El año 2018 nos sorprendió muy tristemente luego de que Liliana Bodoc, referenta de la literatura fantástica en nuestro país, muriera de un infarto con 59 años de edad. En honor a esta célebre artista, el pasado 30 de septiembre se llevó a cabo el acto de asignación de su nombre al CEBJA 3-216, ubicado en Guaymallén. Además de la comunidad educativa, familiares y otras personas allegadas a su entorno, el evento contó con la presencia de tambores a cargo de Candombe Lagunere, con Anna Begins, quien plasmó en un emotivo mural la imagen de Bodoc, y con el grupo musical Tristres Tigres, integrado por Nahuel Plaza, Iara Woods y Tomi Salomón. Entrevista a Fabián Plaza, amigo entrañable de la reconocida autora, e impulsor fundamental de esta iniciativa junto a Jorge Bodoc, compañero de la gran poeta argentina.

Texto: Milagritos Contreras | Fotos: Coco Yañez

La memoria y el reconocimiento por la autora de cuentos y novelas, como Los días del venado, Los días de la sombra y El espejo africano, entre otros, continúa. Y es que no cabe duda de que Liliana Bodoc dejó un legado entre sus lectorxs, entre su círculo emotivo.

Para Mendoza, la querida escritora y poeta fue y sigue siendo más que significativa. Liliana Chiavetta, también conocida como Liliana Bodoc, aunque fue oriunda de la provincia de Santa Fe, vivió desde muy pequeña en tierra mendocina y desarrolló su carrera luego de haber estudiado la Licenciatura en Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de Cuyo. En nuestra provincia ejerció su profesión en diferentes colegios como docente de Literatura Española y Argentina.

 

 

Hoy, a más de 4 años de su partida, su nombre es rememorado en el Centro de Educación Básica de Jóvenes y Adultos 3-216, que se encuentra en calles Arredondo y Santa Rosa de Dorrego. Como Bodoc decía: “la educación no se imparte, se devuelve. La educación no es un acto de generosidad, sino de justicia”.

“Necesitaba hacer el duelo de una amiga”

“A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa…a su paso, todo peligra, hasta aquello que tiene raíces…”, escribía Liliana, en el cuento Amigos por el Viento.

Fue previo al inicio de la pandemia cuando nace la propuesta de imposición de nombre a este CEBJA. Un reconocimiento a la autora de La Saga de los Confines y Tiempo de Dragones, quien estuvo rodeada de gran afecto, no sólo por su gran talento que mucho manifestaba de sí, sino también por su agradable personalidad, a raíz de la cual supo cultivar grandes amistades a lo largo del tiempo.

En diálogo con EL OTRO, Fabián Plaza, docente en Lengua y Literatura, y uno de los impulsores de esta iniciativa junto al esposo de Liliana, repasa el camino recorrido para lograr que este proyecto se concretara: “A nivel personal y familiar con Liliana nuestra relación era de mucho amor, mucho afecto, mucho apaño. Claramente, en mi caso no había podido hacer el duelo. En cuanto a la escuela, charlando con la directora de ese momento, Mónica Cangiani, salió la idea de la asignación de nombre, y como yo era el contacto con el compañero de Liliana, Jorge Bodoc, entonces decidimos intentar poner el nombre al CEBJA”.

“En ese momento –continúa Fabián- estábamos en la calle Joaquín V. González de Dorrego y teníamos un grupo de alumnos bastante importante. Desde ahí presentamos las notas correspondientes escritas y firmadas, y ahí quedamos a la espera de la respuesta del Gobierno. Pero luego se desató la pandemia y se tuvo que suspender toda actividad, y en medio llegó la aceptación de la Dirección General de Escuelas para la ‘asignación’ del nombre, como me gusta llamarlo a mí”.

Desde su creación en el año 2005 en la calle Boulogne Sur Mer, pasando luego a la calle Saavedra de San José en 2007, lugar que quedó reducido por la gran demanda de estudiantes, la comunidad educativa se mudó a un edificio ubicado en calle Joaquín V González, para después pasar a este espacio en 2018.

El docente del CEBJA 3-216 Liliana Bodoc, quien dicta clases desde el 2017 en la institución, también está a cargo de un espacio curricular en el CEBJA 3-218 de la cárcel de Cacheuta: “Pedí tomar la coordinación del evento puesto que tenía la necesidad de hacer el duelo de una amiga, y comprendí que esa era la forma en que podía llegar a hacerlo”.

El homenaje

En su rol de coordinador de este evento, Plaza organizó los distintos momentos de la actividad pensando en los gustos de su memorable amiga. “El acto protocolar se llevó a cabo dentro de la escuela, en la parte techada del patio. La parte artística o no protocolar se desarrolló en el jardín, un espacio que le agradaría a Liliana. Así fue como el cuerpo de docentes y no docentes se fueron prendiendo a la idea, debo destacar que los celadores fueron puntales en este desarrollo”.

El acto artístico se desarrolló inicialmente con tambores a cargo de Candombe Lagunere, quienes se ofrecieron a participar ad honorem, en una manera de honrar también la figura de Liliana Bodoc, remarcó el docente acerca de la solidaridad y el reconocimiento de estos artistas: “Terminado el acto protocolar, los tambores estaban esperando a la salida del edificio, de la parte techada, para llevar a la gente hacía el jardín, donde compartí un discurso. A mis espaldas había un mural realizado por Anna Begins, quien con la intención de homenajear a Liliana, ofreció su trabajo de forma gratuita”.

El discurso tuvo su eje principal en la identidad, afirma el educador: “Luego del discurso y de destapar el mural, que quedó fascinante, se podía observar a la gente cómo estaba impresionada y conmovida por esa obra de arte. Lxs invitadxs fueron guiados a otro espacio del patio, donde compartimos un video con la voz e imagen de Liliana en reflexiones sobre distintos temas. Las imágenes eran fragmentos de Memorias de una Maga, de Canal Encuentro. Tomé tres o cuatro videos, en el último Liliana explica porqué ella escribe sobre la muerte. Eso fue un detonante muy fuerte que vivimos, principalmente porque estaba Silvia Chiavetta, su hermana, en representación de la Fundación Liliana Bodoc. Nos largamos a llorar en un abrazo, y sentí que ahí pude hacer el duelo de mi amiga”.

Luego del video se presentó el trío musical Tristres Tigres, integrado por Nahuel Plaza (hijo de Mariana Herrera Rubia y Fabián), Iara Woods en la voz, y Tomi Salomón.

“También –prosiguió Plaza- preparamos un fogón, porque el fuego era parte de la literatura de Liliana; con libros desparramados, paraguas de colores, con carteles de agradecimiento a las visitas, con jugos y agua fresca para tomar y un pequeño ágape”.

Para cerrar, Fabián no quiso dejar de agradecer el apoyo brindado y el compromiso de parte de funcionarias del Estado: “Quiero dar las gracias a la directora de nuestro CEBJA, Penélope León, por su trabajo para que el evento se pudiera llevar a cabo. No quiero dejar de mencionar la colaboración que tuvieron dos personas que para mí fueron importantísimas en esto: la diputada provincial Laura Chazarreta y Romina Cucchi, Subdirectora de Ejecución Penal de la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, quienes no pudieron estar presentes pero sí colaboraron para organizar este evento”.

 

Tiberium desenchufado