En la Capital, alumnos de la Facultad de Derecho de la UNCuyo realizaron una “visita guiada” a tribunales federales para presenciar un juicio por delitos de lesa humanidad. En Las Heras, un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo fue destruido por manos anónimas. Dos lecciones acerca del Terrorismo de Estado en Mendoza, en menos de una semana.

Foto: Coco Yañez

La visita

Este lunes y martes se produjeron nuevas audiencias de alegatos en el llamado “megajuicio” por delitos de lesa humanidad, en la sede de los tribunales federales en Mendoza. A los miembros de los Organismos de Derechos Humanos que suelen asistir a estas instancias judiciales desde hace años, se sumaron alumnos de la Universidad Nacional de Cuyo.

Mediante una llamativa convocatoria difundida por las redes sociales, la agrupación estudiantil Franja Morada de la Facultad de Derecho invitó a los alumnos y alumnas de esa casa de estudios, a presenciar el proceso oral y público en el que se juzgan las responsabilidades penales de los represores durante la última dictadura cívico-militar.

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“Hola chicas/os! Desde la secretaría de Derechos Humanos vamos a realizar visitas guiadas a los Tribunales Federales para presenciar los juicios de lesa humanidad”, escribieron en un posteo de facebook los militantes de Franja Morada, al tiempo que aclararon -tal como si fuese una especie de excursión- que “los cupos son limitados”.

Hasta la esquina de Pedro Molina y España de la Ciudad de Mendoza concurrió un grupo de estudiantes de abogacía. En las escalinatas del palacio judicial miembros de la Asociación de Ex Presos Políticos los recibieron y les brindaron información básica sobre el Terrorismo de Estado en la Argentina y el sentido de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia que se dirime en tribunales.

Foto: Coco Yañez

 

Ya en el interior de la sala de debate, los/las estudiantes pudieron percibir el clima de la audiencia, conocer de primera mano a los procesados, fiscales y jueces, y oír fundamentalmente los alegatos de los abogados defensores de los acusados de crímenes cometidos en el marco de un genocidio.

Foto: Coco Yañez

 

La directora de Derechos Humanos de Mendoza, Luz Faingold, dialoga con los universitarios. Foto: Coco Yañez

 

Parte de los acusados. Foto: Coco Yañez

 

Foto: Coco Yañez
 

 

El Dr. Civit alega en defensa del acusado Otilio Romano. A su derecha el Dr. Day. Detrás el procesado Luis Miret. Foto: Coco Yañez
 

El odio

Ayer se conoció que personas -que aún no han sido identificadas- destruyeron un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo y la memoria de los desaparecidos.

De acuerdo con un comunicado de los Organismos de Derechos Humanos de Mendoza, “el 24 de marzo pasado, al cumplirse 41 años del golpe cívico militar, jóvenes organizados, junto a vecinos, ex presos y presas políticas, y militantes de la década de 1970, realizaron un homenaje comunitario a detenidos desaparecidos. Durante el acto en la plaza Marcos Burgos, se pintaron pañuelos representativos de los desaparecidos de Las Heras y de los 30 mil”.

Foto: gentileza

 

Esos pañuelos aparecieron días después tapados con cemento. Según los Organismos, por la forma detallada y hasta minuciosa con que se realizó el agravio y los materiales que se utilizaron, no se trataría de un simple hecho de “vandalismo”, sino de una “planificada afrenta contra los valores de la memoria, la verdad y la justicia”, por lo que repudiaron el hecho y exigieron “el cese del hostigamiento contra los símbolos que representan más de 40 años de lucha”.

Foto: gentileza

 

Aunque algunos todavía se empeñen en negar la memoria y propongan abandonar la búsqueda de verdad y justicia, el pasado sobreviene irremediablemente de manera cotidiana. Dos sucesos de esta semana demuestran que el terror no sólo es parte de la historia.