La vicegobernadora Laura Montero denunció que un multimedios mendocino la censura. Calificó la actitud como un “atentado” y especuló con que alguien con mucho poder está detrás de la maniobra. Lo que no se animó a vociferar es que el principal responsable de su imperceptible accionar es el gobernador Cornejo, quien desde el minuto uno de gestión la confinó a un mero rol protocolar, sin ninguna incidencia en las principales definiciones políticas de gobierno.

Foto: Gentileza Laura Montero

Denuncia a medias tintas

La vicegobernadora de Mendoza se enardeció a partir de un comentario en las redes sociales y una posterior nota de opinión del periodista Daniel Gallardo (Grupo Cooperativa), quien informó que “autoridades de un multimedio dieron la orden -a cronistas, camarógrafos y fotógrafos- de no preguntar, ni cubrir actividad alguna y mucho menos mostrar a la vicegobernadora Laura Montero”.

“No puedo ignorar este hecho, dejarlo pasar por alto y menos aún naturalizarlo”, arguyó la vice en la denuncia que publicó en su página web, al tiempo que se preguntó: “¿Alguien con más poder ordenó este oscuro procedimiento? ¿Existen medios en la provincia que se presten a una burda acción que no les hace bien a su credibilidad? ¿Y la libertad de prensa? ¿Y la libertad de expresión?”

Foto: Coco Yañez

 

Si bien el multimedios censor quedó en el anonimato, ayer en Unidiversidad Jorge Fernández Rojas infería que el suceso guarda relación con la presunta intención de Montero de impulsar una Ley de Ética Pública, que restringiría que dueños de medios de comunicación participen con sus empresas constructoras como oferentes de la obra pública.

En el intríngulis de la conducta mediática corporativa -cuando conviene-, a Mendoza Post (medio también vinculado a la obra pública) se le escapó que el multimedios insinuado por Gallardo y Montero es Sitio Andino, propiedad del empresario Omar Álvarez, quien a través de Obras Andinas, es un recurrente beneficiario de millonarias licitaciones públicas.

Sosegate que ya es tiempo de archivar las ilusiones

Foto: Coco Yañez

Sin la intención de interpretar la ebullición de la vicegobernadora, resulta evidente cierto hartazgo a la indiferencia de su rol político. El romance inicial surgido del acuerdo entre Cornejo y el “cobismo reciclado” que diera origen a la fórmula del éxito, se parece más a un matrimonio degastado sin besos ni caricias.

A pesar del notorio esfuerzo de la primera vicegobernadora de Mendoza por alcanzar cierto protagonismo político, Cornejo en ningún momento tomó en cuenta su opinión ni su agenda política. Mientras Laura se victimiza ante un medio en las sombras, el ninguneo de Alfredo es a plena luz del día. De hecho, el gobernador no se ha pronunciado (todavía) ante la grave denuncia de censura.

Foto: Cristian Martínez

 

Basta citar algunas decisiones centrales de la actual gestión para graficar esta desvinculación. Apenas comenzó su labor en la Legislatura, Montero impulsó una halagüeña apertura de la discusión por la reforma de la Constitución. Se realizaron numerosos foros, representativos, plurales y federales, que asomaban como una sólida base para la postergada reforma. Pero el cronómetro político del gobernador tiró por la borda el resultado de ese sigiloso trabajo. Cornejo la puenteó via Juan Carlos Jaliff, y reemplazó la iniciativa de Montero por un proyecto que intentó negociar con intendentes del PJ y que tenía como prioridad su reelección.

La indiferencia a la número dos se repitió a la hora de seleccionar los perfiles para cubrir dos cargos clave: las vacantes surgidas en la Procuración General y la Suprema Corte de Justicia. Montero deslizó, tímidamente, la necesidad de que mujeres ocuparan cargos de relevancia en la Justicia, floja según ella de perspectiva de género. Ahí  andan Alejandro Gullé y José Valerio.

Foto: Coco Yañez

Si de perspectiva de género hablamos –cuestión que mal que mal atravesó la trayectoria política de la vicegobernadora-, Cornejo le escupió el asado en su propia casa. Desde este medio informamos que el último discurso del macho alfa ante la Asamblea Legislativa no contuvo en ningún pasaje la palabra mujer, ni mención de género alguna. Para colmo el gobernador decidió, luego del traspié con el golpeador machista Rubén Giacchi, que su abanderada en las causas femeninas sea la actual Ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes Claudia Najul, del palo de Ernesto Sanz. Por ende, más afín a sus intereses.

Por si esto fuera poco, el mimado por triplicado Martín Kerchner, inició hace poco una profunda reestructuración en la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC), ámbito donde Montero había amoldado algunos intereses en su anterior paso como ministra de Economía de la gestión de Cobos.

Sin poder o incidencia real en la Legislatura, ninguneada por Cornejo y en un espacio partidario en el que su referente se licenció de amor, Montero nota que el cargo que ostenta, inicialmente craneado como trampolín político, hoy se parece más a un tobogán.

Política mediada

Foto: Cristian Martínez

Más allá de los entretelones entre el gobernador y la vice, lo que se evidencia con este episodio es la falta de transparencia en la distribución de la pauta publicitaria, que en definitiva es lo que consolida la relación medios de comunicación-gobierno. Tema sobre el cual Montero se autocensura.

Porque si bien es probable que la Ley de Ética pública que propicia amenace ciertos intereses, es mucha la hipocresía en torno al blindaje en los medios de comunicación. Por dar un ejemplo, a la vicegobernadora no se la vio tan preocupada por la libertad de expresión cuando trabajadores y trabajadoras de Radio Nacional, en marzo pasado, reclamaron a través de una radio abierta en la puerta de la Legislatura por despidos y censura.

Foto: Seba Heras

De hecho este medio se comunicó un par de veces con su encargado de prensa para entrevistarla y nunca obtuvo respuesta, cuestión que sucede con casi la totalidad de funcionarios del gobierno. La excepción fue el subsecretario de trabajo Alejandro Jofré, a quien no le salió gratis recibirnos, según supimos luego.

Sabemos vicegobernadora que usted es una asidua lectora de nuestro diario, que admira el trabajo de los fotógrafos de EL OTROa tal punto que eligió la imagen sonriente que le tomó nuestro reportero Seba Heras (ver arriba) como foto de perfil de sus redes sociales, aunque sin citar el autor ni la fuente. Es por eso que, con el debido respeto a la pluralidad y sin censuras de ningún tipo, reiteramos que nuestro medio tiene las puertas abiertas para un próximo encuentro. Salvo que pesen más las presiones del gobernador Alfredo Cornejo.

Desde el 10 de mayo, una imagen de EL OTRO es utilizada como foto de perfil de la vicegobernadora en Facebook y Twitter. Twitter de Laura Montero