Una joven que –tras años de dolor y silencio- en agosto de 2019 se animó a denunciar a su tío por abuso sexual, hoy exige justicia, luego de que el Tribunal integrado por los magistrados Aníbal Crivelli, Ariel Spektor y Alejandro Miguel declarara la nulidad del juicio contra el empresario Diego Miguel D’Ascanio Brandi. Aunque el imputado se encuentra en prisión preventiva en un establecimiento carcelario, la víctima manifiesta su gran angustia por estas horas, ya que deberá revivir el proceso: “La defensa apeló a la Corte y estamos a la espera de una resolución. Como víctima no deseo justicia, la exijo”. Por su parte, el abogado querellante Juan Rocuzzo manifestó su disconformidad por la falta de perspectiva de género que tuvieron los jueces: “Al decretarse la nulidad del juicio no se tuvo en cuenta la revictimización que esto generaría en uno nuevo”.

Por Milagritos Contreras

Foto de archivo: Coco Yañez

Una joven de 25 años (quien decide resguardar su identidad bajo la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres), denunció en agosto de 2019 a su tío por abuso sexual. Los hechos denunciados transcurrieron cuando ella tenía 8 años hasta los 14 años de edad, cuando se quedaba a dormir en la casa de su tía. La imputación que le pesa a Diego D’Ascanio es de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores, agravado por ser encargado de la guarda de la víctima. Antes de la nulidad del juicio, la Fiscalía había solicitado 11 años de prisión, uno menos que la querella.

“La Justicia de Mendoza no les cree a las víctimas”

Foto de archivo: Seba Heras

Fue recién a los 22 años de edad que la joven tomó la decisión de denunciar abusos sufridos en su niñez. Para ella no fue fácil tomar la decisión, ya que implicaba serias consecuencias en su entorno familiar. Sin embargo, después de la presentación en la fiscalía correspondiente, y habiendo pasado un año y medio sin obtener ningún tipo de respuesta, fue su abogado Juan Rocuzzo quien tuvo que solicitar formalmente que se le realizaran pericias psicológicas a su representada.

En diálogo con EL OTRO, la joven relata lo difícil que ha sido atravesar todo este proceso: “Una vez logrado que me hicieran las pericias, las cuales decían que ‘la víctima no fabulaba ni mentía y que todos sus relatos tenían alto grado de credibilidad’, no las querían incorporar al expediente. Frente a esta situación me vi obligada a recurrir a los medios de comunicación para que la causa tomara estado público. Esto estaba archivado por completo, ya que el denunciado es una persona con poder tanto económico como social. Sin embargo cuando se visibiliza, inmediatamente incorporaron las pericias al expediente y el denunciado quedó imputado, otorgándole el beneficio de la prisión domiciliaria”.

Foto de archivo: Coco Yañez

La mujer reconoce que ha tenido que vivir en carne propia la revictimización en cada etapa desde que radicó la denuncia, aunque luego su caso se haya terminado elevando a juicio: “La víctima de todo este proceso soy yo, no el imputado. Volver el juicio a foja cero implica para mí nuevamente un proceso y una etapa que es ultra revictimizante: pasar por nuevas pericias, nuevas audiencias con el imputado presente, todo el movimiento y las consecuencias que conlleva una causa judicial penal en Argentina. La Justicia de Mendoza no les cree a las víctimas, el beneficio se lo dan al imputado. La realidad es que tanto jueces como fiscales tienen escasa o nula capacitación en la Ley Micaela, con todo lo que ello implica. Las víctimas recorremos una y mil veces los pasillos judiciales en busca de ayuda del mismo Poder Judicial, la cual nunca llega”.

Según explica la joven: “Al volver a foja cero, y los jueces no animarse a dar una resolución, la defensa apeló a la Corte y estamos a la espera de una respuesta”. Ante la falta de jueces, fiscales y abogados que estén capacitados desde una mirada feminista –sostiene la denunciante- “espero que la Corte de un fallo con perspectiva de género para que las víctimas de abuso sexual no sufran más. Tengo esperanza de que el sistema cambie y se capacite en estas situaciones. Como víctima no deseo Justicia, simplemente la exijo”.

“No comparto la decisión del Tribunal”

Foto de archivo: Coco Yañez

Si bien en un principio le otorgaron prisión domiciliaria a D’Ascanio, en la actualidad se encuentra privado de su libertad en un establecimiento carcelario. Mientras cumplía prisión domiciliaria rompió la pulsera que tenía colocada y, cuando la Policía logró encontrarlo, el imputado mintió. Es por eso que se decidió trasladarlo a otro domicilio. Más tarde, esto fue interpretado como un riesgo procesal y fue entonces que se ordenó su detención en el penal, explicaron desde la parte querellante.

Juan Rocuzzo, abogado de la víctima, fue entrevistado por este medio y remarcó su total desacuerdo con la Justicia que dictaminó la anulación del juicio: “Lo que dispuso el Tribunal fue la nulidad del alegato de la parte acusadora y, en consecuencia, la nulidad de lo actuado, decisión del tribunal que por supuesto no comparto. Primeramente, considero que de ninguna manera los alegatos de la Fiscalía fueron insuficientes o nulos y, por otro lado, al decretarse la nulidad del juicio no se tuvo en cuenta la revictimización que esto generaría en uno nuevo”.

Foto de archivo: Coco Yañez

Por último, el letrado responsabilizó al Estado por lo que representaría exponer nuevamente a la víctima a un proceso judicial: “No es que se empieza de cero, porque toda la etapa de la instrucción ya se ha producido, lo que se debería hacer de nuevo es el juicio. No solamente esto genera un grave perjuicio para la víctima sino también para todo el entorno, para todos los familiares. Esto no ha sido tenido en cuenta por el Tribunal y me parece muy grave. Además del riesgo de impunidad que conlleva, porque a medida que pasa el tiempo todo juega a favor del imputado y no a favor de la víctima, siendo que ésta busca Justicia de forma rápida. Porque Justicia lenta no es Justicia. No son sólo estas demoras, sino también hago referencia a la situación personal que atraviesa mi representada. No sé si va a tener fuerzas para someterse nuevamente a todo esto, porque además se trata del abuso de un tío. Esto ha generado una ruptura familiar, ha sido realmente muy fuerte”.

 

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