Cerca de cien profesionales de la salud se concentraron este domingo en Casa de Gobierno para rechazar el aborto legal. EL OTRO entrevistó al médico Pascual Gargiulo, principal orador de la manifestación, quien minimizó la problemática de la mortalidad materna por abortos clandestinos, cuestionó la ley de fertilización asistida, y recomendó que las niñas abusadas lleven a término el embarazo y den a sus hijos en adopción.

Fotos: Coco Yañez

Pascual Gargiulo es médico psiquiatra y legista, profesor de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNCuyo e investigador del CONICET. Fue uno de los profesionales de la salud que, durante el mediodía de ayer, participó del “Chaquetazo” contra el aborto legal y, además, ofreció un discurso en el que llamó a resistir la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en caso de que esta sea aprobada por el Senado de la Nación.

EL OTRO entrevistó al médico al término de la manifestación.

¿Cuál es su principal argumento para oponerse a la legalización del aborto?

Sencillísimo, ¿cuándo empieza la vida? Cuando hay un nuevo ser vivo concebido, con un nuevo código genético. De ahí en más tenemos la vida. Si la interrumpimos cometemos un asesinato, el día 12, el día 11, el día 90, cuando no ha empezado a hablar, cuando no está escolarizado, cuando no ha terminado la segunda carrera…

Todas las divisiones o todo plazo para interrumpir la vida es absolutamente arbitrario, caprichoso e insustentable.

Pascual Gargiulo.

¿Qué pasaría entonces en los casos de fertilización asistida en los que, como usted sabe, se conservan, manipulan y desechan embriones?

Está muy bien hecha la pregunta. Son personas. Legalmente están concebidas.

Sin embargo, la ley no considera como personas a los embriones no implantados…

No es éticamente aceptable. Aristóteles, en la “Ética a Nicómaco” decía que más importante que conocer lo legal o ilegal es discernir sobre lo justo o lo injusto. Ese chico que tiene en la probeta y lo va a descartar es un ser vivo, un genoma que no se va a repetir nunca más en la historia de la humanidad, es único, es irrepetible.

Es por eso que a la fertilización asistida se le hace reparos, esté legalizada o no esté legalizada.

¿Usted le hace reparos a la fertilización asistida?

Tiene un reparo ético, no se lo hago yo. Se está eligiendo al azar un óvulo fecundado y descartando todos los otros que también son óvulos fecundados.

Recién dio una definición muy fuerte, dijo que estamos hablando del asesinato de personas. ¿Esto también se aplicaría a la fertilización asistida?

Sí, por eso no todos lo aceptan. La ley es injusta y hay que resistirla.

Y si se legaliza el aborto, ¿también llamarían a la resistencia de la ley? ¿Cómo lo llevarían a cabo?

Es que no cabe otra. Lo haremos con abogados. ¿Qué haría usted en lugar del médico si sabe que va a matar a un inocente, si sabe que para matarlo tiene que poner en riesgo la vida de la madre? Porque si se carga la arteria uterina mata a la madre. Para sacar a ese chico tiene que destrozarle las piernas primero y después succionarlo por pedazos.

El caso que usted señala sería de un embarazo avanzado. El proyecto de ley que está en el Congreso establece como límite la semana 14. En muchos de esos casos no habría práctica quirúrgica….

En algunas semanas ya está latiendo el corazón y se lo está matando.

¿Los abortos clandestinos existen o son parte de un mito?

Sí. Existen los abortos, existen los asaltos a mano armada, existen los políticos corruptos y no por eso vamos a despenalizar la corrupción política.

¿Y qué propone frente a los abortos clandestinos en los cuáles mueren mujeres?

Ahí hay otra falacia. Si usted quiere yo tengo las declaraciones de Brandolino, de Buenos Aires. Hubo entre 40 a 55 muertes obstétricas en los últimos años, de las cuales por abortos mal practicados son unas pocas, y hay muchísimas otras muertes obstétricas sobre todo por desnutrición de la madre y nadie habla de eso. Había 1500 muertes por desnutrición de la madre.

¿Usted dice que los abortos clandestinos no son una problemática en la Argentina hoy?

Yo le digo que el aborto clandestino, los asaltos a mano armada y la corrupción política son tres problemas a resolver.

La muerte por abortos clandestinos no es frecuente. Hay que detectarlos y hay que meter en cana al médico, así de claro, así de fácil. Están matando a un niño, hay crimen con triple calificación, por el vínculo, por la indefensión del niño y por el cómplice que es el médico y todo su equipo. Hay que meterlos en cana.

¿Es una solución meter presa a una mujer que aborta?

Tiene un carácter disuasivo: no puedo hacer esto porque voy a la cárcel. Puede salvar algunas vidas, no sé cuántas, pero, por las dudas… Además, por principio, no se puede despenalizar uno de los crímenes que tiene más agravantes, porque si no se cae todo el sistema jurídico. ¿Con qué cara vamos a capturar al pobre infeliz que robó una gallina para comer él y sus hijos y vamos a dejar vivos a los otros que matan niños?

Pero en los hechos concretos ninguna mujer va presa por abortar…

La peor pena que tienen es el recuerdo del hijo que no tuvieron. Yo soy psiquiatra, si usted supiera… Fracasos continuos, uno trata de salvarlas, de hacerles superar eso, porque en el fondo hay que comprenderlas en una situación de desesperación, recurrieron a cualquier carnicero para que le hiciera el aborto, lo mismo se puede hacer en una clínica. Es matar un hijo, y ayudarlas es dificilísimo.

Y en el caso de abortos no punibles, que desde hace mucho tiempo están contemplados en la legislación, ¿por qué también generan una fuerte resistencia?

Porque el hecho de que sean no punibles no genera ningún derecho. No punible quiere decir que no tiene pena, no quiere decir que se recomiende. Si usted a una chiquita violada además le hace matar al hijo, es un doble trauma. Y además, si la trae el padrastro que se la violó, le hace el aborto y se la lleva, después la va a volver a embarazar otra vez y se van a ocultar todas las evidencias.

¿Si una niña es abusada y queda embarazada, usted no cree que, desde el punto de vista psiquiátrico, se le evitarían daños interrumpiendo el embarazo?

Se le suman daños. Lo digo con 35 años de psiquiatría. La mujer se lo saca de la panza y se lo mete en la cabeza para toda la vida. La violación le genera un trauma indeleble, y si a ese le sumás el de matar a su propio hijo es otro trauma más. Es preferible tenerla en un lugar resguardada y que lo dé en adopción.

 


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