, nada cambia

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Foto: Cristian Martínez

“La falta de regulación lo que hace es que siempre el más chiquito va perdiendo y tiene que abandonar, y el más grande compra tierras a dos mangos y se acaban las posibilidades de laburo para mucha gente”.

¿En estos últimos meses cambiaron las condiciones de los pequeños productores?

En términos de concentración de la tierra no hay muchas diferencias con el gobierno anterior. Este proceso continúa por estos días.

La inflación le genera al pequeño productor la imposibilidad de comprar herramientas e insumos y ni que hablar de la posibilidad de tecnificación de los cultivos, fertilizantes, semillas, agua…

Con los tarifazos tenemos el caso de 5 productores que pagaban, hasta no hace mucho, dos mil pesos de luz, les llegó una factura que ronda los siete mil.

A esto le tenés que sumar la apertura de importaciones con la colocación de zanahorias que vienen de Chile a competir con las producidas localmente.

En el gobierno anterior se hicieron esfuerzos -mayoritariamente deficientes- para la organización de los pequeños de productores, ¿esto continuó?

Nosotros peleamos por tractores durante la última parte del gobierno de Cristina (Fernández), y recién ahora, cuando vieron la posibilidad de que movilizáramos a mucha gente desde el este, se firmaron convenios para que lleguen algunas herramientas.

Con el gobierno anterior recibimos fertilizantes y semillas pero, finalmente, esas ayudas terminan siendo parches porque no hay una política clara de fondo para estos sectores.

Cuando el productor vende, el intermediario le baja el precio de manera terrible: el cajón de cebolla no supera los $10 y el de lechuga te lo pagan $5.

Esta falta de regulación lo que hace es que siempre el más chiquito va perdiendo y tiene que abandonar, y el más grande compra tierras a dos mangos y se acaban las posibilidades de laburo para mucha gente.

Otras inseguridades

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Foto: Cristian Martínez - 4/11/16

“El que quiere producir no tiene dónde hacerlo y lo mismo pasa con las familias que no tienen un techo propio que terminan migrando a las villas de la ciudad”.

¿Cómo les va a las comunidades luego del despojo?

En estas zonas se ven cada vez menos posibilidades para la juventud por la falta de trabajo y se empiezan a ver en alza el consumo de alcohol y el de drogas. Los pibes no tienen la posibilidad de ir a la escuela. Ya tenemos conocimiento de algunos chiquitos que se desmayan por hambre en la escuela.

Los chicos no tienen ninguna seguridad de una vivienda digna, un trabajo digno, porque tienen que trabajar en las fincas. Esa es la mayor inseguridad y la está generando el Estado. El Estado está generando la inseguridad en Mendoza.

¿Además se quedan sin lugar para vivir cuando son desalojados de las fincas?

Sí. El gobierno anterior cedió algunas cosas que funcionaban como parche pero éste ha extremado la extranjerización de la tierra.

El que quiere producir no tiene dónde hacerlo y lo mismo pasa con las familias que no tienen un techo propio que terminan migrando a las villas de la ciudad.

Toda la zona más fértil y productiva del gran Mendoza, por la zona de Maipú y Guaymallén, es propiedad de inmobiliarias que la están llenando de viviendas de barrios privados a las que no llega ni la clase media.

¿Qué panorama ves para adelante y cómo se frenan estas injusticias?

Yo creo que esto va a depender de la unidad del pequeño productor para que el gobierno cambie de rumbo. Asimismo la unidad de la clase obrera. Todos los sectores en un paro nacional que le diga a (el presidente Mauricio) Macri que: “Está bien que el gobierno anterior fue corrupto, y que dejó desocupación, pero no puede ser que en diez meses hayamos aumentado el número de desocupados a 5 millones de personas, con un 42% de pobres”.

Nosotros estamos invitando a todas las organizaciones sociales y de pequeños productores a la “mesa de la crisis social de Mendoza” para que le torzamos el brazo a las políticas de este gobierno.